Capítulo
99: Aquellos que están ahora en un solo ejercito.
-¡¡¡SHIKAI!!!
Y
la oscuridad llenó el ambiente, mientras la espada de Zentraedi creía a un
tamaño considerable, el mango se rodeó de un vendaje y el filo se volvía hacia
un solo lado, en tanto Zentraedi ahora poseía una máscara de Lobo
-¿Acaso
es la Fase 2?- preguntó Natsuki sorprendida, rompiendo su ley de hielo ante la
demostración de fuerza de su novio.
-No,
te equivocas- contestó el albino con simpleza, y cero emociones.
Lanzó
un corte al aire, pero este provocó una onda gélida que paralizó todo.
-Valhalla,
el salón de los Caídos, quienes conviven lleno de hermosas Valquirias y carne
hasta atiborrarse, en ollas de comida eterna, no importa tu procedencia, Odín
siempre tiene un lugar reservado para ti si caes en combate, pero mueres con
honor y valor.
El
albino sólo tomó asiento ante la vista de Stella y Natsuki, quienes seguían en
posición de combate.
-
¿De qué mierda hablas?- preguntó aterrado el gigante.
-Del
salón de los caídos, las valquirias que satisfacen a los valientes guerreros
tanto en vista, como estómago y garganta, pues ellas sirven hidromiel y carne
del jabalí más delicioso, y son los caídos quienes vendrán a nosotros.
-Mierd…
Un
aura verdosa le cubrió mientras una nebulosa inundaba el ambiente.
-Surge:
Ragnarök
Y
la nebulosa comenzó a tornarse siniestra, a la vez que salían varios guerreros
de la nebulosa, todos vivaces, llenos de energía, pero con los ojos en blanco.
-Al
Ataque - dijo Zentraedi con calma mientras veía con calma las almas llegar.
Y
los guerreros comenzaron a atacar a Gulliverr, quien recibía los impactos con
fuerza.
Poco
a poco, la resistencia de Gulliverr iba disminuyendo, a cada impacto de los guerreros,
su poder disminuía de forma considerable.
-Maldito
mocoso, ¡¡¡Vas a pagar por esto!!!- gruñó el gigante mientras recibía los
embates.
Furioso,
el gigante golpeó el suelo, haciendolo retumbar, haciendo caer a varios
miembros del ejercito de Zentraedi.
Pero
los guerreros no sólo se levantaron, sino que recogieron sus armas y
reiniciaron los embates, mientras las chicas veían con nervios al guerrero que
estaba a su lado.
-Llueve, Granice, Neve, Truene, Tiemble, no importa,
los Einherjer pelearán a favor del orden contra el caos, está escrito en la
Edda Prosaica.
Natsuki miraba asustada a Zentraedi, preguntándose
sobre si era necesario recurrir a ese nivel de pelea.
-Los
Einherjer son los caídos en combate, se atiborrarán de hidromiel, se deleitaran
con las hermosas valquirias y comerán hasta el hartazgo… sólo serán despertados
cuando llegue el día del juicio final, y ese día es el nombre de la espada de
mi padre- dijo el albino levantándose de su posición de flor de loto.
-¿Qué
has dicho, Zentraedi?, Se supone que un encargado de vigilar las almas errantes
en la Tierra debería tener un alto entrenamiento para manejar la segunda etapa
de su arma legendaria- dijo Natsuki asustada.
-“Morimos”
cuando estaba a punto de empezar mi entrenamiento en segunda etapa, y nadie
tuvo la descencia de decirle a mi padre donde me habían dejado a cargo… Por
eso, del nombre completo, sólo me aprendí la mitad de su nombre: Ragnarök.
Stella
miraba confundida, mientras veía a Natsuki discutir con su novio.
-A
ver, a ver, ¿qué pasó aquí?- preguntó Stella con confusión- ¿Hay algo que me
haya perdido?
-Sí,
como parte del gremio de exorcistas, tenemos una amplia relación con los dioses
de la muerte, así que dejan a algunas personas a cargo de las almas errantes en
la tierra, ellos son conocidos en Japón como Shinigamis Sustitutos.
-¿Hablas
de sujetos como el protagonista del cómic favorito de Zentraedi?- preguntó
Stella con sorpresa.
-Justo
por eso adora ese manga, porque su familia ha estado a cargo de las armas errantes
generaciones atrás, mejor dicho, desde Yû Schiffer.
-Entonces
Zentraedi ha heredado…
-Sí,
el poder de evacuar a las almas, y llevarlas a un lugar mejor… Por eso fue que
padre me llevó a conocerlo, porque un Shinigami y un Exorcista tienen trabajos
similares y nos complementaríamos juntos.
-Entiendo-
dijo Stella- ¿entonces hay cambio de planes?
Zentraedi
no dijo nada, tomó la espada y se lanzó al ataque, junto a su ejército de
armaduras.
-El
plan es el mismo, Stella dará órdenes a Natsuki, mientras yo iré al ataque
frontal- dijo el albino mientras corría con la espada en alto.
Natsuki
sólo se quedó aterrada, pero agradecida con que Zentraedi tuviese la espada en
sus manos y no el padre del muchacho.
-¿Te
encuentras bien, Natsu?- preguntó Stella.
-Sólo
alterada, entendiendo la razón por la cuál nuestros clanes estaban enfrentados,
pero mi clan no hizo nada contra ellos, y es que nadie se atrevería a levantar
las manos contra un enemigo cuya arma, en su primera liberación, convocase un
ejercito de cadáveres heróicos.
-Entonces,
ahora le temes, supongo, ese poder es bestial…
-¿Temerle?-
dijo Natsuki mientras se daba un par de palmadas en las mejillas- Mi novio ya
fue temido, ahora somos temidos en nuestro mundo, dejarlo solo implica quedarme
sola, no pienso perderlo otra vez.
Dicho
esto, se cargó de energía espiritual y un par de alas purpuras de aura salieron
en su espalda.
-¿Qué
hago Stella?
-Bien,
este es el plan…
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Zentraedi
había dado alcance al gigante, quien intentaba defenderse de los embates de los
einherjer, pero todo empeoró cuando llegó el albino con la espada sobre su
hombro.
-¿Qué
pasa?, ¿ya no te sientes tan grande verdad?- dijo Zentraedi con soberbia.
Gulliverr,
en un intento desesperado de desvanecer la técnica, creó otro temblor, provocando
que los guerreros cayesen de nueva cuenta.
-Creí
haber dicho que llueve, truene, neve, granice o tiemble, el ejercito de los
caídos no se detendrá… Pero es la última vez que lo repito, ya que yo no tengo
replica.
Y
apuntó con sus palmas hacia el gigante.
Gulliverr
se levantó, aterrado, mientras buscaba incrementar la distancia entre los guerreros
y él, dando un gran salto para retroceder… pero no se esperaba la estrategia
planteada.
Stella,
a lo lejos, se unió al ataque de los caídos con la lanza que su madre le había
dado.
-Pero
olvidaste decirme cómo liberar su poder- se dijo Stella mientras tomaba la
lanza- No importa, Atributo Cósmico…
La
lanza se llenó de varias estrellas, coronando la punta, mientras Stella se iba
encarrerando hacia el gigante.
-Ataque
de Escorpio…
Y
arremetió con velocidad contra Gulliverr, perforando el cuerpo de lava, dejando
expuesto el cuerpo real de Gulliverr.
-¡¡¡AHORA
NATSUKI!!!- gritó Zentraedi con furia.
-¡¡¡Atributo
Espiritu!!!- gritó la rubia mientras colocaba sus manos al frente, cargando un
gran aura- ¡¡¡RAYO ESPECTRAL!!!
Y
un poderoso rayo de aura salió de las manos de la chica, Stella se quitó junto
con su lanza, haciendo que el rato atacara al cuerpo vulnerable de Gulliverr,
quien recibió el golpe de lleno.
-Atributo
Bélico: Bala de Espíritu de Lucha- dijo Zentraedi mientras colocaba sus palmas
al frente, creando una esfera de aura roja.
Y
arrojó la esfera al cuerpo más maltrecho del gigante, quien salió disparado,
abandonando el cuerpo de magma y rocas, quedando más expuesto aún.
Y
los tres chicos saltaron rumbo al gigante, quien estaba debilitado y muy mal
herido, mientras veía a los tres chicos dirigirse hacia él.
-Atributo
Bélico/Leyenda- dijo Zentraedi mientras cargaba su espada con las dos manos,
apuntando hacia el pecho del gigante- Corte del Behemot.
-Atributo
Cósmico/Psíquico- dijo Stella con la lanza al frente- Psico-Vacío.
-Atributo
Espiritual/Eléctrico…- dijo Natsuki mientras canalizaba aura en sus palmas,
juntándolas- Palmas de Raijin.
Y
los chicos perforaron el pecho de Gulliverr, en un ataque feroz y combinado, viéndose
obligados a aterrizar en el llano.
Dado
el poder del Corte del Behemot, el “Shikai” de Zentraedi se desvaneció,
llevándose a los Einjerher a su morada…
Gulliver
lucía recostado sobre el campo de batalla, ante la mirada alerta de los chicos,
en el caso de Zentraedi y Stella, sacaron sus armas del cuerpo del gigante.
Gulliverr
vio a Zentraedi, y sonrió, dejando confundido al albino.
-Al
menos, prométeme que pelearé junto a ti en el Ragnarök- dijo el gigante
mientras sonreía.
-No
importa de que bando hayas peleado- Dijo Zentreaedi apuntando la espada hacia Gulliverr-
Si moriste con honor y valor, te espera un lugar en el Valhalla.
Gulliverr
cerró los ojos, satisfecho, mientras expiraba su último aliento.
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Kyoto
despertó, mientras veía a Riot siendo curado por Melodi, aunque no recibió mucho
daño, era preciso que todos estuviesen al cien.
Todo
había acabado, podían reunirse nuevamente, sólo quedaba esperar a Zentraedi,
Natsuki y Stella llegasen al punto de reunión a bordo del invencible.
Esto
de no ser por la llamada que estaban a punto de recibir.
Sonó
el intercomunicador de Kyoto, quien sólo arrastró un dedo en el auricular, para
recibir la llamada.
-¿Bueno?
-Kyoto,
eres tú, gracias al cielo que contestas, eso indica que todo está bien por
allá- dijo Kazuo con alivio.
-Si
dices por allá y no en general, significa que algo anda mal “por allá”, padre,
¿algo qué confesar?
-Sí,
bueno, la verdad es que soy el único que sigue consciente en esta embarcación, todos
los demás siguen inconscientes, fuimos derrotados por una fuerza monstruosa…
-¿Kazuha
está bien?
-No
lo sabemos, ella fue…
-Raptada,
entiendo, supongo que era un cuerpo militar de Olympia lo suficientemente
grande para…
-Sólo
fue un hombre, Kyoto, todos peleamos con fuerza, incluso el padre de Melodi, él
está atendiendo a los heridos…
-¿Quieres
decir que una sóla persona acabó con grandes miembros de Xtars de la 5ta
generación, una princesa guerrera, un espía entrenado para matar, la hermana de
armas de ese espía, los mejores caballeros de toda The Fantasy, una
evangelizada, mis suegros, y se llevó a mi bebé como trofeo?- dijo el azabache
con calma, pero apretando cada vez más sus puños.
-Eso
es de lo que queríamos hablar, él dice que es el más fuerte de todos los
Drakkengar, que él y sólo él puede acabar con un ejercito y con los 5 reinos.
-Sólo
estaba fanfarroneando, pero no importa ya, yo mismo buscaré a ese hijo de
perra, ¿cuál es su nombre?
-Dommino,
Dommino Caricci, para servirte, joven caballero.