Capítulo 73: Los Myth

Capítulo 73: Los Myth

-Antes de que partan de aquí, Nidhogg tiene algo que darles, así como Prometeo que también acordó algo con él- dijo Titania mientras tomaba su cabello- No llevas ni una semana aquí y ese par ya están comiendo de tu mano muchacho.

-¿Es algo malo su majestad?- Preguntó Kyoto inocentemente.

-No, en realidad no, y todos tienen que estar aquí en presencia de los honorables consejeros- comentó la Reina con calma.

-Bien, ahí estaremos- comentó el chico con ferocidad.

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Llegó con velocidad a la habitación donde estaban hospedándose, viendo dormir a Melodi abrazando a su hija.

Agotada por el combate anterior, quedó agotada y dormida, mientras el azabache se dirigía a la cocina para preparar algo reparador para su novia.

-Un poco de Jugo de Uva con Jamaica y algo de Cereales no le caería nada mal- se dijo el muchacho mientras sacaba el extractor.

Era posible que Mythland pareciese una ciudad medieval, sin embargo, por el intercambio comercial entre el Gran Continente, muchos artículos tecnológicos revolucionaban la ciudad de Mythland, como ese extractor de jugos que llegó hacia siglos pero que continuaba siendo vigente.

Llevó aquel preparado que hizo para su novia, quien poco a poco empezaba a espabilar sobre lo que pasaba.

-¿Pasó algo en mi sueño?, K-kun…

-Sí, ya sellamos el pacto con Mythland, y mañana iremos a ver a Nidhogg y a Prometeo, tienen algo que compartir con nosotros- comentó el azabache mientras dejaba la bandeja en la mesilla- Por ahora debes seguir descansando y comer bien, ayer te agotaste y usaste un poder que teníamos miedo que volvieras a sacar.

-¿Qué poder?- preguntó Melodi mientras tomaba de su jugo.

-El Hielo sagrado de Inverna, usaste ese poder mientras peleabas con la princesa Eglantine- dijo el chico mientras comía tranquilamente.

-No… no recuerdo nada de lo que pasó- comentó la chica.

-Bueno, no es como que sepamos mucho de nuestro pasado, realmente no tenemos ni idea de lo que pasa en el mundo- dijo el chico con calma.

-Oye Kyoto-kun, ¿sabes algo de las llamas sagradas Katekyo?- preguntó la chica algo intrigada.

-No, ¿Dónde diablos escuchaste eso?- dijo el chico mientras se sentaba a su lado.

-Pues, Nakki-chan y Stella-chan me dijeron que lo comenté en mi combate, y que sólo ese fuego era capaz de derrotarme- dijo la chica con calma.

-Pues leí algo en la biblioteca de Belladona- comentó el chico- Se necesita un contacto con una entidad extraña para poder dominarlas.

-Bien, ¿a qué hora iremos con Nidhogg-sama y Prometeo-sama- comentó Melodi con calma.

-Mañana por la tarde.

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Después de despertar, salieron del hotel donde estaban hospedándose en su estancia en Mythland. No hubo actividad relevante hasta la tarde, donde ingresaron a la Sala del Consejo de Mythland.

Ya adentro, los 6 chicos tomaron asiento, mientras esperaban a la reina Titania y a los dos representantes del Consejo.

Los tres llegaron, mientras Titania sostenía una canastilla con esferas de colores brillantes que despedían una luz cálida.

-Nobles invitados de Mythland- Gruñó el dragón- Sientanse halagados, hablamos con nuestros grandes reyes y Dioses protectores de Mythland, y ellos dieron su bendición de poder entregar este poder que hoy estamos a punto de darles como agradecimiento por lo que vienen a hacer por The Fantasy.

-Oh, era eso- dijo Kyoto con calma- Nunca pedimos una recompensa por lo que planeo hacer aquí- se colocó de pie apoyando su mano en la mesa.

-Tómalos joven príncipe, nuestros dioses se verán ofendidos si los rechaza, y tendremos que rechazar la alianza para no provocar su furia.

-¿Tan fuertes son?- preguntó el chico molesto.

-Pues sólo ellos tienen el poder de encerrarlos en estas esferas que les estamos entregando- dijo Prometeo con calma.

-Mierda- se quejó el azabache mientras tomaba asiento nuevamente- No considero correcto ver a los seres fantásticos de aquí como arma de guerra.

-Es que no sólo serán armas de guerra, ellos serán sus MYTH- dijo Prometeo quedando en silencio.

-Un momento, acaso lo que nos acaba de dar son…

La Reina y el Dragón sólo agacharon la cabeza, mientras Prometeo sólo se acercaba a los chicos.

-Los Dioses en sí, son los grandes guardianes de The Fantasy, quienes acabaron con la guerra de este mundo hace millones de años- empezó el Grifo con calma mientras tomaba una forma humanoide, teniendo esta vez un cuerpo atlético.

Tomó asiento mientras tomaba una a una las esferas.

-Y ellos no son inmortales, su tiempo debe estar acabando, por lo que decidieron traspasar sus poderes a otros mediante la Trasfusión Aural- Comentó Nidhogg tomando una forma humanoide también.

-Los primeros Dioses de Mythland pasaron sus poderes a los actuales dioses, mediante la trasfusión Aural, convirtiendo su energía en la parte vital de Todo Myth- comentó Titania.

-Pero los antiguos dioses predijeron que la tercera generación sería humana en parte, ¿Qué humano sería capaz de atravesar la barrera espacio-temporal con el fin de llegar a este mundo?- preguntó Prometeo.

-Y así, los Dioses, o mejor dicho, el aura Divino de los Protectores Myth pasará a ustedes, y deberán entrenar muy duro para controlarlo- Dijo Nidhogg tomando la esfera- Ahora bien, empezaremos el reparto.

-Stella Blizzard, tú tomarás posesión de la Diosa Quimera, La hija de Equidna y Tifón- comentó Prometeo otorgándole una esfera color púrpura.

-Riot Oda, como hijo legítimo del Clan Oda, puedo otorgarte entonces el poder del Dios Patagon, el primer Gigante en su mundo- Dijo Nidhogg al entregarle la esfera.

-Para ti Zentraedi- dijo Titania sacando una esfera blanca- El Poder de Fenrir, el original hijo de Loki.

-Para ti Elesa, el Ave-Trueno será tu guía- dijo Prometeo poniendo la esfera azulina en manos de la chica.

-Melodi Inverna- agregó Nidhogg- Tu serás la portadora de la Sirena Nereida, la mayor de las hijas de Neptuno.

-Y por último, Kyoto Katekyo, descubrimos en tu interior que uno de los dioses radica en ti, el poderoso Ave Fenix- comentó Titania sacando la esfera naranja- Entonces te doy esta esfera que contiene su canalización aural.

-Muchas gracias su majestad- comentaron los chicos haciendo una reverencia.

-Bien, es deber suyo tener a resguardo a los legendarios Dioses de Mythland- Dijo Nodhogg con calma- La guerra será decisiva para este mundo, espero Kyoto Katekyo, que no nos decepciones.

-No tengo pensado hacerlo- comentó el chico tomando una pequeña daga.

Posterior a eso, marcó con una cruz su pecho, cauterizándola inmediatamente.

-Para efectos de esta promesa, hago yo esta señal, con la cual hago valido que, si llego a traicionar a mis aliados y llego a romper mis promesas, que el Myth que llevo dentro me consuma en cenizas- comentó el chico después de guardar su daga.

-Bien, creo que podremos confiar en ti muchacho, por cierto- la Reina calló un momento- ¿No era tuyo ese barco que terminó hecho pedazos tras colisionar en la salida de las Cuevas Marinas?

-Sí, era mío, ¿por qué?- preguntó el chico molesto al recordar lo que había pasado con su barco.

-Pues… sacamos unos planos similares pero más modernos, y es algo que nos encantaría que vieras ahora.

-Oh claro, muchas gracias majestades- dijo el chico con una reverencia.

-Acompáñenme al aeropuerto de Mythland- dijo Titania con calma.

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Llegaron a una construcción gigantesca, donde los elfos en pegasos aterrizaban con noticias, así como las Aves Roc, quienes llevaban transporte aún de forma tradicional.

-Entre toda esta tradicionalidad, seguramente su barco pueda ser divisado por ustedes ahora mismo- comentó la reina con paciencia.

A lo lejos alcanzaron a divisar un barco tipo crucero, con un par de cohetes de propulsión en la popa.

El tamaño era considerable, aunque surgía la duda ante esa situación.

-¿Este colosal barco de metal podrá volar?- preguntó Kyoto.

-Claro, por debajo, en la sala de máquinas, tiene unas aspas que impulsarán al vehículo hacia arriba, además de que las veletas estarán a disposición de lo que ocurra en el transcurso, como el cambio de dirección- comentó un enano saliendo detrás del barco.

-Rey Tymir, ¿cómo se encuentra usted?- pregunto la reina de los elfos.

-Bien, todo bien, armando el barco de estos chicos de nueva cuenta es algo difícil, pero será algo increíble verla surcar los mares y los cielos.

-Todo bien entonces, los chicos se han ido, ya han recibido a los Myth, así que solo queda la alianza de Cydonia.

-¿MYTH?, ¿ESTOS MOCOSOS RECIBIERON A LOS MYTH?- Preguntó Tymir sorprendido.

-Sí, los mismos dioses nos pidieron de favor que hiciéramos la transferencia de aura.

-MALDICIÓN- Se quejó el rey enano.

-¿Ocurre algo?- preguntó Kyoto sorprendido.

-Por favor dime que aún eres aliado mío, por favor- suplicó el rey Enano.

-¿Por qué?

-¿Acaso no lo sientes?, los Myth en tu cuerpo.

-No siento nada en especial, sí, nos hemos vuelto más poderosos, pero aún no es lo suficiente para tenerlo bajo control, mucho menos para proteger lo que queremos- se quejó el chico.

-Oh vaya, un auto-castigo- comentó Titania.

-Bueno, muchas gracias majestades, iremos a Silkland esta vez.

-¿Ahora mismo?, ¿No podrán quedarse más tiempo?

-Si lo hacemos, es probable que Citizen haga el primer movimiento, el tiempo en la guerra es primordial, tener el elemento sorpresa.

-Entiendo, espero que tengas buen viaje Kyoto.

-Claro su maejestad, debemos irnos con prisa y… ¿chicos?- preguntó el muchacho sorprendido.

-Ya estamos en el barco- dijo Riot asomado en una ventana- Los camarotes están geniales.

-Diablos, debemos irnos ya- dijo el chico.

-¿No nombrarás tu nuevo barco?- preguntó el Rey de los Enanos.

-El Invencible II- dijo el chico- Eso es todo lo que representa.

Y subió al barco, mientras se dirigía a la sala de controles.

-¿Qué piensas de estos chicos Rey Tymir?- preguntó la reina Titania una vez estaban solos en tierra firme.

-Bueno, que están algo alocados- comentó el enano- Es bueno tenerlos de aliados.

-Me preocupan todos ellos- dijo la Reina con tristeza- Si mueren, incluso dejarán sola a la pequeña Kazuha.

-¿Quién Kazuha?- preguntó el Rey de los enanos.

-La hija de ambos chicos, Kyoto y Melodi, la chica que le pateó el trasero a mi hija.

-¿Tuvieron una hija?, ¿pues cuanto tiempo pasó que estábamos sólos?- preguntó el Rey asustado.

-La encontraron en el bosque, pero es todo a ellos dos- dijo la Reina- Y si esta guerra acaba con ellos, la chica quedará sóla.

-Mierda, esto debe ser informado a Kazuo, las armas Legendarias urgen que sean terminadas.

-¿Armas Legendarias?

-Tenían rocas legendarias, y mis enanos están haciendo las armas para ellos.

-Diablos- susurró la Reina con calma.

-¿Ocurre algo su majestad?

-Esperemos que nada- dijo la elfa con calma.

Capítulo 72: Resolución de la Embajada de Mythland.

Capítulo 72: Resolución de la Embajada de Mythland.

Llegó el consejo de Mythland, ingresando al palacio por completo.

Todos los seres Mitológicos con un representante que hiciera propuestas en favor de sus respectivas especies.

-Honorable Consejo- entró Titania con una golpeada Eglantine- Lamento la tardanza, pero ya saben que Eglantine.

-Retó a un miembro del equipo de Kyoto a combate- comentó Kyklos- Más específico, la novia del chico, una pena la verdad, después de lo que pasó en Vacuum, no sé si esté bien que sean pareja, y menos tan romántica.

-¿Qué pasó en Vacuum?- preguntó un ser con cabeza y cuerpo de león, así como alas de águila en su espalda.

-Más bien la pregunta es qué no pasó en ese lugar, Prometeo, ¿recuerdan la distorsión dimensional que alteró el orden de nuestras cosas?- preguntó de nueva cuenta el cíclope.

-Mi raza volaba por esos rumbos, y me informaron que la décima parte de la isla había desaparecido, eso sería algo poco relevante de no ser porque Vacuum es tan grande como la mitad de Cydonia- comentó el dragón negro.

-Así es Nidhogg, supongo que los gigantes están al tanto de todo- preguntó Titania.

-Estamos enterados de la locura de ese muchacho, un placer tenerlo de nuestro lado si me lo preguntan, no me gustaría tenerlo de enemigo- comentó Loki mientras sorbía un gran vaso de hidromiel.

-Volviendo al punto… el chico tiene ciertas tendencias suicidas- agregó Kyklos- Porque empezando por la parte de “lo que pasó en Vacuum”, Kyoto dio su vida para salvar a la chica.

-Mierda- masculló Fimbulwinter- Si ese maldito loco piensa que morirá como un símbolo de paz para la guerra…

-¿Qué me vas a hacer?, Cachorrito- dijo una voz tras todos ellos- No tengo ni 3 días aquí y ya me están prohibiendo morir, ¿qué sigue?, ¿que no vaya a la guerra?.

-Kyoto, ¿acaso no sabes cómo entrar a una sala importante después de pedir permiso?- preguntó Riot con enfado.

-La reina Titania me dijo que entrara como si fuera mi casa- se defendió el chico.

-Efectivamente, puedes pasar, y te estábamos esperando, joven Kyoto.

-Gracias su majestad- comentó el chico tomando asiento- Y bien, ¿qué tenemos aquí?, todo el honorable consejo de Mythland, me sorprende su formación y su diplomacia.

-Al grano, nos enteramos de que estás buscando una alianza- comentó un ente con cabeza de león y cuerpo de águila- Algo que siempre soñamos desde que Belladona prosperó a pasos agigantados apenas al primer año de su independencia.

-Sphinx tiene razón, realmente no hay nada que se pueda hacer considerando que nuestros reinos por fin logran algo que, por siglos, se pidió sin éxito, y tú… nos ofreces esa oportunidad en bandeja de plata- comentó Kyklos.

-Algo así no puede escapar y, si mueres, pondrás esa alianza en riesgo, ya que tus padres pensarán que no sabemos cuidarte- comentó un ser con torso y cabeza de humano y el resto del cuerpo como un caballo.

-Oh, entiendo, pero no deben preocuparse por eso, el viejo no podrá oponerse si peleo en la guerra, si muero en la guerra, prefiero morir en batalla que sentado en un palacio a esperar el resultado, disfruto más del deporte cuando lo ejerzo, sus realezas- comentó el chico con calma- Entiendo que piensen que sólo quiero armar un desastre olímpico en The Fantasy y después irme.

-Nadie lo pensó- comentó Titania.

-Entonces creo que hable de más, pero entiendan, quiero forjar una alianza sólida, no quiero que después de esta jodida guerra todos vuelvan a pelearse- comentó el chico.

-¿Qué quieres decir con eso?- Preguntó Delfos con curiosidad.

-Hay amenazas más grandes que un simple reino, francamente no quiero que estén separados cuando eso ocurra, el Rey de Citizen ya no es quien pensábamos.

-Kyoto, ¿Cómo diablos sabes que…?- preguntó Zentraedi- Los vimos desintegrarse.

-¿Quieres que te recuerde la condición de Destiny?, El ya no posee materia estructural sólida, sino molecular, ¿Recuerdas las clases de física en la escuela?

-La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma- comentó Riot con calma- Ahora entiendo todo, al ser atacado por nuestras técnicas, Destiny sólo pasó a desintegrar su estructura corporal a un nivel molecular.

-Y ahora tiene el poder para controlar ese nivel, y reconstruirse cuando se le plazca- finalizó Kyoto.

-¿Entonces crees que esta guerra es un sinsentido?, ¿Todo lo que haces es en vano?- Preguntó Titania con furia contenida.

-No, no lo es, Desapareceré Citizen, es todo- comentó Kyoto con calma- Pero adueñarse de este mundo es parte ínfima de Destiny, no sé cuál sea la ambición de ese fenómeno, pero The Fantasy no es nada comparado con lo que hará.

-¿Acaso todo esto tiene que ver con la Gran Guerra de Clanes de hace siglos?- preguntó Nidhogg.

-¿Cómo diablos fue que..?- preguntó Kyoto confundido.

-La Gran Guerra de Clanes fue la batalla entre Katekyo e Inverna antes de nuestro exilio a este universo hace más de 2000 años, Lira Inverna murió, pero en la Segunda Gran Guerra que se llevó a cabo en el Mundo del que vienes, pudimos darnos cuenta que Lira Inverna le dio ese poder a alguien más, a Destiny, para ser precisos, junto con un Militar- comentó el Rey Ciclope.

-Bien, no puedo debatirte eso, son situaciones que no lograba comprender- Comentó el azabache con seriedad- Pero si eso es cierto, podríamos decir que Destiny, junto con ese otro sujeto planean algo mucho más grande.

-¿Y entonces dime, ¿qué diablos planeas hacer?- Preguntó Titanio con ira.

-Evitaré siquiera que The Fantasy salga afectada por toda esta mierda.

-¿Y entonces esta alianza qué propósito tiene?- habló Loki por primera vez

-Ya lo mencioné con anterioridad, me jode repetir las cosas dos veces, maldición- comentó Kyoto tomando su cabeza- Lo siento Loki, pero si no pusiste atención no es problema mío.

-Ya veo, es una explicación muy larga pero evidentemente completa- dijo Titania.

-Es todo lo que tengo que decir majestad, en cuanto se inicie la invasión, pueden matar a todo soldado en guerra, a excepción de Destiny y de Kyoga, ellos son mis presas.

Los chicos que acompañaban a Kyoto sólo abrieron sus ojos con sorpresa.

-¿Cómo diablos estás tan…?- preguntaron Riot y Zentraedi asustados.

-Es lo más lógico, llegando a Citizen, los reconstruyó, junto con los de ustedes, todos nuestros clones fueron regenerados… recuerden que tomó muestras nuestras… y Kyoga sigue con vida… ¿Recuerdan que no lo maté?

-Y ese error tomó por joder este mundo.

-Jezz, no podía dejar morir a Inverna- masculló el chico- Además… de no hacerlo, ustedes no estarían aquí.

-No rebatiré eso- comentó Zentraedi mientras tomaba asiento.

-Bien, entonces tenemos una gran alianza- dijo Titania- Si tu meta es sólo proteger este mundo, nosotros debemos ayudarte.

-Muchas gracias, majestad.

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-Ah por dios… ese muchacho sigue ocasionándome un terrible dolor de cabeza, debí matarlo antes de que naciera- masculló un ente incorpóreo.

-Bueno, de hacerlo en aquella época, no tendría la oportunidad dorada de tener Toda The Fantasy en sus manos.

-En eso tienes razón Kyoga, en eso tienes razón, la piedra angular de mi propósito, la Fuente Aural de Cydonia, es mi propósito, y ahora, ese mocoso estando aquí, pone sobre mis manos la oportunidad dorada.

Capítulo 71: Melodi vs Eglantine

Capítulo 71: Melodi vs Eglantine

Llegaron al campo de batalla, donde la princesa de Mythland les estaba esperando con furia contenida.

-Al fin llegas, pseudoprincesa- dijo Eglantine.

-Bueno, al menos puedo decirme pseudoprincesa, y no una niña mimada como tú, PRINCESA- dijo la chica colocándose en posición de batalla.

-Es bastante curioso que menciones eso, ya que según los rumores, El Príncipe de Belladona sólo te usa para mitigar su dolor de perder a… Meredi, creo se llamaba- comentó la princesa.

-Sigue y no responderé de mis propios actos- contestó la chica con furia.

-¿Qué?, ¿acaso la verdad te duele?, Admitámoslo, para él, sólo eres un premio de consolación, un plato de segunda mesa, de hecho, no sabes cuánto él desearía que tú murieses y que Meredi…

No pudo continuar, pues un látigo de agua la impulsó hacia las gradas del estadio con total fuerza que rompió parte de la muralla de contensión.

-Te advertí que, si seguías abriendo la puta boca, no me iba a contener- dijo Melodi a punto de explotar.

La princesa se levantó de los escombros con lentitud a causa del golpe propinado, la sangre que salía de su comisura labial fue limpiada por su lengua.

-Eres de armas tomar, y de temperamento muy volátil- dijo la princesa mientras juntaba sus palmas -Atributo Naturaleza/Fuego: Zarza ardiente.

Una muralla de ramas de fuego rodeó a ambas chicas, mientras Kyoto llegaba con el resto del equipo.

-Ya empezaron- dijo Natsuki.

-La verdad es que desde, que nos comentaste que habría una pelea entre Melodi y la Princesa Eglantine, estamos atraído ante esa nueva experiencia, y quiero ver a Melodi patear traseros reales- comentó Stella.

-Bien- continuó Riot- Eso está bien de no ser porque Eglantine es hija de la Reina Titania de este país, Y por lo cabreada que está Melodi, esto puede significar una ruptura en nuestra alianza.

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-¿Zarza Ardiente?- preguntó Melodi- ¿por quién me tomas?, Soy de Atributo Agua- Seguido de esto, Melodi puso sus manos al frente, formando un corazón con sus dedos- Atributo Agua: Nébula de Agua.

Una gigantesca ola de agua cubrió el campo de batalla donde peleaban, extinguiendo las llamas que cubrían la muralla de plantas.

-Es mi turno de atacar: Atributo Hielo: Polvo Nieve.

Con un soplo ligero un pequeño cúmulo de nieve salió de su boca, sin existir un daño mayor en la princesa.

-¿Y de verdad crees que eso me va a hacer daño?, Nosotros los elfos tenemos Atributo Naturaleza como parte de nuestra adaptación, pero yo, de clase guerrera, poseo el atributo fuego, y con ayuda de tu novio, podré hacer más guerreros que crezcan igual de valientes que sus padres.

-No fue por eso, estúpida, Atributo Hielo: Polvo nieve

De nueva cuenta sopló hacia la chica, más nieve que era derretida cuando llegaba a su destino.

-No creas que me vas a detener- dijo la Princesa con altivez- Atributo Fuego: Rueda Llama.

La princesa comenzó a girar con piruetas a gran velocidad sobre su mismo lugar.

O al menos se suponía que iba a gran velocidad.

-Atributo Agua: Torbellino.

La chica de cabello azul comenzó a formar un pequeño remolino con sus manos.

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-Maldición, el cargar esa técnica es tardado- comentó Zentraedi.

-No, es que no comprendes lo anterior, la razón por la cual Polvo Nieve no le hizo daño aparente- Comentó Kyoto.

-¿¿Daño aparente??- preguntó Riot.

-Si te has dado cuenta Riot, la Princesa se volvió un poco lenta- dijo Natsuki viendo con calma la pelea.

-Polvo Nieve no hace daño en sí, más bien provoca lentitud en el usuario porque enfría el cuerpo, manteniéndolo en estado de relajación- Finalizó Stella.

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Melodi arrojó aquel cúmulo de agua hacia Eglantine, quien aún seguía cargando la técnica, por de nada sirvió ya que quedó atrapada y estaba siendo arrastrada por el gigantesco tornado de agua.

-Te tengo, Atributo hielo: Polvo Nieve.

Y volvió a soplar con velocidad hacia el torbellino que tenía atrapada a Eglantine.

-El agua hace más rápido el proceso de congelamiento- comentó Titania desde el palco real- Mi hija no sabe en el problema que se metió.

-Su Majestad- Habló uno de los elfos que estaban a su lado- ¿No va a evitar lo que le está pasando a su hija?

-No- contestó con frialdad la elfa- Ella quiso este combate, que afronte a las consecuencias de sus actos, se deben pensar las cosas dos veces antes de hacer una osadía de colosal estupidez, retar a la única que puede mantener a raya a Kyoto Katekyo, sólo porque lo quiere.

-Aun así, es su hija, es la princesa, mi Lady, ¿acaso no le importa?

-Lo que pase con ella no es problema mío, ella lo quiso, ella lo tiene.

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-Atributo Naturaleza: Polvo Ira- dijo la princesa mientras un par de alas salían de su espalda.

Y un polvo brillante rojizo comenzó a cubrir el campo de combate dentro del estadio.

-Un poco de ese polvo te hará descontrolarte, no sabrás ni a quien golpeaste o quien fue víctima de tus poderes.

-Una pena, porque ya estoy lo suficientemente cabreada, como para hacerte trizas- comentó Melodi desenvainando un sable largo.

Posteriormente blandió la espada en dirección a la princesa, con la mirada encendida en furia.

Ella, por su parte, sacó una espada mosquetera, defendiéndose con velocidad.

-¿Una espada?, creí que esa clase de guerreros se habían extinto.

-Desafortunadamente para ti, esta clase de guerreros somos muy escasos, como mucho, mi novio y yo, Atributo Hielo: Corte Gélido.

Dando un golpe de espada al aire, el viento aceleró su curso, hacia la princesa Eglantine que, con mucho esfuerzo, alcanzó a esquivar el cruel golpe de Melodi.

-Mierda, casi me das, pero ahora sé que ese podría ser el mejor movimiento que tienes, ahora no podrás hacer nada contra mí.

-Tengo otros entrenamientos, pero con el arma que usa mi novio basta y sobra.

-Quiero que muestres todo el poder que tengas, Pseudoprincesa.

-Muy bien, tú lo pediste, atributo Hielo: Liofilización.

Un aura gélida le cubrió, mientras perdía toda noción de lo que pasaba a su alrededor.

-Hielo, perfecto, Atributo Fuego: Muralla Ígnea.

Y un círculo de hielo rodeó el campo de batalla, tratando de llegar a las zarzas que estaban extintas.

-Hielo contra Fuego, ¿en verdad sigues siendo tan estúpida como para pelear o intentar igualarte a mí?

-No es cualquier hielo, Princesita, te dije que acabaría contigo aun siendo lo último que hiciera, y créeme que voy a disfrutar haciéndolo, desafortunadamente para ti, el Hielo Sagrado de Inverna no puede ser derretido por ninguna llama, excepto tal vez, la de K-kun.

-¿No que no ibas a apostar al Principe de Belladona?- preguntó Eglantine asustada.

-Nunca lo aposté, nunca peleé por él, nunca cedí a perderlo, te haré trizas por meterte con mi hija- dijo la chica haciendo unos movimientos raros con sus manos. -Atributo Hielo: Domo de Espejos.

Y ambas chicas fueron encerradas en aquel domo de hielo creado por los espejos.

Eglantine trataba de derretir las paredes, pero estas no cedían ante sus flamas, por el contrario, cada vez que lo intentaba, este se hacía más resistente al calor.

-Me encanta una serie japonesa, y en los primeros capítulos, los héroes se enfrentaron a un chico que parecía chica, y aquel chico usaba técnicas de hielo.

-No me digas que…

-Así es… esto es una jodida referencia- masculló metiéndose en un espejo de hielo, reflejándose en todo el domo de hielo.

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-Entendí esta referencia- Festejaron Zentraedi y Natsuki- Esa princesita estará en apuros desde este momento.

-Lo que me preocupa es que Inverna no se va a detener ahora, Melodi va en serio con eso de hacerla trizas- masculló Riot.

-Es posible que, si la princesa muere, Mythland niegue una alianza con nosotros- dijo Stella- Desafortunadamente sólo Kyoto la puede detener.

-Podría hacerlo- añadió Kyoto con seriedad- Pero de hacerlo, Melodi me llevaría a patadas a Cydonia, por lo que acaban de ver, aprecio mucho mi vida, así que si hay algún demente que planee pararla, no le negaré la oportunidad de ser el héroe.

-¿Asustado de tu novia?- preguntó Zentraedi.

-Bueno, podríamos llamarlo instinto de supervivencia, cosa de la cual careces, por eso Natsuki te tiene como te tiene.

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-Atributo Fuego: Llamas Místicas del Fénix.

Una serie de llamas impactaron a los espejos, esperando Eglantine que alguna de ellas acertara a la real.

-Atributo Fuego: Gran Llamarada.

Esta vez fue un ataque masivo contra todos los espejos, pero ninguno de ellos cedió ante las poderosas llamas de la princesa.

-¿Terminaste de jugar?- preguntaron las chicas dentro de los espejos- Te recuerdo que nada derrite al Hielo Sagrado de Inverna y, gracias a este regalito de mi adorado novio- comentó sacando el collar con el “Hielo Eterno”- Mucho menos.

La voz de la chica ahora era fría y su mirada no mostraba expresión alguna.

-¿Jugar?- preguntó Eglantine.

Melodi y sus reflejos salieron de los espejos de hielo, golpeando repetidas veces a Eglantine, quien no podía ver de dónde venía el golpe que iba a recibir.

Melodi regresó a sus espejos, volviendo a mostrar reflejos de ella en todo el domo.

-¿Una vez más?- preguntó Melodi.

-¿Qué demonios piensas lograr?

-Matarte- masculló la chica- No tuviste el corazón para pensar en una pobre niña, y trataste de usarla como un objeto de intercambio, das asco como princesa, pero pondré fin a eso, Atributo Hielo: Agujas Gélidas-  Gritaron las chicas dentro de los espejos.

Al no ver nada que se generara dentro de los espejos, Eglantine pensó que era una broma.

-¿No hiciste nada?, ¿Acaso la Pseudoprincesa ya se está agotando?, ¿eso es to…?

No pudo terminar, pues una pequeña aguja rozó su mejilla, haciéndola sangrar con suavidad.

-No me…

-Sí te digo, Atributo Hielo: Ventisca.

Todas las agujas de hielo creadas por Melodi comenzaron a moverse con violencia en aquella tormenta de nieve, algunas clavándose en Eglantine en un efecto similar a una ventisca, la princesa sólo se cubrió el rostro por instinto.

La princesa fue arrastrada por aquella poderosa ventisca, siendo golpeada por los furiosos vientos y las agujas que se enterraban dentro de su piel.

Al terminar la ventisca, Melodi salió de los espejos de hielo, quedando frente a Eglantine, quien se encontraba aún de pie, despierta, pero inmóvil.

-Te dije que te mataría- dijo la chica de cabello azul mientras sacaba su espada.

Eglantine cerró los ojos, esperando el golpe mortal de la chica, arrepintiéndose de haber retado a la mujer que tenía en frente.

Pero no pasó nada, sólo se escuchó un ruido como si algo hubiese caído al suelo.

La chica sólo abrió los ojos lentamente, para ver a Melodi desmayada.

-Gana Eglantine- escuchó decir al juez del encuentro.

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-Esto es un maldito robo, Melodi ganó, ya la tenía sólo para volarle la maldita cabeza- masculló Natsuki con ira contenida.

-¿Tú que opinas Kyoto?, quien ganó- Preguntó Zentraedi.

-Yo más bien diría un empate- comentó el chico- Pero en una pelea real no puedes darte el lujo de perdonar la vida a tu enemigo, aun estando en tan deplorable estado, y las reglas del combate fueron precisas, “el primero que acabe inconsciente o se rinda, pierde”, Eglantine nunca dijo que se rendía, y aún estaba despierta.

-¡¡¡Sólo se agotó maldición!!!- Gritó Stella con ira.

-Pues… ¿qué quieres que haga?- preguntó Kyoto- Es más, debemos agradecer que no resultó en algo más grave, y Melodi logró lo que quería, patearle el trasero a esa princesa.

-¿A qué te refieres con…?- preguntó Riot.

-Melodi sólo se agotó, pero no recibió un solo golpe, caso contrario a Eglantine, que terminó brutalmente golpeada y humillada, oh sí, esto será un golpe bajo al orgullo de los elfos.

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-Mamá, ¿gané?- preguntó la princesa aun viendo a Melodi.

-¿Acaso eso importa ahora?, ¿te encuentras bien?- preguntó Titania abrazando a su hija.

-¿Mamá?- dijo una sorprendida Eglantine- Hace años que no sentía un abrazo tuyo, desde que tomaste el trono.

-Acabo de ver a mi propia hija a punto de morir, ¿acaso no es motivo suficiente para cambiar las cosas que hice mal algún día.

-Mamá, no logro entenderlo, gané, pero me dieron… me humillaron.

-Estás viva, hija mía, estás viva de pura suerte.

-Y agotamiento- masculló una voz detrás de ellas- Te salvaste esta vez, pero para la otra, no tendrás tanta suerte.

Vieron a Melodi tras ellas, con la espada guardada y con una sonrisa de satisfacción, además de que estaba totalmente ilesa.

-Gracias Melodi, no sabía que eras tan piadosa.

-No lo soy, me desmayé, eso es todo, no gané, pero cumplí mi cometido, dije que te dejaría totalmente golpeada- dijo Melodi mientras las piernas le temblaban.

-Ya cállate Inverna- dijo Kyoto cargándola- Si sigues sobre esforzándote de esta manera, no sé cómo acabarás.

-Kyo-kun, te dije que lo lograría.

-Eres muy fuerte.

Y la chica quedó dormida en brazos de su novio.

-Bueno, Reina, princesa, debo irme, tengo que dejar a mi novia a descansar.

-Te esperaré con tus amigos en el palacio, Mythland y el consejo te daremos las noticias.

-Gracias.

Y se retiró, a dejar a Melodi al hotel, seguido por sus amigos.

Capítulo 70: Nueva Audiencia con la Reina.

Melodi despertó con una sensación de vacío, y con mucho dolor de cabeza pues, al ver que Kyoto no llegó a casa a dormir, fue a la sala y se bebió un poco del hidromiel que había logrado sacar a ocultas de Hefestos.

Pero ese poco fue suficiente para volver a provocarle una borrachera terrible, y su consecuente resaca.

-Sinvergüenza- dijo una voz masculina sentada en su cama- No conforme con intentar violarme en Hefestos, ahora tomas frente a tu hija.

-K…Kyoto-kun- dijo la chica asustada.

-Te prohibí determinantemente que no volvieras a tomar- dijo el chico.

-Ayer no llegaste a casa, y tu hija se quedó dormida esperándote- dijo la chica con las mejillas sonrojadas aún.

-¿Y esa es excusa?- preguntó el azabache tomándola entre sus brazos.

-Perdón.

-Descuida, sólo no vuelvas a hacerlo, suficientes problemas tengo con…- el chico vio el sobre blanco con vivos dorados en una mesa del dormitorio- Y eso es…

-Una carta.

-Es lógico que se trata de una carta, mi pregunta es ¿quién la envía?

-No lo sé, no vi a nadie extraño, y ni siquiera sé lo que dice, está escrito en el lenguaje antiguo de los elfos.

-Elfos… Posiblemente la reina sepa algo.

-Esa perra.

-Para leer la carta, celópata en potencia- dijo el chico tomándola en sus brazos- Vamos Inverna, tenemos que arreglar este asunto, por cierto, deja dormir a Kazuha, no creo que tardemos mucho.

-Sí K-kun, vámonos.

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Al ingresar al palacio, las miradas hostiles sobre el chico no se hicieron esperar, tanto de jóvenes como de ancianos que le veían con furia contenida.

El chico sólo los ignoró, antes de pasar con la Reina.

-Su majestad, tenemos un problema- dijo Kyoto presentándose ante Titania.

-¿Qué ocurre jóvenes héroes?

-Pues, alguien quiso jugarnos una broma mandando esta carta- dijo el joven estrechando la carta.

-Ese sello… es de la familia real- dijo la Reina mientras se mostraba sorprendida.

-¿Familia Real?

-Mi familia, tenemos un sello especial, y a juzgar por la letra… oh sí, justo lo que creí.

-¿Pasa algo su majestad?

-Es mi hija, Eglantine.

-Eglantine, la princesa de los elfos- dijo el chico.

-Sí, mi hija desde que te vio quedó prendada de ti, aunque sabe que tienes familia, eso no la detiene- comentó la reina mientras quemaba la carta- Es una guerrera, ha mantenido en pie su orgullo como elfa, no como muchas que se perdieron en el camino de la lujuria, ella sigue buscando al indicado, y al parecer…

-Igual de zorra que su madre- masculló Melodi.

-¿Disculpa?- preguntó la Reina.

-Inverna, no más por favor- dijo Kyoto mientras la sujetaba de los brazos.

-TE BESÓ… BESÓ A UN HOMBRE CON FAMILIA- Reclamó Inverna aún con ira contenida.

-LE SALVÉ LA VIDA A TU NOVIO MOCOSA ESTÚPIDA- Se defendió la reina, perdiendo el porte real.

-Por favor, usted no su majestad…

-Mi madre no tiene nada que ver con eso- dijo una voz tras ellos- Yo soy la que quiere, no, quiero decir, LA QUE VA A QUITARTELO.

Una chica de cabello púrpura y ojos dorados salió tras una columna, con una sonrisa coqueta hacia el azabache, mientras miraba altivamente a la chica frente a ella.

Melodi sólo tomó un pequeño sable que tenía Kyoto en sus bolsillos, y se dirigió a la chica con el sable apuntando al cuello de la princesa.

-Si quieres evitar derramamientos inútiles de sangre, aleja las manos de mi hombre.

-¿Y qué me lo va a impedir?, ¿una mujer con hija en brazos?- Hizo un ruido seco con los dedos- Mejor va siendo hora de que pienses bien las cosas.

Y un par de guardias salieron detrás de Eglantine sosteniendo a la niña.

-Kazuha-chan- dijo la chica de cabello azul.

-Dame a tu hombre y yo te daré a la mocosa, ¿qué dices? - Dijo la Princesa con altivez.

-Eglantine- dijo la reina volviendo a su porte- ¿Qué te dije sobre jugar sucio respecto a eso?

-Perdón mamá, pero quería ganar sin derramar más sangre.

-Pues demuestra con tu propia fuerza que eres la princesa de Mythland, y no te aproveches de descuidos como la pequeña hija de ellos.

-¿Ya me vas a dar a mi hija?- preguntó Melodi mientras su miraba se endurecía.

-Bueno, ten a tu mocosa- dijo la princesa empujando a la niña con Melodi- Si yo quisiera, puedo arrebatarte a tu amado, pero quiero enfrentarme a ti para demostrarle que nuestra raza es superior a la de un ser humano porque, modificada o no, lo sigues siendo, y si llegas a rechazar el duelo, la Gran Reina puede cancelar el pacto.

-Mala- dijo Kazuha mientras sacaba la lengua a la princesa.

-Y, por cierto Eglantine, ¿qué decía la carta?- preguntó Titania.

-Ah, Precisamente del duelo, en la carta te invitaba al estadio de Mythland, para batirnos a duelo por tu preciado hombre- Posteriormente se acercó coquetamente al azabache- Y humillándote públicamente, no querrás volver a dar la cara por aquí.

-K-kun, di algo- reclamó la chica.

-¿Qué quieres que diga?, es tu decisión al final de cuentas, Pelear o No Pelear, eso ya es cuestión tuya pequeña, no permitas que yo tome todas las decisiones por ti.

-Cierto, bien- dijo la chica mientras cargaba a Kazuha- Planeaba dejarte pasar como un insecto cualquiera en el parabrisas de mi vida, pero nadie, y repito, NADIE SE METE CON MI FAMILIA.

-CUANDO QUIERAS NIÑA.

La mirada de Melodi se enfrió mientras volteaba a ver a la princesa de los elfos.

-Hump, ni siquiera sabrás qué fue lo que te golpeó- maldijo la chica mientras salía del palacio.

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-¿Estás bien Inverna?- preguntó Kyoto mientras le quitaba la niña a Melodi.

-No sé, francamente nunca pensé que esto pasaría- dijo la chica.

-Es una de las situaciones que tratamos de evitar anteriormente ¿sabes?, un conflicto con prometedores aliados, sin embargo, puedo entender tu punto, Kazuha no tenía por qué pagar por esto, es más… yo mismo tenía ganas de partirle la cara.

-Pues hazlo si se atreve, joven Príncipe de Belladona- dijo una voz seductora tras ellos.

-No tiente a su suerte- dijo el joven con más altivez- Puedo prescindir de los servicios de Mythland sólo por evitarme berrinches de niñas de 5 años que me ven como un juguete o un caramelo.

-Eres más que ello, eres un buen candidato a alianza matrimonial con Belladona, todos los reinos, mayores y menores, buscaban una alianza cuando tu madre se encontraba embarazada, y mi madre, cuando se enteró que sería la siguiente reina, buscó a tus padres, pero ya estaban muertos, desintegrados por Destiny.

-Continúa y Mythland tendrá guerra contra mí- comentó el muchacho.

-Dejándote a merced de un hombre violento, con sed de sangre, Victor Lence, ¿esa clase de padres para ti?, y para finalizar tu estúpida noviecita perforada por el mismo que mató a tus padres, ¿qué sentiste al verla morir en tus brazos?, oh miento, perdón… murió en brazos de tu actual novia y…

No pudo terminar, pues un puño de agua la mandó a volar directamente a una de las murallas del palacio, y una Melodi con la mirada vacía y opaca.

-Si sigues hablando, maldita zorra, te haré pedazos y se los daré a tu madre- dijo la chica avanzando hacia la princesa.

-Mo…mounstruo…

-Mañana vas a ver lo que es un verdadero monstruo, vas a desear no haber abierto la PUTA BOCA, Atributo Agua…

-Detente Inverna- dijo el chico- Tenemos que irnos de aquí, para que descanses.

-Bien, K-kun, vámonos- comentó la chica mientras tomaba a su hija.

-Mami es muy fuerte- celebró Kazuha con calma- Y muy malhablada.

-Mami sólo quiere proteger lo que es de ella- le dijo Melodi- Y, sobre todo, estar contigo pequeña.

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Al abrir sus ojos azules, se dio cuenta de su realidad, de su ineludible realidad.

“Si yo quisiera, puedo arrebatarte a tu amado, pero quiero enfrentarme a ti para demostrarle que nuestra raza es superior a la de un ser humano porque, modificada o no, lo sigues siendo, y si llegas a rechazar el duelo, la Gran Reina puede cancelar el pacto.”

-Dios, pensar que tengo que patearle el trasero a una princesa mimada- se dijo mientras veía a Kyoto y a su hija dormir.

Vio la sonrisa de la niña, que estaba enrollada en los brazos de Kyoto.

Esa era una calma a su corazón, algo que le tranquilizaba, su alegría de cada día.

-Primero muerta a que una zorra así me quite esa alegría por muy princesa que sea- se dijo levantándose de golpe.

­­­­­-Inverna- dijo el chico notando movimiento en la cama- ¿Ya es hora?

-Me levanté temprano, te daré de desayunar antes de pelear.

-Deberías relajarte- dijo el chico- En una pelea debes estar descansada.

-Quiero pelear K-kun, y quiero ser una buena esposa para ti.

-Lo sé, pero no quiero presionarte demasiado, yo cocinaré hoy, ¿qué te parece?

-Me parece perfecto, entonces iré a entrenar un poco, ¿verás mi pelea?

-Y perderme la mejor pateada de traseros reales que tendré oportunidad de ver, tonta… iría con gusto.

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-Al fin llegas, plebeya.

-Princesa, aunque te cueste más, ser la novia de K-kun me convierte en la princesa de Belladona.

-Pues abandonarás eso ahora, te derrotaré, te humillaré y seré la nueva princesa de Belladona.

-¿Eso?... ja, Ni en tus más salvajes sueños- dijo la chica de cabello azul.

Capítulo 69: Llegada a Alfheim.

-Caballeros- dijo Zentraedi llegando a la puerta Dorada- Necesitamos un médico.

-Identifíquense- espetó uno de los guardias de la puerta.

-Ky… Kyoto… Ka….tekyo- se escuchó la débil voz del azabache- Pri…Príncipe de Belladona.

-Joven Príncipe de Belladona, vaya estado en el que se encuentra- dijo uno de los guardias alarmado.

-Sólo es veneno de Dilophosaurio- masculló el joven.

-Tenemos que llevarlo al palacio, la reina lo atenderá en seguida- dijo otro guardia mientras abría las puertas.

-Gra…cias.

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La escolta al palacio fue ligeramente incómoda para las chicas, pues a pesar de tener corta edad, había elfas cuya edad rondaba los 100 años y se veían como jovencitas de 15.

-No entendí las palabras del Rey Tymir- dijo Melodi- No sé que tiene que ver la belleza de la raza de los elfos con la guerra.

-Ni yo- espetó Natsuki- Es decir, tienen belleza, y un par de enormes te…

-Ahora entiendo esos ero-mangas R18 de elfas- dijo Zentraedi con un sangrado nasal.

-Deliciosos Ero-mangas- masculló Riot mientras caminaba con calma.

-Podrían dejar de estar de pervertidos, a la Reina no le gustará eso que están diciendo- masculló Kyoto.

-¿Re…Reina?- preguntaron ambos.

-Sí, la raza de los elfos se caracteriza por ejercer un matriarcado, sin embargo, eso no significa que, como en esos mangas eróticos, estén poniéndole con medio reino, el ritual de la fertilidad para los elfos es algo sagrado y místico- dijo Kyoto caminando casi a rastras.

-Ya casi llegamos al palacio, joven Kyoto- dijo uno de los guardias.

-Me alegro- agregó el chico mientras detenía su andar.

-¿Pasa algo?- Preguntó Melodi.

-Mami… papá se quedó dormido- dijo Kazuha asustada, viéndolo caer al suelo.

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Despertó lentamente, cuando sus ojos fueron invadidos por luz blanca muy intensa. Dentro de un enorme Palacio construido dentro de un árbol.

Al ver a los lados, un tumulto lo veía con curiosidad, mientras una mujer alta, de cabello rubio, ojos verdes y largas orejas puntiagudas, comenzaba a enderezarse.

-Está vivo- dijo la mujer- He logrado sacar el veneno de su cuerpo y lograr regresarle su vitalidad.

-Muchas gracias majestad- decía Stella haciendo una reverencia.

-Muy bien, pueden dejar a la chica de cabello azul en paz- ordenó la reina a un par de soldados que estaban junto a una capsula de metal gigante.

-Bien, enterado mi Lady.

Y una Melodi con aura de enfado intensa salió rompiendo la capsula que la mantenía prisionera.

-MALDITA PUTA- gritó con furia.

-Tranquila Melodi- dijo Natsuki conteniéndola- Es la Reina de Alfheim.

-ME DA IGUAL SI ES UNA CORTESANA O UNA EMBAJADORA- volvió a gritar- ¡¡¡BESÓ A MI NOVIO!!!

-Lo hice por su bien pequeña, Beso Cura- dijo la Reina Elfa mientras se sentaba con calma.

-Ok, salvó a mi novio, creo que puedo aplacar mi ira un rato.

Dio un largo suspiro para después sentarse junto a los demás chicos. A lado de Kyoto.

-Muy bien, tengo entendido por medio de un mensaje de Tymr que ustedes vienen a un pacto de amistad por cierto motivo, ¿no es así?- preguntó la Reina.

-Sí, así es… MMM…

-Titania, la Reina de la Raza de los Elfos y elegida por el Sabio Consejo de Mythland, donde los representantes votan por un representante mayor- comentó la Reina.

-Reina Titania, necesitamos formar un pacto de amistad entre Reinos- dijo Kyoto sacando un pergamino de su mochila- Este pergamino fue firmado por el Rey Tymir.

-Déjame verlo- solicitó la Reina.

Al ser entregado el pergamino por parte de Kyoto, la Reina dio una rápida vista, viendo las exigencias de cada Reino.

-Es buena la propuesta- dijo la Reina cerrando el pergamino- Pero no es algo que yo sola deba decidir, soy la reina, pero mis decisiones no son autoritarias, tenemos un Consejo, y entre ese Consejo debemos evaluar qué es lo mejor para nuestro reino.

-Está claro, mientras tanto, ¿dónde podríamos quedarnos a dormir?- preguntó el azabache estirándose- No planeo quedarme a dormir en la calle después de enfrentar esos terribles monstruos.

-Descuiden, pueden quedarse aquí como invitados diplomáticos, sea cual sea la decisión que tome el Sabio Consejo, en Mythland siempre serán bienvenidos.

-Muchas gracias su majestad, ahora, con su permiso.

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Al salir los chicos del palacio, la reina entró a la sala del consejo, construido dentro del palacio, donde había una gigantesca mesa redonda.

-Mi Lady- dijo una voz profunda- ¿Por fin llegó el muchacho?

-Así es, Nidhogg, el chico ha llegado, por motivos de paz, es posible que no, pero no es una amenaza para el Reino- dijo la mujer con calma, tomando asiento en el centro.

-Es sublime el hecho que sobreviviera al cataclismo que fue provocado en Vacuum, lugar donde llegaron primero- Comentó un ente con voz más suave.

-Kyklos, rey de los Cíclopes, pudiste ver eso con tu sólo ojo, no me sorprende siendo que tienes el don de la Omnipresencia- dijo la Reina- Y sí, es más, hay rumores que su equipo logró desintegrar a Destiny Aramis en esas tierras.

-Desafortunadamente sólo son rumores, de lo contrario, no estarían aquí declarando guerra contra Citizen que, según los diarios informativos, ahora está a su mando desde que llegó a asesinar a su antiguo Rey- Informó un ser con apariencia salvaje.

-Bien investigado, Fimbulwinter, y en cuanto a ello, tengo una explicación totalmente lógica, Destiny Aramis, abuelo de Kyoto por cierto, destruyó su cuerpo a nivel molecular antes de recibir el “Regalo de Inverna”.

-Entonces mi Reina, ¿qué veredicto tenemos antes de enfrentarnos a muerte con un país 3 veces más grande que Cydonia?- preguntó Kyklos al poner un pie sobre su silla.

-Es inverosímil, aún no preguntamos a las hadas, a los magos, esta guerra sería fácilmente ganada si contáramos con la ayuda de los MYTH- comentó la Reina con calma.

-La raza de las hadas estamos de acuerdo siempre y cuando no tengamos que cargar armaduras- comentó un pequeño ente.

-Pues ¿qué puede decir mi raza?- preguntó un ente más bajo que la reina- Nuestro poder puede ser usado como reserva, y de apoyo en combate, los magos estaríamos dispuestos, debido a que los MYTH se niegan a pelear- comentó un adulto.

-Basta ya, Titanio y Delfos- interrumpió la Reina- Recuerden la guerra de hace 1000 años, cuando los Myth pelearon codo a codo con nosotros, fueron usados como armas y no como lo que el chico busca, ALIADOS.

-¿Esas bestias no pensantes?- preguntó Titanio        .

-Oye hadita, te recuerdo que 24 de ellos son de mi raza- comentó Nidhogg enfadado.

-Como sea, se les ofreció lo que querían, libertad- agregó Delfos.

-¿Encerrados en esas malditas cuevas?, ¿llamas a eso libertad?, Acabemos esta jodida guerra cuanto antes y por orden mía, Titanio y Delfos irán prisioneros a las Cavernas Myth, les guste o no- Aseguró la Reina firmando el Pergamino Sagrado.

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Fueron al hostal donde les ofrecieron quedarse por las noches, bajo él, se encontraba el bar, donde se quedaron a platicar un rato.

-¿Quién es esa mocosa que tienen abrazando y mimando cada 5 minutos?- preguntó Stella.

-Esa mocosa es mi hija- mascullaron Kyoto y Melodi a la par.

-El idiota es papi y la boba es mami- agregó la pequeña mientras tomaba las manos de ambos.

-Bueno, tiene razón, los niños y los borrachos siempre dicen la verdad- agregó Zentraedi.

-¿Y qué harán con ella en estos momentos?- preguntó Riot más sereno.

-Planeaba dejarla en un orfanato, mientras tenemos este caos de guerra en la mira, pero tengo que quedarme con ella, quiera o no- agregó Kyoto.

-Papi dice que me quedaría sola, pero yo confió en ellos.

-¿Y todavía preguntas por qué eres el idiota?- preguntó Zentraedi.

-Hablando de Idiotas, no vas a creer lo que pasó en su ausencia- agregó Riot.

-No me digas, Zentraedi salió con sus clásicas “Zentraediadas”- agregó Kyoto con burla.

-De hecho, no, al contrario, creo que el cerebro de este idiota por fin está comenzando a carburar- dijo Natsuki- El idiota por fin deja de serlo, poco a poco, pero no podemos esperar milagros de la noche a la mañana.

-Me alegro que por fin muestres tu verdadera cara, teniente- dijo Kyoto con calma mientras estrechaba sus manos- Porque significa que por fin puedes tener tu revancha en ese juego de ajedrez que tanto anhelabas.

-En verdad estar sellado como un imbécil es un verdadero dolor de cabeza- dijo el albino estrechando su mano de igual forma- Lo que no quita que sea mejor que tú en cuanto a los sentimientos de las mujeres.

-Te estás ganando una patada en la entrepierna y lo sabes, animal- apretó más fuerte la mano Kyoto.

-Sí, lo sé, pero puedes soltar mi mano antes de que termines rompiéndola- dijo el albino retorciéndose de dolor.

-Papi, suelta a bobo- dijo la niña.

-Dejando todo esto de lado- dijo Stella- Pequeña…

-Kazuha, Kazuha Katekyo.

-Pequeña Kazuha, ¿de donde saliste?

-Del vientre de mami.

-¿Y cómo fue que llegaste ahí?

-Pues papi y mami duermen juntos, así que nací yo- insistió la pequeña de forma inocente.

-Te mataré Katekyo- dijo Natsuki con furia.

-Te juro que no le he hecho nada a Inverna- masculló el azabache.

-Por desgracia- dijo la chica de cabello azul.

-Bueno, volviendo al punto, esa niña salió de algún lado… ¿recuerdas qué pasó antes de que te encontraras con tus padres, Kazuha?- Preguntó Riot.

-Sí… tenía algo que hacer, algo… importante, algo que… no me acuerdo… pero… tenía que ver con mami- dijo la chica con postura pensante.

-¿Pero qué pasó?, ¿recuerdas el lugar de dónde vienes?

-Sí, era una ciudad grande, pero destruida, como si alguien hubiese arrojado una bomba gigante, fui protegida por papi y mami que estaban peleando contra una mujer de cabello azul, desde ese día, no volví a saber de ellos- dijo la chica con un dejo de tristeza- Hasta que los vi en ese claro del bosque, claro está.

-Hora de dormir Kazuha- dijo Kyoto tomándola en sus brazos- Estarás muy cansada luego de dormir a la intemperie.

-Sí, papi, claro- dijo la chica abrazándolo.

-Te acompaño, K-kun… yo quiero…

-Inverna, es la primera vez que la dormirás… ¿puedes ir tú?

-Y…yo… yo… quiero…

-Adelante.

Melodi tomó a la pequeña, mientras se dirigía al cuarto del hostal donde se estaban hospedando, dejando a los chicos solos.

-¿Por qué tengo la extraña sensación de que esa mocosa viene del futuro?- preguntó Riot.

-Lo supe al realizarle los análisis correspondientes- aseguró Kyoto- Tiene mis genes y los de Inverna en su cuerpo, así que, no hay dudas, es hija mía y de Melodi, pero…

-Te aterra algo Kyoto- dijo Zentraedi.

-¿Por qué preguntas?

-Estás comenzando a mover un lapicero imaginario, eso pasaba cada vez que ibas a ser golpeado en la escuela, a pesar de saber que ganarías, la sola idea de golpear y ser golpeado te aterraba.

-Y ese tic nervioso, comenzaste a mover mucho tu pie- dijo Natsuki- Y eso pasaba cuando estabas preocupado por alguien importante, eso pasó después de su secuestro con Sara, no sabías de ella, y comenzabas a mover tu pierna cuando te dormías en clase.

-¿Podemos dejar de hablar de eso por favor?, sí, me preocupa la niña, y su supuesta misión… ¿qué pasará con mi hija?

-El Gran Kyoto preocupándose por alguien que no es él mismo- dijo Zentraedi- Siento que el amor te está volviendo más… humano, por así decirlo.

-Si la enana estuviera en peligro, estoy completamente seguro de que también reaccionarías de esa forma.

-El anterior Kyoto habría mandado al carajo eso si no le afectaba, o debería llamarte, el anterior tú- dijo el albino con voz provocativa.

-El anterior yo murió el día que sacrificó su vida por Sara.

-¿Y entonces por qué fuiste TÚ por ella de regreso a México?

-¿Quieres dejar de fastidiarme?

-Sólo admítelo, TE PREOCUPA TU HIJA.

-Me preocupa, me preocupa lo que le pase, porque Inverna estaría devastada si algo le pasa, es eso…

-Sigue en la jodida negación… al final ya veremos que tus actos mismos te delatarán- dijo Stella con calma- Puedo apostarlo, y todo será cuando algo le pase a tu hija.

-Pues apuesta lo que quieras- dijo Kyoto saliendo por la taberna- Saldré a tomar aire fresco.

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Melodi recostó a la niña a su lado, mientras veía a Kyoto salir enfadado del bar, hecho una furia, pensando que algo le había molestado.

-¿Pasa algo mami?- preguntó la niña algo somnolienta.

-Descuida, sólo… es tu padre, algo le hizo enojar- dijo la chica tomándola en sus brazos.

-¿Hice algo malo?

-No chiquita, es sólo que, sus amigos son algo torpes a la hora de hablar con él, y supongo que dijeron algo inadecuado- dijo la chica sonriendo.

-¿Está enojado con nosotras?- preguntó la niña.

-No, no lo sé, pero desde que comencé a andar con tu padre, él se ha vuelto más… amoroso y dedicado con su familia, con su nueva familia.

De repente tocaron a la puerta de su habitación, mientras Kazuha se dormía poco a poco.

Fue a la puerta y no vio a nadie, volteó a los lados y de la misma forma, vació.

Lanzó un suspiro mientras rogaba que aquel bromista no fuese encontrado por ella, y abrió los ojos.

Un sobre blanco con vivos en dorado se dejó ver frente a sus ojos.

Al abrirlo, unos jeroglíficos extraños se mostraron ante ella, el legendario lenguaje antiguo de los elfos.