Capítulo
110: El Escape.
Palacio
Ecuatorial, Trono de Citizen Kingdom.
Salió
corriendo del agujero dimensional, llegando justo a los pies de un hombre de
mediana edad, con corte de cabello raso en su cabeza sobre la cual yacia una
corona, un ojo con forma de reloj que avanzaba al frente, una barba de candado
adornaba su dura expresión.
-Estaba
empezando a preocuparme, supongo que tu misión fue completada con éxito- dijo
aquel hombre sentado en el trono.
-Lo
siento, Destiny, pero ese muchacho es duro de roer, al parecer uno de mis
hombres cometió el error de meterse con sus seres queridos.
-Oh,
cierto, olvidé mencionarte que ese muchacho casi me destruye cuando maté a su
novia frente a él, debías advertir eso a tus hombres, aunque supongo que el que
vengas apresurado implica que corrías por tu vida.
-Sí,
ese muchacho casi me mata, así que tuve que hacer uso de mi última baza para
poder vencerlo, espero que…
-Amo
Destiny- interrumpió Lenora.- Si me permite decirle, él no tuvo la inteligencia
necesaria para acabar con ellos antes de este evento, por eso es que estamos en
esta situación.
-Entiendo,
Lenora, supongo que tus habilidades como vidente son muy útiles.
-Lenora,
¿Cuándo fue que tú…?
-¿Me
hice aliada con Destiny?, mi destino era cruzarme con él, mi premonición me
hizo ver que él sería quien me guiaría a la iluminación absoluta, por eso ahora
sirvo a Destiny, sólo te usé para llegar a él…
-Maldita
perra… Atributo…
-Atributo
Yin Yang: Hueco…
Un
agujero se mostró en el pecho de Shinnok, que miraba con sorpresa a Destiny.
-Te
dejé muy claro que nuestra alianza fuincionaría sí y solo si ellos morían en
manos de tus hombres, estoy muy decepcionado…
Destiny
metió la mano en el agujero de Shinnok.
-Y
no me gusta estar decepcionado, Lenora me servirá ahora a mí, por tu parte, ya
no necesito más inútiles en mi camino.
-Es…
pera, Destiny, ellos… mor… iran aplas… tados por…
No
podía hablar mucho, el agujero en su pecho era una fuente de sangre, por lo que
sabía lo que pasaría.
-Atributo
Metal: Taladradora.
Hizo
girar su mano en el pecho, arrancando carne de Shinnok, revolviéndola hacia el
centro, hasta que lo hizo desaparecer.
-Tal
parece que nuestros aliados sólo somos nosotros, y parece ser que uno de los
reinos menores también está con nosotros, ¿Me equivoco Lenora?
-Así
es, mi señor.
Destiny
se limpió la mano con una sacudida, salpicando la sangre al piso.
-¡¡¡HIJOS
MÍOS, VENGAN AQUÍ!!!
Seis
adolescentes se colocaron al frente de Destiny, mientras este sonreía con
calma.
-Lenora,
tú sabes bien lo que pasará…
-Sí,
en tres meses ellos planean librar una guerra, junto con las grandes naciones,
así como las menores, si es cierto lo que dijo Shinnok, ellos morirán
aplastados por la torre olímpica.
-Entiendo,
entiendo, entonces tenemos dos meses para entrenar, mis muchachos.
Cinco
de ellos se rieron con fuerza, mientras una de ellos, de cabello azulino,
miraba con preocupación.
-Pero…
podríamos volver a morir- dijo la chica con temor.
-Claro,
eso pasará si no entrenan, pero apuesto que el nivel de ánimo que tienen ellos
será decadente, dicho de otra forma, ellos pondrán el tiempo por todo lo que ha
pasado, pero nosotros tendremos la ventaja de que estamos bien.
-Entiendo,
Destiny…
-Te
he dicho, Lírica, que me llames “papá”.
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Torre
Olímpica, Olympia.
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El
barco cuidaba su posición sobre la cuál flotaban, mientras en la cubierta las
cosas eran deprimentes.
Para
empezar, Melodi seguía llorando sonoramente, siendo abrazada por Kazuo, Erika,
Miyyah y Koresh.
Los
demás adultos estaban rodeando a la familia, mientras dos personas veían por
encima del barco hacia la torre, Natsuki y Eurekka veían con preocupación la
escena.
-Ese
maldito ejecutó el maldito plan- dijo la adulta mientras se mordía el dedo.
-¡¿De
qué diablos hablas, Eurekka?!- preguntó Natsuki con furia.
-Antes
de que ustedes comenzaran la invasión, La Torre Olímpica no existía, por lo que
este lugar estaba vacío, pero Dommino Caricci decidió dar a Shinnok el regalo
de la Torre como una piedra de sacrificios, pero para que la torre siguiera en
pie, era necesario mantener a Dommino con vida.
Takeshi
se acercó a ellos con velocidad.
-¡¿Quieres
decir que, si ellos siguen ahí con Dommino muerto?!
-Sí,
señor Takeshi, ellos podrían morir aplastados por las rocas del templo, y el
sacrificio se hará realidad, tienen que perderse 3 vidas en el derrumbe, la de
Dommino y la de dos personas con un lazo muy fuerte.
En
la torre Olímpica, Zentraedi y Kyoto Oscuro se veían fijamente.
Kyoto
fue el primero en lanzarse al ataque, acelerando gradualmente mientras corría
en sus cuatro garras, mientras Zentraedi seguía al frente de su ejército.
-Einherjer,
formación de batalla en círculo periférico, necesitamos estar alertas ante todo
movimiento.
Los
muertos formaron un círculo, mientras Zentraedi sacaba su espada, cuyo mango
brillaba al rojo vivo.
-Nunca
creí que usaría tu alma tan pronto, Gulliverr Dentte, pero supongo que te
mueres por pelear.
Dejó
caer su espada, mientras humo salía con velocidad de ella, y las llamas cubrían
el suelo.
De
las llamas surgió un temible gigante con una armadura de roca.
-Haz
lo que sabes, Gulliver.
Zentraedi
miraba fijamente el campo de batalla, mientras el ejército esperaba el ataque.
Olfateó un poco el ambiente, para detectar el movimiento y…
-¡¡¡Por
arriba!!!
El
gigante dio un gancho hacia arriba, impactando a Kyoto que había preparado sus
garras.
Sin
embargo, el daño fue poco, pues Kyoto rasguñó la cara de Gulliver,
destrozándola.
Gulliver
intentaba quitarse de encima al demonio, pero cada movimiento era inútil dada
la agilidad que tenía para moverse por todo el cuerpo de Gulliver.
Zentraedi
ordenó a su ejército el ataque a Kyoto, mientras el equipo veía atónito en el
barco.
Pero
cada soldado que iba a atacar era repelido por las poderosas garras del
demonio, dejando sorprendido a Zentraedi, que elevó su espada, iluminándola de
blanco.
-Atributo
Luz/Leyenda: Colmillo Celestial.
Un
has de luz afilado corrió hacia Kyoto, golpeándolo con fuerza, permitiendo al
gigante Gulliver moverse con libertad.
-Si
hay forma de sacarlo de ahí, por favor Gulliver, hazlo… ¡¡¡ES MI AMIGO!!!
El
gigante asintió, mientras corría hacia el demonio con una mano estirada.
Estaba
a punto de tomarlo, cuando su mano desapareció.
Zentraedi
se asustó, el tiempo de su Shikai había pasado, por lo que era cuestión de
tiempo.
-Bien,
supongo que lo haré yo mismo- dijo el albino mientras cargaba su espada,
cubriéndola de luz.
El
Kyoto Oscuro sentía sus movimientos más ágiles, por lo que golpeaba de nueva
cuenta a todos los Einherjer a su alrededor.
La
mirada de Zentraedi era de terror absoluto, si no lograba sacarlo antes de que
su Shikai desapareciera.
-Atributo
Tierra: Disparo Lodo…
Una
suerte de disparos impactó a Kyoto Oscuro, haciendo su andar más torpe y lento.
-Supuse
que necesitabas ayuda, hermano- dijo un castaño mientras se acercaba a
Zentraedi.
-Gracias,
supongo que sólo no puedo hacer mucho.
-Entonces
la misión es sacarlo de ahí, e irnos todos de aquí, por que esta torre se puede
derrumbar.
-¡¡¿¿Hasta
ahora me lo dices??!!- rugió Zentraedi con furia.
No
recibió respuesta, ambos fueron impactados por poderosas garras que se
estiraban de un cuerpo negro.
-¿Se
supone que esto es Kyoto?
-Sí,
se supone, de aquí es donde tenemos que sacarlo- dijo el albino mientras
golpeaba con fuerza ambas manos.
Ambos
fueron apretados con mucha fuerza, mientras seguían pataleando y golpeando,
esperando escapar de las garras y poder salvar a su amigo.
Sin
embargo, lo que los dejó atónitos, fue que Kyoto se acercó a ellos, mientras su
rostro mostraba un par de líneas blancas provenientes sus ojos.
-A…
mi… gos
Ambs
dejaron de patalear, mientras Kyoto Oscuro los miraba con tristeza.
-Per…
dó… nen… me…
-Sí,
sí, te perdonamos, pero esta torre está a punto de derrumbarse, hermano- dijo
Zentraedi mientras un par de lágrimas caían de sus ojos.
-Yo…
estar… mal… ustedes… irse…
Ambos
abrieron sus ojos con sorpresa.
-¡¡¡JAMÁS!!!,
¡¡¡HEMOS LLEGADO DEMASIADO LEJOS JUNTOS!!!, ¡¡¡NO PUEDES DECIR ESO AHORA!!!
-Yo…
salvar… sus vidas- dijo el Kyoto Oscuro mientras tomaba a Zentraedi.
Acto
seguido, estiró ambas garras, dejando a ambos chicos en la cubierta.
Los
chicos corrieron nuevamente hacia la torre, intentando saltar a la zona del
combate, pero fueron detenidos por un par de aros de color negro, que rodeó sus
cuerpos con fuerza.
-Ustedes…
deben… vivir… yo… no tener… más motivo…
-¡¡¡¿¿¿QUÉ
HAY DE MELODI???!!!- esta vez fue turno de Riot- ¡¡¡¿¿¿ACASO LA DEJARÁS
SOLA???!!! ¡¡¡AMBOS SE NECESITAN, KYOTO, ENTIENDE!!!
Arrojó
a ambos chicos de nueva cuenta a la cubierta del barco, mientras se retorcían
intentando soltarse.
Pero
vieron, cada quien, a sus novias, quienes los miraban con tristeza.
-Ya…
basta idiotas- dijo Stella mientras abrazaba a Riot.- Sólo… sólo se harán más
daño…
-Debes
dejar de ser tan imprudente, por favor Zentraedi, sólo te pido que entiendas el
dolor que sienten todos aquí, no podemos permitirnos perder más de lo que
tenemos…
-Es
mejor dejar ir, hijo mío- dijo Ashura tras él.- El día que entiendas el dolor
de una pérdida, ese día cambiarás tu forma de pensar.
Zentraedi
sólo abrazó a Natsuki, mientras toda la tripulación lloraba ruidosamente.
-Mucho…
ruido… deben irse… ya…
Cargó
aura en su boca, mientras veía con tristeza a la tripulación, pero no le
importó mucho.
Arrojó
esa esfera, destruyendo parte del barco, provocando daños severos.
-Hay
daños en las máquinas- dijo Akashi entre lágrimas.- Aterrizaremos de emergencia
en 5 horas, necesitamos tierra firme.
-Cydonia
está a 5 horas de aquí, estoy seguro que si enviamos una llamada de alerta
podremos aterrizar- dijo Yuusei mientras veía la escena con dolor.
Por
algún motivo, sentía culpa, mucha culpa.
-Entonces
vayámonos, dejen al muchacho sólo aquí…
Kazuo
se asomó hacia la torre, viendo a Kyoto Oscuro con tristeza, limpiando sus
lágrimas para poder ver más claro a su hijo.
Sonrió,
mientras veía la torre derrumbarse.
-Supongo,
que esta es la forma en la que haces las cosas, hijo mío…
La
torre explotó, derrumbándose en su totalidad, mientras el equipo se iba,
tomando rumbo al sur, a Cydonia.