viernes, 29 de septiembre de 2017

Capítulo 70: Nueva Audiencia con la Reina.

Melodi despertó con una sensación de vacío, y con mucho dolor de cabeza pues, al ver que Kyoto no llegó a casa a dormir, fue a la sala y se bebió un poco del hidromiel que había logrado sacar a ocultas de Hefestos.
Pero ese poco fue suficiente para volver a provocarle una borrachera terrible, y su consecuente resaca.
-Sinvergüenza- dijo una voz masculina sentada en su cama- No conforme con intentar violarme en Hefestos, ahora tomas frente a tu hija.
-K…Kyoto-kun- dijo la chica asustada.
-Te prohibí determinantemente que no volvieras a tomar- dijo el chico.
-Ayer no llegaste a casa, y tu hija se quedó dormida esperándote- dijo la chica con las mejillas sonrojadas aún.
-¿Y esa es excusa?- preguntó el azabache tomándola entre sus brazos.
-Perdón.
-Descuida, sólo no vuelvas a hacerlo, suficientes problemas tengo con…- el chico vio el sobre blanco con vivos dorados en una mesa del dormitorio- Y eso es…
-Una carta.
-Es lógico que se trata de una carta, mi pregunta es ¿quién la envía?
-No lo sé, no vi a nadie extraño, y ni siquiera sé lo que dice, está escrito en el lenguaje antiguo de los elfos.
-Elfos… Posiblemente la reina sepa algo.
-Esa perra.
-Para leer la carta, celópata en potencia- dijo el chico tomándola en sus brazos- Vamos Inverna, tenemos que arreglar este asunto, por cierto, deja dormir a Kazuha, no creo que tardemos mucho.
-Sí K-kun, vámonos.
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Al ingresar al palacio, las miradas hostiles sobre el chico no se hicieron esperar, tanto de jóvenes como de ancianos que le veían con furia contenida.
El chico sólo los ignoró, antes de pasar con la Reina.
-Su majestad, tenemos un problema- dijo Kyoto presentándose ante Titania.
-¿Qué ocurre jóvenes héroes?
-Pues, alguien quiso jugarnos una broma mandando esta carta- dijo el joven estrechando la carta.
-Ese sello… es de la familia real- dijo la Reina mientras se mostraba sorprendida.
-¿Familia Real?
-Mi familia, tenemos un sello especial, y a juzgar por la letra… oh sí, justo lo que creí.
-¿Pasa algo su majestad?
-Es mi hija, Eglantine.
-Eglantine, la princesa de los elfos- dijo el chico.
-Sí, mi hija desde que te vio quedó prendada de ti, aunque sabe que tienes familia, eso no la detiene- comentó la reina mientras quemaba la carta- Es una guerrera, ha mantenido en pie su orgullo como elfa, no como muchas que se perdieron en el camino de la lujuria, ella sigue buscando al indicado, y al parecer…
-Igual de zorra que su madre- masculló Melodi.
-¿Disculpa?- preguntó la Reina.
-Inverna, no más por favor- dijo Kyoto mientras la sujetaba de los brazos.
-TE BESÓ… BESÓ A UN HOMBRE CON FAMILIA- Reclamó Inverna aún con ira contenida.
-LE SALVÉ LA VIDA A TU NOVIO MOCOSA ESTÚPIDA- Se defendió la reina, perdiendo el porte real.
-Por favor, usted no su majestad…
-Mi madre no tiene nada que ver con eso- dijo una voz tras ellos- Yo soy la que quiere, no, quiero decir, LA QUE VA A QUITARTELO.
Una chica de cabello púrpura y ojos dorados salió tras una columna, con una sonrisa coqueta hacia el azabache, mientras miraba altivamente a la chica frente a ella.
Melodi sólo tomó un pequeño sable que tenía Kyoto en sus bolsillos, y se dirigió a la chica con el sable apuntando al cuello de la princesa.
-Si quieres evitar derramamientos inútiles de sangre, aleja las manos de mi hombre.
-¿Y qué me lo va a impedir?, ¿una mujer con hija en brazos?- Hizo un ruido seco con los dedos- Mejor va siendo hora de que pienses bien las cosas.
Y un par de guardias salieron detrás de Eglantine sosteniendo a la niña.
-Kazuha-chan- dijo la chica de cabello azul.
-Dame a tu hombre y yo te daré a la mocosa, ¿qué dices? - Dijo la Princesa con altivez.
-Eglantine- dijo la reina volviendo a su porte- ¿Qué te dije sobre jugar sucio respecto a eso?
-Perdón mamá, pero quería ganar sin derramar más sangre.
-Pues demuestra con tu propia fuerza que eres la princesa de Mythland, y no te aproveches de descuidos como la pequeña hija de ellos.
-¿Ya me vas a dar a mi hija?- preguntó Melodi mientras su miraba se endurecía.
-Bueno, ten a tu mocosa- dijo la princesa empujando a la niña con Melodi- Si yo quisiera, puedo arrebatarte a tu amado, pero quiero enfrentarme a ti para demostrarle que nuestra raza es superior a la de un ser humano porque, modificada o no, lo sigues siendo, y si llegas a rechazar el duelo, la Gran Reina puede cancelar el pacto.
-Mala- dijo Kazuha mientras sacaba la lengua a la princesa.
-Y, por cierto Eglantine, ¿qué decía la carta?- preguntó Titania.
-Ah, Precisamente del duelo, en la carta te invitaba al estadio de Mythland, para batirnos a duelo por tu preciado hombre- Posteriormente se acercó coquetamente al azabache- Y humillándote públicamente, no querrás volver a dar la cara por aquí.
-K-kun, di algo- reclamó la chica.
-¿Qué quieres que diga?, es tu decisión al final de cuentas, Pelear o No Pelear, eso ya es cuestión tuya pequeña, no permitas que yo tome todas las decisiones por ti.
-Cierto, bien- dijo la chica mientras cargaba a Kazuha- Planeaba dejarte pasar como un insecto cualquiera en el parabrisas de mi vida, pero nadie, y repito, NADIE SE METE CON MI FAMILIA.
-CUANDO QUIERAS NIÑA.
La mirada de Melodi se enfrió mientras volteaba a ver a la princesa de los elfos.
-Hump, ni siquiera sabrás qué fue lo que te golpeó- maldijo la chica mientras salía del palacio.
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-¿Estás bien Inverna?- preguntó Kyoto mientras le quitaba la niña a Melodi.
-No sé, francamente nunca pensé que esto pasaría- dijo la chica.
-Es una de las situaciones que tratamos de evitar anteriormente ¿sabes?, un conflicto con prometedores aliados, sin embargo, puedo entender tu punto, Kazuha no tenía por qué pagar por esto, es más… yo mismo tenía ganas de partirle la cara.
-Pues hazlo si se atreve, joven Príncipe de Belladona- dijo una voz seductora tras ellos.
-No tiente a su suerte- dijo el joven con más altivez- Puedo prescindir de los servicios de Mythland sólo por evitarme berrinches de niñas de 5 años que me ven como un juguete o un caramelo.
-Eres más que ello, eres un buen candidato a alianza matrimonial con Belladona, todos los reinos, mayores y menores, buscaban una alianza cuando tu madre se encontraba embarazada, y mi madre, cuando se enteró que sería la siguiente reina, buscó a tus padres, pero ya estaban muertos, desintegrados por Destiny.
-Continúa y Mythland tendrá guerra contra mí- comentó el muchacho.
-Dejándote a merced de un hombre violento, con sed de sangre, Victor Lence, ¿esa clase de padres para ti?, y para finalizar tu estúpida noviecita perforada por el mismo que mató a tus padres, ¿qué sentiste al verla morir en tus brazos?, oh miento, perdón… murió en brazos de tu actual novia y…
No pudo terminar, pues un puño de agua la mandó a volar directamente a una de las murallas del palacio, y una Melodi con la mirada vacía y opaca.
-Si sigues hablando, maldita zorra, te haré pedazos y se los daré a tu madre- dijo la chica avanzando hacia la princesa.
-Mo…mounstruo…
-Mañana vas a ver lo que es un verdadero monstruo, vas a desear no haber abierto la PUTA BOCA, Atributo Agua…
-Detente Inverna- dijo el chico- Tenemos que irnos de aquí, para que descanses.
-Bien, K-kun, vámonos- comentó la chica mientras tomaba a su hija.
-Mami es muy fuerte- celebró Kazuha con calma- Y muy malhablada.
-Mami sólo quiere proteger lo que es de ella- le dijo Melodi- Y, sobre todo, estar contigo pequeña.
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Al abrir sus ojos azules, se dio cuenta de su realidad, de su ineludible realidad.
“Si yo quisiera, puedo arrebatarte a tu amado, pero quiero enfrentarme a ti para demostrarle que nuestra raza es superior a la de un ser humano porque, modificada o no, lo sigues siendo, y si llegas a rechazar el duelo, la Gran Reina puede cancelar el pacto.”
-Dios, pensar que tengo que patearle el trasero a una princesa mimada- se dijo mientras veía a Kyoto y a su hija dormir.
Vio la sonrisa de la niña, que estaba enrollada en los brazos de Kyoto.
Esa era una calma a su corazón, algo que le tranquilizaba, su alegría de cada día.
-Primero muerta a que una zorra así me quite esa alegría por muy princesa que sea- se dijo levantándose de golpe.
­­­­­-Inverna- dijo el chico notando movimiento en la cama- ¿Ya es hora?
-Me levanté temprano, te daré de desayunar antes de pelear.
-Deberías relajarte- dijo el chico- En una pelea debes estar descansada.
-Quiero pelear K-kun, y quiero ser una buena esposa para ti.
-Lo sé, pero no quiero presionarte demasiado, yo cocinaré hoy, ¿qué te parece?
-Me parece perfecto, entonces iré a entrenar un poco, ¿verás mi pelea?
-Y perderme la mejor pateada de traseros reales que tendré oportunidad de ver, tonta… iría con gusto.
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-Al fin llegas, plebeya.
-Princesa, aunque te cueste más, ser la novia de K-kun me convierte en la princesa de Belladona.
-Pues abandonarás eso ahora, te derrotaré, te humillaré y seré la nueva princesa de Belladona.

-¿Eso?... ja, Ni en tus más salvajes sueños- dijo la chica de cabello azul.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Capítulo 69: Llegada a Alfheim.

-Caballeros- dijo Zentraedi llegando a la puerta Dorada- Necesitamos un médico.
-Identifíquense- espetó uno de los guardias de la puerta.
-Ky… Kyoto… Ka….tekyo- se escuchó la débil voz del azabache- Pri…Príncipe de Belladona.
-Joven Príncipe de Belladona, vaya estado en el que se encuentra- dijo uno de los guardias alarmado.
-Sólo es veneno de Dilophosaurio- masculló el joven.
-Tenemos que llevarlo al palacio, la reina lo atenderá en seguida- dijo otro guardia mientras abría las puertas.
-Gra…cias.
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La escolta al palacio fue ligeramente incómoda para las chicas, pues a pesar de tener corta edad, había elfas cuya edad rondaba los 100 años y se veían como jovencitas de 15.
-No entendí las palabras del Rey Tymir- dijo Melodi- No sé que tiene que ver la belleza de la raza de los elfos con la guerra.
-Ni yo- espetó Natsuki- Es decir, tienen belleza, y un par de enormes te…
-Ahora entiendo esos ero-mangas R18 de elfas- dijo Zentraedi con un sangrado nasal.
-Deliciosos Ero-mangas- masculló Riot mientras caminaba con calma.
-Podrían dejar de estar de pervertidos, a la Reina no le gustará eso que están diciendo- masculló Kyoto.
-¿Re…Reina?- preguntaron ambos.
-Sí, la raza de los elfos se caracteriza por ejercer un matriarcado, sin embargo, eso no significa que, como en esos mangas eróticos, estén poniéndole con medio reino, el ritual de la fertilidad para los elfos es algo sagrado y místico- dijo Kyoto caminando casi a rastras.
-Ya casi llegamos al palacio, joven Kyoto- dijo uno de los guardias.
-Me alegro- agregó el chico mientras detenía su andar.
-¿Pasa algo?- Preguntó Melodi.
-Mami… papá se quedó dormido- dijo Kazuha asustada, viéndolo caer al suelo.
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Despertó lentamente, cuando sus ojos fueron invadidos por luz blanca muy intensa. Dentro de un enorme Palacio construido dentro de un árbol.
Al ver a los lados, un tumulto lo veía con curiosidad, mientras una mujer alta, de cabello rubio, ojos verdes y largas orejas puntiagudas, comenzaba a enderezarse.
-Está vivo- dijo la mujer- He logrado sacar el veneno de su cuerpo y lograr regresarle su vitalidad.
-Muchas gracias majestad- decía Stella haciendo una reverencia.
-Muy bien, pueden dejar a la chica de cabello azul en paz- ordenó la reina a un par de soldados que estaban junto a una capsula de metal gigante.
-Bien, enterado mi Lady.
Y una Melodi con aura de enfado intensa salió rompiendo la capsula que la mantenía prisionera.
-MALDITA PUTA- gritó con furia.
-Tranquila Melodi- dijo Natsuki conteniéndola- Es la Reina de Alfheim.
-ME DA IGUAL SI ES UNA CORTESANA O UNA EMBAJADORA- volvió a gritar- ¡¡¡BESÓ A MI NOVIO!!!
-Lo hice por su bien pequeña, Beso Cura- dijo la Reina Elfa mientras se sentaba con calma.
-Ok, salvó a mi novio, creo que puedo aplacar mi ira un rato.
Dio un largo suspiro para después sentarse junto a los demás chicos. A lado de Kyoto.
-Muy bien, tengo entendido por medio de un mensaje de Tymr que ustedes vienen a un pacto de amistad por cierto motivo, ¿no es así?- preguntó la Reina.
-Sí, así es… MMM…
-Titania, la Reina de la Raza de los Elfos y elegida por el Sabio Consejo de Mythland, donde los representantes votan por un representante mayor- comentó la Reina.
-Reina Titania, necesitamos formar un pacto de amistad entre Reinos- dijo Kyoto sacando un pergamino de su mochila- Este pergamino fue firmado por el Rey Tymir.
-Déjame verlo- solicitó la Reina.
Al ser entregado el pergamino por parte de Kyoto, la Reina dio una rápida vista, viendo las exigencias de cada Reino.
-Es buena la propuesta- dijo la Reina cerrando el pergamino- Pero no es algo que yo sola deba decidir, soy la reina, pero mis decisiones no son autoritarias, tenemos un Consejo, y entre ese Consejo debemos evaluar qué es lo mejor para nuestro reino.
-Está claro, mientras tanto, ¿dónde podríamos quedarnos a dormir?- preguntó el azabache estirándose- No planeo quedarme a dormir en la calle después de enfrentar esos terribles monstruos.
-Descuiden, pueden quedarse aquí como invitados diplomáticos, sea cual sea la decisión que tome el Sabio Consejo, en Mythland siempre serán bienvenidos.
-Muchas gracias su majestad, ahora, con su permiso.
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Al salir los chicos del palacio, la reina entró a la sala del consejo, construido dentro del palacio, donde había una gigantesca mesa redonda.
-Mi Lady- dijo una voz profunda- ¿Por fin llegó el muchacho?
-Así es, Nidhogg, el chico ha llegado, por motivos de paz, es posible que no, pero no es una amenaza para el Reino- dijo la mujer con calma, tomando asiento en el centro.
-Es sublime el hecho que sobreviviera al cataclismo que fue provocado en Vacuum, lugar donde llegaron primero- Comentó un ente con voz más suave.
-Kyklos, rey de los Cíclopes, pudiste ver eso con tu sólo ojo, no me sorprende siendo que tienes el don de la Omnipresencia- dijo la Reina- Y sí, es más, hay rumores que su equipo logró desintegrar a Destiny Aramis en esas tierras.
-Desafortunadamente sólo son rumores, de lo contrario, no estarían aquí declarando guerra contra Citizen que, según los diarios informativos, ahora está a su mando desde que llegó a asesinar a su antiguo Rey- Informó un ser con apariencia salvaje.
-Bien investigado, Fimbulwinter, y en cuanto a ello, tengo una explicación totalmente lógica, Destiny Aramis, abuelo de Kyoto por cierto, destruyó su cuerpo a nivel molecular antes de recibir el “Regalo de Inverna”.
-Entonces mi Reina, ¿qué veredicto tenemos antes de enfrentarnos a muerte con un país 3 veces más grande que Cydonia?- preguntó Kyklos al poner un pie sobre su silla.
-Es inverosímil, aún no preguntamos a las hadas, a los magos, esta guerra sería fácilmente ganada si contáramos con la ayuda de los MYTH- comentó la Reina con calma.
-La raza de las hadas estamos de acuerdo siempre y cuando no tengamos que cargar armaduras- comentó un pequeño ente.
-Pues ¿qué puede decir mi raza?- preguntó un ente más bajo que la reina- Nuestro poder puede ser usado como reserva, y de apoyo en combate, los magos estaríamos dispuestos, debido a que los MYTH se niegan a pelear- comentó un adulto.
-Basta ya, Titanio y Delfos- interrumpió la Reina- Recuerden la guerra de hace 1000 años, cuando los Myth pelearon codo a codo con nosotros, fueron usados como armas y no como lo que el chico busca, ALIADOS.
-¿Esas bestias no pensantes?- preguntó Titanio        .
-Oye hadita, te recuerdo que 24 de ellos son de mi raza- comentó Nidhogg enfadado.
-Como sea, se les ofreció lo que querían, libertad- agregó Delfos.
-¿Encerrados en esas malditas cuevas?, ¿llamas a eso libertad?, Acabemos esta jodida guerra cuanto antes y por orden mía, Titanio y Delfos irán prisioneros a las Cavernas Myth, les guste o no- Aseguró la Reina firmando el Pergamino Sagrado.
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Fueron al hostal donde les ofrecieron quedarse por las noches, bajo él, se encontraba el bar, donde se quedaron a platicar un rato.
-¿Quién es esa mocosa que tienen abrazando y mimando cada 5 minutos?- preguntó Stella.
-Esa mocosa es mi hija- mascullaron Kyoto y Melodi a la par.
-El idiota es papi y la boba es mami- agregó la pequeña mientras tomaba las manos de ambos.
-Bueno, tiene razón, los niños y los borrachos siempre dicen la verdad- agregó Zentraedi.
-¿Y qué harán con ella en estos momentos?- preguntó Riot más sereno.
-Planeaba dejarla en un orfanato, mientras tenemos este caos de guerra en la mira, pero tengo que quedarme con ella, quiera o no- agregó Kyoto.
-Papi dice que me quedaría sola, pero yo confió en ellos.
-¿Y todavía preguntas por qué eres el idiota?- preguntó Zentraedi.
-Hablando de Idiotas, no vas a creer lo que pasó en su ausencia- agregó Riot.
-No me digas, Zentraedi salió con sus clásicas “Zentraediadas”- agregó Kyoto con burla.
-De hecho, no, al contrario, creo que el cerebro de este idiota por fin está comenzando a carburar- dijo Natsuki- El idiota por fin deja de serlo, poco a poco, pero no podemos esperar milagros de la noche a la mañana.
-Me alegro que por fin muestres tu verdadera cara, teniente- dijo Kyoto con calma mientras estrechaba sus manos- Porque significa que por fin puedes tener tu revancha en ese juego de ajedrez que tanto anhelabas.
-En verdad estar sellado como un imbécil es un verdadero dolor de cabeza- dijo el albino estrechando su mano de igual forma- Lo que no quita que sea mejor que tú en cuanto a los sentimientos de las mujeres.
-Te estás ganando una patada en la entrepierna y lo sabes, animal- apretó más fuerte la mano Kyoto.
-Sí, lo sé, pero puedes soltar mi mano antes de que termines rompiéndola- dijo el albino retorciéndose de dolor.
-Papi, suelta a bobo- dijo la niña.
-Dejando todo esto de lado- dijo Stella- Pequeña…
-Kazuha, Kazuha Katekyo.
-Pequeña Kazuha, ¿de donde saliste?
-Del vientre de mami.
-¿Y cómo fue que llegaste ahí?
-Pues papi y mami duermen juntos, así que nací yo- insistió la pequeña de forma inocente.
-Te mataré Katekyo- dijo Natsuki con furia.
-Te juro que no le he hecho nada a Inverna- masculló el azabache.
-Por desgracia- dijo la chica de cabello azul.
-Bueno, volviendo al punto, esa niña salió de algún lado… ¿recuerdas qué pasó antes de que te encontraras con tus padres, Kazuha?- Preguntó Riot.
-Sí… tenía algo que hacer, algo… importante, algo que… no me acuerdo… pero… tenía que ver con mami- dijo la chica con postura pensante.
-¿Pero qué pasó?, ¿recuerdas el lugar de dónde vienes?
-Sí, era una ciudad grande, pero destruida, como si alguien hubiese arrojado una bomba gigante, fui protegida por papi y mami que estaban peleando contra una mujer de cabello azul, desde ese día, no volví a saber de ellos- dijo la chica con un dejo de tristeza- Hasta que los vi en ese claro del bosque, claro está.
-Hora de dormir Kazuha- dijo Kyoto tomándola en sus brazos- Estarás muy cansada luego de dormir a la intemperie.
-Sí, papi, claro- dijo la chica abrazándolo.
-Te acompaño, K-kun… yo quiero…
-Inverna, es la primera vez que la dormirás… ¿puedes ir tú?
-Y…yo… yo… quiero…
-Adelante.
Melodi tomó a la pequeña, mientras se dirigía al cuarto del hostal donde se estaban hospedando, dejando a los chicos solos.
-¿Por qué tengo la extraña sensación de que esa mocosa viene del futuro?- preguntó Riot.
-Lo supe al realizarle los análisis correspondientes- aseguró Kyoto- Tiene mis genes y los de Inverna en su cuerpo, así que, no hay dudas, es hija mía y de Melodi, pero…
-Te aterra algo Kyoto- dijo Zentraedi.
-¿Por qué preguntas?
-Estás comenzando a mover un lapicero imaginario, eso pasaba cada vez que ibas a ser golpeado en la escuela, a pesar de saber que ganarías, la sola idea de golpear y ser golpeado te aterraba.
-Y ese tic nervioso, comenzaste a mover mucho tu pie- dijo Natsuki- Y eso pasaba cuando estabas preocupado por alguien importante, eso pasó después de su secuestro con Sara, no sabías de ella, y comenzabas a mover tu pierna cuando te dormías en clase.
-¿Podemos dejar de hablar de eso por favor?, sí, me preocupa la niña, y su supuesta misión… ¿qué pasará con mi hija?
-El Gran Kyoto preocupándose por alguien que no es él mismo- dijo Zentraedi- Siento que el amor te está volviendo más… humano, por así decirlo.
-Si la enana estuviera en peligro, estoy completamente seguro de que también reaccionarías de esa forma.
-El anterior Kyoto habría mandado al carajo eso si no le afectaba, o debería llamarte, el anterior tú- dijo el albino con voz provocativa.
-El anterior yo murió el día que sacrificó su vida por Sara.
-¿Y entonces por qué fuiste TÚ por ella de regreso a México?
-¿Quieres dejar de fastidiarme?
-Sólo admítelo, TE PREOCUPA TU HIJA.
-Me preocupa, me preocupa lo que le pase, porque Inverna estaría devastada si algo le pasa, es eso…
-Sigue en la jodida negación… al final ya veremos que tus actos mismos te delatarán- dijo Stella con calma- Puedo apostarlo, y todo será cuando algo le pase a tu hija.
-Pues apuesta lo que quieras- dijo Kyoto saliendo por la taberna- Saldré a tomar aire fresco.
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Melodi recostó a la niña a su lado, mientras veía a Kyoto salir enfadado del bar, hecho una furia, pensando que algo le había molestado.
-¿Pasa algo mami?- preguntó la niña algo somnolienta.
-Descuida, sólo… es tu padre, algo le hizo enojar- dijo la chica tomándola en sus brazos.
-¿Hice algo malo?
-No chiquita, es sólo que, sus amigos son algo torpes a la hora de hablar con él, y supongo que dijeron algo inadecuado- dijo la chica sonriendo.
-¿Está enojado con nosotras?- preguntó la niña.
-No, no lo sé, pero desde que comencé a andar con tu padre, él se ha vuelto más… amoroso y dedicado con su familia, con su nueva familia.
De repente tocaron a la puerta de su habitación, mientras Kazuha se dormía poco a poco.
Fue a la puerta y no vio a nadie, volteó a los lados y de la misma forma, vació.
Lanzó un suspiro mientras rogaba que aquel bromista no fuese encontrado por ella, y abrió los ojos.
Un sobre blanco con vivos en dorado se dejó ver frente a sus ojos.
Al abrirlo, unos jeroglíficos extraños se mostraron ante ella, el legendario lenguaje antiguo de los elfos.

Capítulo 115: Dos semanas para la guerra.

Capítulo 115: Dos semanas para la guerra. -¿Habrá llegado ya el mensajero?- preguntó Kyoto mientras realizaba algunas abdominales. -Esto...