domingo, 3 de febrero de 2019

Capítulo 87: El templo de Ares.


Capítulo 87: El templo de Ares.
“-Soren, escúchame- dijo un chico de cabello largo y negro- Si algo me llega a pasar, prométeme que cuidarás de mi hermanito.
-¿A qué temes?- preguntó el albino con temor.
-Esta noche algo muy horrible va a pasar, Soren…”
-Soren, Soren, Escúchame- habló una voz adulta.
-¿Qué pasó?- dijo el chico con sueño.
El templo de Ares estaba más lejos que el de Afrodita, aunque un poco más cerca que el de Atenea, en cuanto llegaron al lugar decidió comer y dormir para no desgastar sus fuerzas.
-Me llegó información de Natsuki- dijo Takeshi con calma- Derrotó a Eurekka, pero le dijo que tuviera cuidado con el guardián del Templo de Ares.
-Es nuestro objetivo- dijo un albino mientras estaba sentado en posición de flor de Loto.
Habían llegado antes de Natsuki y su equipo, pero estaban agotados, por lo que decidieron acampar.
Por la experiencia de Takeshi y Ashura, ellos hicieron la guardia mientras Zentraedi dormitaba, aunque Takeshi se había encargado de recorrer el lugar y mapearlo para dar con el templo de Ares y destruir la estatua.
-Los guardianes son guerreros selectos- dijo Ashura- Deben tener el suficiente poder como para nombrarlos guardianes.
-Lo sé padre, es sólo que hay otra cosa más preocupante- comentó Zentraedi.
-Sobre el estilo de pelea, según la información de Natsuki- dijo Takeshi con velocidad- Eurekka es una mercenaria, y nos añade también que Quinnoa es experto en la lucha grecorromana.
-Lucha Grecorromana- repitió Ashura buscando el libro.
-Lucha olímpica papá- interrumpió Zentraedi la búsqueda de su padre- Si me llega a agarrar, estoy perdido, mis movimientos no se basan en agarres, sino en patadas certeras.
-Te mandé a clases de lucha libre y eras el capitán del equipo, tú me lo dijiste mientras presumías tu cinturón- dijo Ashura enojado.
-En realidad me volé las clases- interrumpió el albino con un bostezo- Y era de Tae Kwon Do, deja de lloriquear papá.
-Está bien- dijo Ashura- Y entonces ¿Cómo derrotarás al guardián del Templo de Ares?
-Pues sólo debo evitar que me derribe, ten por seguro que es lucha grecorromana, porque si es un guardián no habrá réferi, por lo que de olímpica no tiene nada.
-Entonces eso quiere decir que…
-Natsuki tal vez evangelizó a una de los Drakengarr, no significa que los demás tengan buen corazón y que con frases bonitas los haré cambiar, no padre, los demás buscarán patearnos el trasero o matarnos.
-Entonces… Bueno, el pequeño espíritu de Natsuki nos dijo que podrían morir sin las legendarias armas- dijo Ashura con temor- Ten, te prestaré a mi espada.
Y dicho esto, tomó el mapa de Takeshi y se fue corriendo, sabiendo que no le costaría nada llegar si el padre de Natsuki se había tomado la molestia de recorrer el país.
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Llegó a una estructura semicircular, recordaba haberlas visto en clases de historia antígua, las escaleras colocadas en semicírculo rodeando…
Claro, rodeaban un espacio libre, amplio y ovalado donde los espectadores veían algún espectáculo fascinante.
El Anfiteatro griego.
Alrededor de él, por las escaleras había mucha gente, era extraño porque se suponía que era un templo…
-¡¡¡UN TEMPLO EN HONOR A ARES!!! ¡¡¡NUESTRO DIOS DE LA GUERRA!!!- dijo una entidad en la zona de combate libre.
El público enardeció con la entrada del que, Zentraedi supo inmediatamente, era el guardián del templo.
A espaldas del hombre que entraba a la zona semicircular, estaba la estatua de Ares, protegido por una suerte de estructura similar a un Partenón.
-El dios Ares se sentirá glorificado ante este poder- dijo el hombre castaño debajo del graderío- Mi nombre es Quinnoa Qquatro, guardián del templo de Ares, y luchador profesional del estilo Grecorromano.
-Zentraedi Schiffer, y no tengo idea de qué carajos hago aquí- dijo el albino bajando las escaleras- Es más, ni siquiera debería venir sólo.
Lo sabía, sabía que volarse las clases de Lucha Libre en su escuela había sido mala idea, nadie le había dicho que tendría que enfrentarse a un ser que usaría el estilo grecorromano.
-Baja, Quiero enfrentarte con todo mi poder a muerte, en este anfiteatro en honor al Dios Ares.
-Bien- dijo el albino- Sólo te advierto que no usaré el estilo grecorromano, sino mis propias técnicas.
-Descuida, es un duelo a muerte, sin descalificación- dijo el castaño mirándole con burla- Así que yo también usaré técnicas ilegales en este combate.
Zentraedi tuvo duda en aquel momento de bajar, pero algo le hizo avanzar.
“-Protégelo, por favor Soren…”- Repetía aquella voz en su cabeza.
-Protegerlo implica también asegurar su felicidad- dijo el albino mientras bajaba al escenario- Así que no retrocederé.
Una vez dicho esto, dio un gran salto, llegando al ruedo donde Quinnoa lo esperaba.
-Bien, ¿Ahora qué escrotos?- preguntó el albino con calma.
-Pues aho…
-¡¡¡¿¿¿AHORA QUÉ ESCROTOS???!!!
Quinnoa comenzaba a desesperarse, de todos los miembros, le tocaba…
-El más idiota de los tres- masculló el castaño mientras golpeaba el suelo.
Y varias rejas de metal salieron del suelo, rodeando a los contendientes para una lucha dentro de las rejas.
Zentraedi comenzó a preocuparse más, una lucha en jaula hacía todo más peligroso aún.
Por pensar en ello, no sintió cuando el castaño lo tomó por la espalda, a altura de la cintura, para impulsar el cuerpo hacia atrás, haciendo que el peso de su cuerpo cayera sobre la parte alta de la espalda y parte del cuello.
-Suplex De la Bestia- dijo Quinnoa mientras se levantaba- Atributos Bélico, Leyenda y Oscuridad, eso es a lo que te enfrentas.
El albino seguía tumbado por la sorpresiva técnica de Quinnoa, no había réferi ni alguien que indicara el comienzo de la contienda.
-Bien… si quieres jugar así, vamos a jugar así- dijo el albino impulsándose con sus manos para volver a quedar de pie- Atributo Bélico: Triple Patada.
Zentraedi se impulsó con su pierna derecha, logrando dar una serie de patadas al hombre que estaba frente a él.
Pero Quinnoa tomó uno de sus pies, haciendo que Zentraedi formara un ángulo recto con sus piernas, y con fuerza, giró, haciendo girar al muchacho para volverlo a derribar, procurando lastimar su rodilla.
-Mierda- masculló el azabache tomando la rodilla lastimada.
-Venga, levántate- dijo Quinnoa viéndole con furia- ¡¡¡LEVÁNTATE MALDICIÓN!!!
-¡¡¿Cómo carajos pretendes que lo haga?!! ¡¡¡LASTIMÁSTE MI MALDITA RODILLA!!!
-Pues perdóname, bebito de mamá, debiste ir con tu madre en vez de enfrentarme a mí en este combate.
Zentraedi se levantó, esta vez saltando sobre una pierna buscando que su rodilla se recuperara, era una recuperación rápida, pero en combate su sanación se hacía más lenta, esta vez optó por el boxeo.
-Atributo Bélico: Jab de Poder.
El albino asestó un golpe potente sobre la cara de Quinnoa, de lleno y sin protección.
Quinnoa salió disparado hacia la reja de metal que les rodeaba, mientras el público enardecía con la pelea que apenas empezaba.
El castaño se levantó y vio a Zentraedi acomodar la pierna que él mismo le había fracturado.
-Eso dolió, albino- dijo el castaño furioso, pero con una sonrisa- Esto se puede tornar interesante, Atributo Bélico.
Corrió hacia Zentraedi, quien seguía agachado.
Lo tomó del cuello con sus brazos, se impulsó hacia atrás impactando la cabeza del albino sobre el suelo.
-Brutal Head Breaker.
Zentraedi se volteó, mientras tomaba su cabeza.
Sintió un líquido en sus manos, las vio y aquel color rojizo le indicó lo peor.
-Sangre- dijo el chico- Oh viejo, Natsuki va a matarme.
Se levantó y corrió para tomar la mano de Quinnoa, lo jaló y asestó una patada lo suficientemente fuerte para doblarlo desde el abdomen.
-Atributo Bélico: Triple Patada.
Nuevamente asestó tres golpes de pierna en la parte baja, media y alta del castaño, elevándolo, el albino dio un gran salto y comenzó a rodar para tomar impulso.
-Atributo Bélico/Leyenda: Colmillo Descendente.
Asestó una fuerte patada enterrando la cabeza de Quinnoa en el suelo.
-Creo que por fin terminó esto- dijo el albino con el pie sobre la cabeza de Quinnoa.
-Te equivocas, Atributo Bélico/Leyenda: Giro de la Bestia.
Desde el suelo, Quinnoa tomó los pies de Zentraedi para hacerlo girar y que cayera con brutalidad al suelo, boca abajo.
Una vez en el suelo, tomó la espalda del chico para impulsarlo de nueva cuenta, pero esta vez hacia la reja de metal, rebotándolo nuevamente al suelo, lastimando la espalda del chico.
-Mierda, si no salgo de aquí con vida, Natsuki nunca me perdonará- dijo el albino mientras estaba de rodillas en aquel ring.
-Ni siquiera saldrás de aquí, imbécil, tengo como tarea evitar que destruyas este templo y al ídolo.
-No sabes con quien tratas, idiota- dijo el albino mientras se levantaba con lentitud.
Tomó impulso, esta vez con el tronco al frente y los puños preparados para impactar a Quinnoa.
Una vez cerca, impulsó el puño derecho hacia la cabeza de Quinnoa, mientras el izquierdo se dirigía al abdomen.
-Una finta- dijo Quinnoa- Fingirás darme en el rostro para que me cubra y deje vulnerable mi abdomen, buena jugada imbécil, pero…
Quinnoa se cubrió el abdomen, esperando el impacto en su brazo.
Pero la cara estaba descubierta, recibiendo el golpe de la mano izquierda con potencia, empujándole nuevamente hacia las paredes de la jaula.
-Soy ambidiestro- declaró Zentraedi con el brazo izquierdo estirado- Atributo Bélico: Puño Drenaje.
Zentraedi irradiaba una luz que le curaba poco a poco, aunque las heridas abiertas, como la de su cabeza, aun se conservaba.
-Sólo recupero energía, al final, es lo que nos mantiene vivos- dijo el albino mientras recuperaba la compostura.
-Bueno, eso indica que es posible que tu rodilla siga lastimada- dijo Quinnoa apuntando a la rodilla del joven albino.
Y justo en ese momento, decidió arremeter en una poderosa tacleada, derribándolo al suelo de gravilla.
-Soy un peleador de lucha libre, y sé que estás haciendo aquí, y ni por el “por favor” voy a detener mi misión, proteger el templo de Ares y, por consecuencia, a Olympia de hundirse en el mar.
El albino seguía acostado, con la mirada opaca, fruto de quedar inconsciente.

Capítulo 86: Batalla Electrizante.


Capítulo 86: Batalla Electrizante.
“-¡Zentraedi, protege a la pequeña rubia!- dijo un niño de cabello largo y negro, con un niño de cabello blanco y otro de cabello negro pero más corto.
-¡Claro que sí amigo mío!- contestó con valor el albino mientras se colocaba frente a ella.
-¡Shade!- volvió a gritar nuevamente el niño, más grande que los otros dos- ¡Protege a la de cabello negro!, La pequeña castaña es mía.
-Enterado hermano…”
-Eres débil, mocosa engreída- masculló Eurekka- Siempre has dependido de alguien que cuide tu maldito trasero.
Natsuki seguía inconsciente, pensando en aquella pelea que, para ella, estaba perdida.
-Al menos ten la jodida decencia de alzar la maldita vista, enana ridícula.
Con su pie tomó el mentón, haciendo que la chica alzara su opaca mirada hacia la mujer que le miraba con ira.
-No sé por qué pierdo el tiempo contigo, si no pudiste derrotarme, dudo mucho que puedas siquiera mover tu pequeño cuerpo- masculló la adulta viéndola con desprecio- Dudo mucho que tus amigos puedan hacer algo.
-Es que mis amigos son mucho más fuertes de lo que yo soy, estúpida, todos estamos aquí dispuestos a dar el todo por el todo con tal de salvar a mi mejor amiga.
-¡¿Acaso tenías posibilidades de ganar?!- preguntó Eurekka con furia- ¡¿Cuáles eran las posibilidades?!
-No tenía ninguna, no había posibilidades.
-¡¿Entonces por qué estás aquí?!- preguntó Eurekka enfadada- ¡¿De qué te sirve dar tu vida por alguien sabiendo que vas a salir muerta de este templo?!
-A veces yo también me lo he preguntado, a veces me convierto en una carga difícil de llevar, aun cuando hace 9 años fuimos salvadas yo, Melodi y Sara- dijo la chica.
-Tú y tu mejor amiga debían ser salvadas hace mucho tiempo- dijo Eurekka con burla- Y aun así has cometido la osadía y estupidez de venir aquí a, ¿a qué?, a recibir una golpiza cortesía de la guardiana más débil de Olympiakos y la más débil de los Drakengarr.
Y era cierto eso, nuevamente había recibido una paliza, aunque se sentía agradecida de que ni Sora ni Erika estuviesen ahí.
-¡¡¡NATSUKI!!!- gritó una voz dentro del templo.
-¿Quién?, ¿Quién me habla?
Una chica castaña se asomó por la puerta del templo de Afrodita, sosteniendo un rollo en sus manos.
-Soy Sora, Sora Hatake- dijo una chica corriendo apurada- Erika, la madre de Zentraedi te manda esto- dijo arrojando un pergamino con un listón.
-¡¡¡TE DIJE QUE TE QUEDARAS A SALVO!!!- Gruñó Natsuki tomando el pergamino arrojado.
-¡TU QUERIDA SUEGRA ME MANDÓ A DARTE ESE MALDITO PAPEL!- Gruñó Sora enfurecida- ¡¡EN TODO CASO AGRADECEME QUE YA ESTARÍAS MUERTA!!
-En eso tienes razón, ahora vete- dijo la chica rubia abriendo el pergamino.
En él, la inconfundible letra de su padre tomó forma de un texto algo corto, viendo ahí una especie de botella pequeña amarrada con un listón, dentro de la botella había una roca pequeña rodeada con un cable rojizo en su interior.
-“Natsuki”- Empezaba la carta- “Lo que te mando es algo muy importante, úsalo con sabiduría, y repite tres veces esta palabra, sólo si llega a ser necesario, despertará tu cualidad dormida”
-Absr, Absr, Absr- Repitió Natsuki mientras se colocaba el collar con aquella botellita diminuta con la piedra rodeada.
-¡¿Qué demonios hará esa botellita?! ¡¡Sólo prolongarás tu muerte!!
-No tengo idea- dijo Natsuki- Pero creo que deberías atacarme con tus ataques eléctricos ahora- comentó con una sonrisa- Sé que son tus movimientos más fuertes.
-Con que quieres jugar, entonces a jugar- dijo la mujer inclinándose, cargando un poco de energía eléctrica en sus palmas- Atributo Eléctrico: Empuje Voltaico.
Al correr hacia Natsuki, empujó las palmas impactando a la chica, mientras pequeños rayos salían disparados del cuerpo de la chica.
-¡¡¡Este es tu fin!!!- Gritó eufórica Eurekka cargando más aura aún en sus manos- ¡¡¡Atributo Eléctrico: Volterra!!!
Con el aura cargada en sus manos impactó el suelo, provocando un temblor en el templo, al tiempo que Natsuki trataba de contener aquella energía que los últimos golpes de Eurekka le habían entregado.
Y un rayo gigantesco salió del suelo, donde Natsuki se encontraba, tan potente fue la ráfaga que, en el cielo, se formó una columna de luz eléctrica, para aquel cielo Nocturno que se mostraba.
Tras varios segundos de aquel haz luminoso provocado por la técnica más fuerte de Eurekka, ella retrocedió con una sonrisa burlesca.
-Nunca debiste subestimarme- comentó la mujer viendo aquel haz luminoso aún en efecto.
Pero lo que no se esperaba era que el haz siguiera iluminando, aún una minúscula porción de lo anterior, pero aún era extraño ver la iluminación.
De pronto, Eurekka notó algo extraño en aquella bola luminosa, parecía que esta luz salía y entraba del cuerpo de Natsuki, que aún estaba de pie, sonriendo con tristeza.
-Nunca mates a nadie- dijo la pequeña rubia- Esa es una ley de los exorcistas que debemos obedecer, y de no hacerlo, estaremos condenados al sufrimiento eterno, al infierno.
-¿De qué hablas?- preguntó Eurekka espantada.
-Sin embargo, hay una ley que te permite asesinar si tu vida o la de tus seres queridos corre riesgo, y de acuerdo con esa ley, tú, mi estimada rival, estás soberanamente JODIDA.
-¡¡NO PUEDE SER!!, ¡¡¿¿ACASO DESPERTAS…??!!
-Sí, creo que sí, mi cualidad, Absorvoltaje, que me permite recuperar mi salud y, si no me equivoco, este pequeño cable rodeando la piedra es un súper conductor, el tonto de mi padre sabía que gran parte de este grupillo usaba movimientos de atributo Tierra, por lo que debió mandarlo conmigo por si algo pasaba.
-¡¿Estás segura que es un súper conductor?!- Preguntó Eurekka aterrada ante la idea.
-Sí, un súper conductor capaz de eliminar cualquier resistencia y permitir el flujo libre de electricidad- dijo Natsuki conteniendo su ira- Ahora podré acabar contigo estúpida.
-Atributo Tierra: Muralla de Tierra.
Una muralla salió del suelo, buscando que Natsuki no pudiese romper aquella barrera de tierra formada por la chica.
-Atributo Eléctrico: Puño Trueno.
Natsuki se cubrió en electricidad, canalizando toda esa energía eléctrica en su puño, impulsándose hacia la muralla.
Y de un solo impacto logró derribar aquella muralla que tantos problemas le ocasionaría.
-¿Qué parte de “súper conductor” no quedó claro estúpida?- dijo Natsuki con furia.
-Pero qué dia…
-Los super conductores eliminan la resistencia de la tierra, permitiendo viajar a través de ella- de pronto un trueno sonó a su alrededor- Sobre todo considerando si está mojada.
Alzó las manos y, con más aura acumulada, arrojó un rayo hacia el techo del templo, permitiendo la entrada del agua.
-Maldición, una tormenta de noche- gruñó Eurekka mientras cargaba energía eléctrica.
-Atributo Eléctrico- dijo Natsuki colocándose en posición de combate- Voltio-impacto.
La chica corrió hacia Eurekka con el codo frente a ella, mientras su cuerpo se cubría de más energía eléctrica, frente a su codo, se había creado un pequeño campo magnético.
Eurekka realizó una maniobra de evasión quedando tras Natsuki, que aparentemente siguió de largo.
-Estúpida, Voltio Ciclón.
Contrario a lo esperado, Natsuki se dejó caer al suelo, impulsada por aquel campo magnético en sus manos, y el aura eléctrica se concentró, ahora, en sus piernas.
Y golpeó en patadas circulares sobre el abdomen de Eurekka, que seguía sorprendida por la maniobrabilidad de la chica.
-¿Cómo diablos es posible que…?
-Ni yo lo sé, pero si es necesario para hacerme más fuerte y poder hacerte pedazos- dijo la chica con furia un poco liberada.
-¡¿En serio crees que puedes derrotarme?! ¡¡Te recordaré por qué soy la guardiana del Templo de Afrodita!! ¡¡¡ATRIBUTO TIERRA: TERRATEMBLOR!!!
Un temblor sacudió el templo, concentrando una grieta en Natsuki, quien sólo saltó hacia una de las columnas.
-¡¿Por qué demonios estás aquí mocosa maldita?!- volvió a preguntar Eurekka con más enfado.
-¡¡¡POR MI AMIGA!!!- Gritó con determinación mientras su mirada se tornaba de un vivaz color amarillo- ¡¡¡PORQUE QUIERO MUCHO A MI AMIGA Y AHORA ES MI TURNO DE PROTEGERLA!!!
Se impulsó de la misma columna mientras cargaba más aura eléctrica, a la vez que la energía eléctrica que irradiaba se concentraba, ahora, en todo su cuerpo.
-¡¡¡ATRIBUTO ELÉCTRICO: ¡¡¡CATÁSTROFE VOLTAICA!!!
Corrió hacia Eurekka, con la enorme carga eléctrica recorriendo su cuerpo, mientras más energía eléctrica salía de su cuerpo.
-¡¡A-Aléjate!!- Gritó aterrada Eurekka mientras creaba una muralla de tierra frente a ella.
-¡¡¡NO!!! ¡¡¡VAS A PAGAR POR TODO EL DAÑO QUE ME HICISTE Y VOY A DISFRUTAR TU MIRADA AGONIZANTE!!!
Rompió aquella muralla con el puño, ante la mirada atónita de Eurekka, quien sudaba frío por la situación que afrontaba, el primer impacto llegó con forma de una veloz y poderosa tacleada sobre el vientre de la mujer, para elevarla con una patada, posterior al impacto, Natsuki se impulsó por las columnas de mármol para elevarse y quedar arriba de su rival.
-¡¡¡¿¿¿ME PREGUNTASTE QUÉ POSIBILIDADES HABÍA DE DERROTARTE???!!!- Gruñó Natsuki con ira más expuesta- ¡¡¡LAS POSIBILIDADES ESTÁN PASANDO AQUÍ, Y AHORA!!! ¡¡¡ATRIBUTO ELÉCTRICO: ¡¡¡CAÍDA RELÁMPAGO!!!
Y con aquella energía eléctrica en su mano golpeó a Eurekka, aterrizando sobre el suelo, resquebrajándolo en miles de pedazos, mientras las columnas se resquebrajaban.
La botella que colgaba del cuello de Natsuki se resquebrajó, dejando inútil aquel pequeño cable enrollado sobre una pequeña piedra, la cual Natsuki tomó.
-Mi magneto- dijo la chica con calma- Oye, ¿ya te moriste? - preguntó Natsuki con calma.
-¿Qué… pasó?- dijo Eurekka con voz cortada.
-Ni yo lo sé- contestó Natsuki con calma- Sólo cumplí mi misión.
-¿Qué harás ahora?
-Destruir la estatua, y este templo.
-¿No… sabes… qué… pasará si… destruyes… el templo?
-No, ni idea- dijo la rubia- Sólo rescataré a mi amiguita, y nos iremos juntas, saldremos de aquí juntas, y el imbécil de Kyoto se casará con ella.
-Eres impresionante mocosa- dijo la mujer- El templo será derribado por la fuerza empleada, así que escapa rápido y...
Y cerró los ojos, esperando el inminente final, con una sonrisa en el rostro.
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Abrió los ojos en aquel claro de la pradera, viendo hacia el cielo de la mañana.
Extraño en verdad, muy extraño, debía morir aplastada por el templo de Afrodita…
-Sí, está hecho Kyoto, el templo está destruido junto con la estatua, la emanación de aura ha desaparecido- dijo la chica.
-¿Qué?- preguntó Eurekka, aún confundida por el golpe anterior.
-Sí, la diosa Afrodita me dijo que harían lo posible por mantener a flote este país, harán cualquier cosa por nosotros, pero debemos rescatar a los demás dioses- continuó Natsuki con una mano en su oído.
-¿Qué están tramando?
-Te encargo a mi amiguita, por favor Kyoto- finalizó la rubia con calma- Bien, ya está hecho Eurekka.
-¿Por qué me salvaste?- preguntó la mujer con temor.
-Porque vi tu pecho, un colgante, y tuve la molestia de verlo, ¿Es tu familia?
-Sí, mi esposo y mi hijo- contestó la mujer.
-Entonces por qué estás en Olympiakos.
-Soy de Drakengarr, Olympiakos sólo nos contrató para detenerlos, pero Drakengarr es mi lugar de trabajo- contestó la mujer con la mirada agachada.
-Fue un gran combate, y aún buscamos aliados en la guerra- comentó Natsuki a la mujer- Estaremos en conflicto contra Citizen, así que, si quieres unirte, espera al gran barco volador, en ellos están personas de confianza, diles que vas de parte mía.
-Eres impresionante- dijo la rubia adulta colocándose de pie- Casi te mato y aun así ¿confías en mí?
-Es tu trabajo, o era, mejor dicho- contestó la rubia- Debo irme, tengo un punto de reunión para ver a mi amiga nuevamente.
La chica se colocó en posición de carrera, para impulsarse con velocidad, llegaría en dos días a la Torre de Urano.
-Espera, debo decirte algo- comenzó la mujer- Quinnoa, Las Mellizas Warrod, Golittha, Aliccia, Lenora, Gulliverr, Francce y Dommino no son como yo, esos entes sí son monstruos, debes tener cuidado si te topas con ellos, en especial con los tres últimos.
-Lo tendré en mente Eurekka, salúdame a tu familia- dijo la chica.
-Lo haré- contestó la mujer.
Y Natsuki partió, rumbo al este de Olympia, donde estaba el Templo de Urano.



Capítulo 115: Dos semanas para la guerra.

Capítulo 115: Dos semanas para la guerra. -¿Habrá llegado ya el mensajero?- preguntó Kyoto mientras realizaba algunas abdominales. -Esto...