Capítulo
84: Planeando el ataque
Al
salir todos de las casas de Oricalco, la escena mostrada era, cuando menos,
tierna.
Kyoto
y Koresh estaban sentados, espalda con espalda, mientras los huesos de la carne
estaban regados en el suelo.
Miyaah
se sorprendió y Kazuo miraba con celos la escena.
-Oh
claro, todo bien con el padre de su novia, pero a mí me rechazó el día que le
confesamos que era nuestro hijo- dijo el adulto azabache mientras era abrazado
por Erika.
-Calma
hermanito- dijo Miyaah con una sonrisa- Al menos Koresh ya aceptó a tu hijo
como novio de Melodi, ahora lo que queda es…
Al
acercarse, vieron que el aura azulina de Koresh rodeaba al cuerpo de Kyoto, cuyas
heridas, además de la más grave, estaban curadas, y los huesos habían
recuperado su forma.
-Impresionante-
dijo Miyaah- El aura de Koresh es muy abundante y creí que sería difícil para
él poder manipularlo, y de hecho lo es, pero sus efectos no son tan
destructivos, por el contrario, creo que servirá mucho tenerlo como miembro del
escuadrón Médico.
-En
efecto hermanita- dijo Kazuo con una sonrisa- Te corresponderá a ti enseñarle,
porque dudo mucho que los chicos tengan experiencia en técnicas curativas.
-Alguien
debería despertarlos- dijo Takeshi- Entre más tiempo pase, más tiempo le
daremos a Olympiakos para hacer lo que quieren.
-El
rubio tonto tiene razón- contestó Ashura- Kazuo, los mapas de Olympia que
sacamos hace años nos pueden servir.
-Cierto-
dijo el azabache- Es hora de que Kyoto muestre lo que puede hacer, y también
ustedes.
-¿Por
qué no simplemente la dejamos morir?- dijo una chica de orejas largas y
puntiagudas- Quiero decir, estamos arriesgando la vida por una chica, sólo una
persona, ¿Qué tiene de especial ella que no tenga yo?
-A
mí, señorita Eglantine- dijo una voz joven tras ella- ¿Eres virgen?
-Por
supuesto, si quieres consumar el acto…
-No,
es posible que te usemos como moneda de intercambio, por ser una princesa,
vales más que Melodi- contestó el azabache con sarcasmo- Entonces el plan es
escoltar a Eglantine hasta con Shinnok, hacer el canje de personas y dejarla
morir.
La
princesa elfa retrocedió asustada.
-K…
Kyoto, si me usas como moneda de intercambio…
-Diremos
a tu madre que moriste en combate- dijo el azabache con calma mientras le
miraba con furia- Si no te parece estar en esta misión, puedes huir como la
princesita llorona que eres, sólo considera que el pacto con Mythland
terminará, y tú serás la única responsable, mocosa malcriada y caprichosa.
-¿Y
qué ganaría si me quedo?- preguntó Eglantine enojada.
-Te
convertirás en la mejor chica de este cuarto arco y posiblemente una cita conmigo-
dijo el azabache convincente.
-Bien,
acepto.
-“Jaja,
tuve los dedos cruzados todo el tiempo”- pensó Kyoto con una sonrisa maligna.
-Perfecto-
interrumpió Koresh con determinación- ¿Cuál es la estrategia?
-Padre,
los mapas- dijo el azabache mientras acomodaba la mesa.
-Aquí
tienes hijo- dijo Kazuo entregando la estructura de Olympia.
-Al
parecer no ha cambiado en nada, el territorio de Olympia tiene 5 templos en
todo su territorio, además de una isla donde se encuentra la torre Olímpica-
dijo el azabache.
-Lo
que más importa son los templos- dijo Miyaah- La torre olímpica sólo es un faro
de luz que guía las embarcaciones.
-Estupendo,
ahora bien, los que estamos aquí somos los vejestorios- apuntó a los adultos
que los acompañaban- El Príncipe Dani de Hefestos, a la malcriada caprichosa de
Eglantine, un par de idiotas que vinieron aquí cuando se les pidió que NO lo
hicieran, 2 guerreros de Silkland, y un guerrero por cada Reino Menor y
nosotros los Xtars, en total somos 32 personas aquí, más Kazuha- dijo el
azabache contemplando a su hija.
-¿Cómo
nos vamos a dividir?- preguntó Natsuki con impaciencia.
-La
misión es simple, los dioses están encerrados en los templos, dentro de
estatuas de ellos- dijo el azabache con calma mostrando un esquema de los
templos- Ellos están ahí contra su propia Voluntad, pero mantienen a flote la
tierra de Olympia, sin ellos, el país entero se hundirá.
-¿Qué
propones hacer?- preguntó Kazuo.
-Los
templos son Afrodita, Ares, Atenea, Gaia y Urano- dijo Kyoto mostrando un mapa
de los templos- Vamos a cada templo, destruimos al ídolo del dios o la diosa
dentro de cada estatua y rescataré a Melodi, que es fijo que está en el templo
de Urano.
-¿Cómo
estás tan seguro de eso?- Preguntó Dani intrigado
-Porque
el más fuerte es Golittha, él está como guardián del templo de Urano, es lógico
que sabrán nuestros planes, saben que buscaremos salvar a Melodi, por ello
estará en resguardo del más fuerte de los Drakkengar- Contestó Kyoto mientras recordaba
la paliza que había recibido.
-Y
entonces… ¿Qué haremos?
-Natsuki,
Tú con Sofía y Sora, además de 4 soldados de los reinos menores irán al templo
de Afrodita y harán lo posible por destruir el templo y tomarán rumbo al templo
de Urano que será nuestro punto de reunión.
-Equipo
Natsuki, enterado.
-Zentraedi,
tú con Ashura, Takeshi y 3 soldados de los reinos menores irán al templo de
Ares, ahí destruirán la estatua del dios y se dirigirán al templo de Urano.
-Equipo
Zentraedi, enterado.
-Stella,
tú con Crista y Eglantine, además de 4 soldados de los reinos menores irán al
templo de Atenea, destruirán la estatua de la diosa e irán al punto de reunión.
-Equipo
Stella, enterado- dijo la chica con decisión.
-¿Por
qué me metiste al equipo de esta chica y no al tuyo?- dijo Eglantine con furia.
-Porque
me apetece, porque quiero y porque puedo- contestó el azabache con risa antes
de seguir- Riot, Akashi, Yusei y 4 soldados de los países menores irán al
templo de Gaia, lo mismo destruir al dios, punto de reunión, bla, bla, bla-
dijo el azabache.
-Enterado
capitán.
-YO
IRÉ SOLO AL TEMPLO DE URANO PORQUE GOLITTHA ME LAS DEBE, LE HARÉ PAGAR LA
HUMILLACIÓN DE NUESTRO COMBATE…
-Golpiza,
querrás decir- dijo Zentraedi con burla.
-Tú
te callas idiota o pondré a tu padre como tu capitán.
-Lo
siento.
-Espera,
Zentraedi me generó una duda- dijo Kazuo- Si ese Golittha fue quien te propinó
la golpiza de tu vida, ¿por qué irás sólo?, ¿Acaso tienes una estrategia?, ¿por
qué tus padres y los de Melodi no estamos en ningún equipo?
-Primera
pregunta: Golittha me las debe, tengo que derrotarlo papá, no después de lo
humillado que fui, además que proteger a otra persona además de Melodi sería
problemático, Segunda pregunta: Sí, el poder de Golittha depende de los templos
anteriores, si destruimos los templos, podré debilitarlo y así ganaremos,
porque la energía de los templos alimenta al guardián del Templo de Urano, y
Pregunta Tres: Por Kazuha, ella aún es pequeña, no puede pelear y no dudo que
Olympiakos quiera secuestrarla, por lo que significa para Melodi y para mí, por
eso no están en ningún equipo, serán guardias de Kazuha lo que dure en esta
misión, ¿Alguna otra duda?
-No
hijo, ninguna- contestó Kazuo abrazando a su nieta.
-Perfecto,
debemos descansar para invadir en la noche, ¿Trajeron el invencible?- preguntó
Kyoto.
-Dani
se aseguró de no darle ningún rasguño hijo- contestó Kazuo- ¿De ahí a donde
partiremos?
-Iremos
de una vez a Cydonia.
-Entonces
le diré a mi padre que envíe las armas legendarias para Cydonia- Propuso el
enano.
-Excelente
Dani, una vez resuelto esto, partiremos a la guerra contra Citizen, a
descansar- dijo el azabache aplaudiendo para separar al grupo.
Todos
comenzaron a dispersarse, en sus respectivos equipos, para organizar la
planeación adicional del día siguiente, a excepción de una persona.
Eglantine
se quedó parada frente a él, esperando un momento oportuno.
La
oportunidad estaba sobre la mesa, sabía que Olympiakos y los Drakkengar eran un
peligro para todo el continente, pero habían secuestrado a la chica que le
había propinado una paliza en Alfheim.
Justo
cuando se sintió sola, se acercó a hablarle, para empezar a conquistarlo.
No,
no iba a convencerlo de que ambos hicieran equipo, puesto que saldrían
victoriosos, lo que implicaría que Melodi sería rescatada, lo que daría el
adiós a la oportunidad que hoy tenía, y que no iba a desaprovechar.
-Kyoto-
dijo una voz femenina tras ella.
Una
mujer adulta de cabello azulino, la mujer con la que compartió varios momentos
en el trayecto rumbo a Cydonia, y a quien le había confesado los sentimientos
por el joven azabache.
-¿Pasa
algo señora?- preguntó Kyoto con interés.
-Dime
tía o mamá, como te acomodes- dijo la mujer.
-Mande
tía- dijo el azabache mientras hacía la planeación.
-Melodi
es una chica fuerte, pero ella está ahora en una situación poco favorable- dijo
la mujer con calma.
-Lo
sé, tía, sé la situación que hoy atraviesa Melodi, por eso voy a pelear, por
traerla de vuelta.
-Lo
sé, lo sé, es sólo que, vamos, ella tiene algo dentro de su cuerpo, y no
dudarán en extraerle aquello necesario para revivir al Monte Olimpo, pero de
hacerlo, morirá, ¿Has pensado en la idea de o que puede pasar si la misión
fracasa?- preguntó la mujer.
-El
señor Koresh confió en mí, ¿Usted no confía en mí para traer de vuelta a MI
NOVIA?, si ella muere, yo entregaré mi vida, por protegerla daré lo que sea, no
importa cómo ni qué pierda, sólo si mis seres queridos están a salvo, por que
amo a su hija, y si fracaso, si fracaso pueden disponer de mi vida como sea,
sólo les pido ser enterrado junto a ella, si no podré estar con ella en esta
vida, al menos en la otra vida será- dijo el azabache con determinación- No hay
nadie más a quien pueda amar, que no sea Melodi Inverna, a Nadie más en este
mundo, por ello daré mi vida, por proteger aquello que amo.
-Entiendo-
dijo Miyaah- Si mi esposo confió en ti, yo haré lo mismo, y quiero una nieta
así de hermosa como Kazuha.
-Tenga
por seguro que lo haré, tía, que daré mi vida por un futuro junto a ella.
El
chico se fue a su habitación para descansar, mientras la mujer también se
dirigió a su casa de Oricalco, cuando notó la presencia de Eglantine.
-Ese
chico sólo es de mi hija- le susurró al oído a la chica- Y si intentas algo por
las malas, por las malas te haré cambiar de parecer, así que ve buscando a
alguien más.
Y
siguió avanzando, dejando a la pelirroja sorprendida.
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El
amanecer pintaba cierto matiz entre rojizo, morado y azulino, lo que anunciaba
la salida del sol.
Todos
los equipos, integrados como se había planeado con anterioridad, vieron al
mismo amanecer.
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Un
pequeño resplandor de luz iluminó la habitación donde estaba recluida, aquella
habitación donde había sido marcada con el símbolo de Urano.
El
resplandor la sorprendió, ya que el cuarto no recibía luz del exterior, sino de
las antorchas en la pared además del fuego del pequeño horno donde calentaban
los metales para el ganado.
-Ky…oto…kun-
dijo la chica sollozando.
Sí,
ese resplandor le había dado la fuerza necesaria para seguir adelante, para no
dejarse morir, para ser paciente y esperar la oportunidad de escapar, o de ser
rescatada del templo de Urano.
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-Melodi,
sé que no he sido la mejor persona para ti, pero después de todo esto, voy a
mostrarte lo que genuinamente soy, mi verdadero yo, mis verdaderos
sentimientos.
El
sol iluminó su mirada.
-Te
juro por mi alma, que daré la vida por ti si es necesario, que no importa qué
ni cómo, te traeré de vuelta conmigo, y en el amargo final de todo, seremos los
únicos que quedaremos de pie.
Y
todo el pequeño ejercito empezó a correr por el enorme país menor, mientras el
sol iluminaba a todos los participantes en la guerra.
-Por
eso te pido, por favor Inverna ¡¡¡ESPERAME!!!