Capítulo 115: Dos semanas para la guerra.

Capítulo 115: Dos semanas para la guerra.

-¿Habrá llegado ya el mensajero?- preguntó Kyoto mientras realizaba algunas abdominales.

-Estoy segura que está a punto de llegar a Cydonia, ¿tanto te urge tener noticias?- preguntó Pyrrah a su lado.

-Necesito tener noticias de mi equipo, más que nada por ella también, no sé como estarán, estoy seguro que Melodi querrá matarme por irresponsable- dijo el azabache mientras reía fuertemente.

-No te escuchas como alguien que le tenga miedo a su novia- dijo la pelirroja con un mohín de molestia.

-No tengo por qué, se que va a patearme el trasero en cuanto me vea, pero eso implica lo mucho que se preocupa por mí- dijo el azabache mientras se levantaba para secarse el torso con una toalla.

-B…bueno, ¿Qué hay del resto de tu equipo?- preguntó Pyrrah mientras desviaba la mirada.

-Respecto a ellos, no sé que pasaría con ellos en realidad, quiero ver que esten bien, saber que estamos juntos para cumplir el resto de nuestra misión.

-Entiendo, bueno, debes seguir entrenando para poder pelear con ellos ante Citizen, recuerda que…

-Sí, lo sé, has estado repitiéndome la misma maldita frase en cada día del entrenamiento, si me niego, me matarás- dijo el azabache con fastidio mientras se colocaba boca abajo con los brazos flexionados.

-¿No te molesta?- dijo la pelirroja.

-No, sé que, si me matan, esta tortuga ya no tendrá la ciudad que le da su nombre- dijo el azabache.

La chica sólo pudo temblar, rezando porque nadie hiciera enojar al chico de cabellos azabaches o, en su defecto, a los amigos de…

-Oye, tengo una pregunta que hacer…

-Sí, te escucho…

-¿Puedes decir que amas a tu novia, Kyoto?

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-Atributo Agua: Hidropulso.

Una onda de agua salió disparada hacia una joven rubia, quien se movió ágilmente con un giro de barril, dejando que esa onda golpeara el suelo. Se levantó para correr hacia la persona que había disparado la onda y, con unos relámpagos rodeando su cuerpo, se colocó para dar un golpe.

-Atributo Eléctrico: Chispazo.

La velocidad de la chica hizo que, por muy poco, una chica de cabellera azul tuviese que concentrarse en evadir para, después…

-Atributo Agua: Acua Aro.

-De nada te servirá el Acua Aro, voy a acabar contigo de un solo golpe…

-Inténtalo, enana- dijo la chica con convicción.

Ese instante bastó para que la rubia se desconcentrara e hiciera sus movimientos con torpeza, cosa que aprovechó la chica de cabello azul para hacer una zancadilla y juntar sus palmas.

-Atributo Agua: Ráfaga de burbujas.

Las pequeñas esferas impactaron con velocidad en la chica de cabello rubio, aún recubierta de aura eléctrica.

Esto provocó que su resistencia a la electricidad bajara, recibiendo el daño por su propia energía.

Clavó una espada en la tierra, desviando la corriente hacia el suelo, para poder recuperarse y planear una nueva estrategia.

Su velocidad era alta, siendo la más rápida del equipo, por lo que analizó con más calma el resto de sus cualidades.

-Soy frágil en cuanto a Defensas, pero mis segundas cualidades fuertes son mi ataque físico y mi ataque especial, por el momento, mi movimiento más fuerte es… Lo tengo…

Comenzó dando saltos laterales, cada vez más difícil para la chica de cabellos azules ver sus movimientos.

-Acabaré contigo, amiga- dijo la rubia mientras cargaba una esfera de energía eléctrica.- Atributo Eléctrico: Bola Voltio.

La esfera salió disparada con velocidad hacia la chica de cabello azul, quien recibió el impacto, retorciéndose por la corriente que atravesaba su cuerpo.

Clavó una espada al suelo, haciendo que la energía se dirigiese a la tierra.

-¡Alto!- gritó una voz femenina viendo el combate.- Deben descansar, Melodi, Natsuki, Lo hicieron excelente.

Las chicas se colocaron frente a frente, haciendo una reverencia.

-Lo hiciste bien, amiga- dijo Natsuki mientras tomaba una toalla para secar su sudor.

-Pelear contra alguien con quien tengo desventaja es bastante positivo para mi desarrollo en cuanto al combate, pude haber muerto de no ser por mis defensas altas- dijo Melodi con la toalla en la cabeza.

-Por cierto, ¿cómo van tus sesiones?- dijo la rubia viendo con preocupación a su amiga.

-Todo va bien, aún es difícil para mí el hecho de dejar ir a mi pequeña, y el no saber donde está Kyoto-kun también me tiene preocupada.

Natsuki vio con tristeza a su amiga, que tenía la mirada apagada.

-Pero aún no me he rendido, mi niña no quisiera que esté triste por su pérdida, y sobre Kyoto-kun, creo que estará bien, no sé donde, pero debe sentirse igual que yo.

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-La comida está lista- dijo un castaño con mechas plateadas.

En una mesa de madera, rodeada por 4 sillas, dos auldtos se sentaron con comodidad.

La comida estaba servida, carnes, vegetales hervidos y asados, entre otros platillos, además de unos postres.

-Tu nueva habilidad resultó muy útil para vivir, aunque dudo que ayude mucho en combate- dijo Akashi mientras tomaba un gran bocado.

-De hecho, padre, Fertilizador sólo es capaz de incrementar el poder de los movimientos atributo Natural, por lo que una batalla colaborativa funcionaría muy bien, todo gracias a las enseñanzas de Skädi, la diosa de la caza y las cosechas- dijo Riot.

-La verdad es que, a pesar de estar agotados del entrenamiento, me sorprende que pudiésemos crear cosas y cultivar nuestra comida durante nuestros descansos- le contestó Yuusei mientras tomaba asiento.

-Es un hobby- le dijo Akashi.- Cuando haces algo que disfrutas, sueles no cansarte de más.

Ambos adultos se sentaron a comer, abriendo los ojos para comenzar a degustar.

Fue ahí cuando repararon en la ausencia de uno de los jóvenes.

-Riot, ¿tú no comerás?- preguntó Akashi con preocupación.

-No, padre, no tengo hambre.

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-Atributo Cristal: Castillo de Cristal.

Una muralla se interpuso entre la chica detrás de la misma y dos golpes que iban directo contra ella.

-Era quien más temía por el entrenamiento- dijo una pelirroja con la mirada perdida.

-Y la que lloraba todas las noches por su novio- dijo una chica de cabello castaño.

-Debemos intentar rodear este movimiento, si es un castillo, es fijo que tenga otras entradas.

-Iré por la derecha, tú ve por la izquiera, dos atributo natura podrán hacer estragos en su defensa…

Sin embargo, al correr, intentando rodear la muralla, chocaron contra unos muros invisibles.

-No, no es lo que estaban pensando, si quisiera que las rodeara, eso sería demasiado para ustedes, si quisiera rodearme, sería mucho para mí…

-Entonces estás encerrada con nosotras, ¿verdad?- preguntaron ambas cargando sus mejores técnicas.

-No, son ustedes quienes están encerradas conmigo- exclamó Stella mientras sacaba una lanza.

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Zentraedi y Angel caminaban hacia el palacio, dado el llamado del Rey hacia ellos, estaban en uno de los restaurantes más lujosos de la ciudady vieron interrumpido su momento.

-Estúpido padre, interrumpirnos de esta forma, y se queja de que no tendré un heredero…

-A veces me pregunto sobre el respeto en este reino…

-Ah, eso se perdió cuando el viejo, en vez de declararle la guerra a Citizen cuando era un reino menor, se dedicó a apoyarlo, cría cuervos y te sacarán los ojos.

-¿Tú tendrías el valor de hacerlo con alguna nación menor sólo por conseguir tus objetivos a la fuerza?

-Hubiese acabado con cualquier reino que se interpusiese en mi búsqueda por la paz…

-Si Kyoto hubiese querido, habría acabado con los reinos menores y formar una nación colosal antes de venir aquí y proponer la alianza…

-Tu mejor amigo no está aquí, y te recuerdo que Olympia acabó desolada por el paso de 6 titanes, por eso fue que acepté, por su demostración de fuerza antes que intentar razonar con…

-Ellos secuestraron a mi amiga, en ese momento, dialogar era inútil.

-Entiendo, bueno, veamos que es lo que quiere mi padre antes de ir a dormir para seguir entrenando.

Entraron al comedor real, donde el rey esperaba sentado en un extremo de la mesa, a su lado, se encontraba un hombre castaño con una visera con plumón, un uniforme verdoso y una mochila de cartero.

-Este hombre viene de la isla espejismo, tiene un mensaje importante para nuestros aliados, adelante señor…

-Friedrich, lo lamento, pero como dijo su majestad, vengo de Isla Espejismo, tengo que tener contacto con Zentraedi, Melodi, Natsuki, Stella y Riot, para la siguiente noticia.

-De momento sólo estoy yo- dijo Zentraedi.- Ellos están entrenando a lo largo del continente.

-Bueno, en todo caso, vengo de parte de la corona real de Isla Espejismo para comunicarte que encontramos a su soldado, al joven que responde como Kyoto Katekyo, y se encuentra entrenando bajo la supervisión de la hija del Rey, la princesa Pyrrha.

-¿Cómo se encuentra él?- preguntó Zentraedi con emoción.

-De salud física, bien, sus heridas fueron tratadas, pero sigue con un daño mental por lo acontecido, investigamos y supimos lo que pasó, lamentamos su pérdida.

Zentraedi bajó la mirada, recordando lo que había pasado.

-Muchas gracias, me alegro que mi amigo esté bien, espero los frutos de su entrenamiento, si es todo…

-No, no es todo… En realidad quería guardarme la sorpresa para cuando vieran al chico, pero quiero ver la expresión de tu rostro cuando sepas la verdad…

Zentraedi tuvo un extraño presentimiento, mientras Angel se colocaba en posición de guardia.

-Aprovechando la inestabilidad mental del chico, empezaremos a meter ideas para destestabilizarlo aún más, para acabar con sus defensas mentales, por ello, cuando lo vean, no se sorprendan si pelea a favor de Citizen.

De su mochila, sacó una bomba, activándola presionando un botón.

-Su majestad no lo sabe, y Pyrrah tampoco, pero está programada para ello… EL chico acabará con ustedes en cuanto manipule las llamas…

No dijo más, su cuerpo se congeló por completo, ante la mirada de Angel y de Zentraedi, quien no procesaba lo recibido.

-Lamento tener que tomar estas medidas, pero no puedo evitar que mi palacio sea dañado por una bomba.

El rey levantó un dedo, haciendo flotar al hombre que tenía la bomba, con la otra, señaló hacia una palanca.

Angel corrió hacia ella y la jaló, dejando ver un tragaluz puesto sobre el techo del comedor real.

-Quizá no tenga la fuerza para pelear, pero tampoco significa que no sepa usar mis habilidades.

El hombre salió flotando, mientras Angel regresaba a lado de Zentraedi.

-Llévalo a su cuarto, necesita procesar esto…

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-No- escuchó Angel decir en un murmullo al albino.- ¿Cómo les digo ahora?

-¿Ocurre algo?

-Lo mejor será no decirles nada- dijo el chico asustado. -Nos va a… Lo mejor que podemos hacer es fingir que no sabemos nada…

-Zentraedi, en una guerra deben estar preparados para lo que surja, si ellos no lo saben y lo ven, será mucho peor…

-Por eso es mejor no decirles, porque seré yo quien lo detenga…

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Entró al palacio de la isla, con un cuerpo sobre sus hombros…

-Su majestad- dijo el chico mientras dejaba caer con brusquedad a la persona.

-¿Pyrrha?

-Tengo unas cuantas preguntas, empezando por el interés que tienen hacia mi vida personal.

Capítulo 114: El comienzo del entrenamiento

Capítulo 114: El comienzo del entrenamiento

El grupo de Natsuki llegó en la plaza central de Hefestos, por lo que se dirigieron de forma inmediata a las termas, dirigidos por el rey Tymir.

No se entretuvieron mucho saludando, llegaron a las termas, tomaron la cúpula donde Melodi yacía y la arrojaron al agua.

Myyah entró al agua, esperando a que el cuerpo de la chica cayera al agua, para socorrerla de inmediato.

Una vez pasó eso…

-Mamá, mamá- dijo la chica con voz entrecortada, producto de intentar ponerse de pie apenas sintió el agua en su espalda.

-Ya, cariño, ya, mamá está aquí, mi cielo- dijo Myyah con dulzura, abrazando el cuerpo de su hija.

Melodi no pudo más, y lloró sonoramente, culpándose por lo ocurrido.

Natsuki comenzó a sollozar, así como los demás adultos, conmovidos ante la escena.

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-El entrenamiento consistirá en Control del Atributo Agua, cortesía de Kazuo-niisan, irás conmigo para aprender técnicas de Hielo y, junto con tu padre, practicarán en el uso avanzado del aura curativo - dijo Myyah hacia su hija.

-Madre, el resto del tiempo…

-Irás con un terapeuta, necesitas estabilizar tu mente poco a poco, vivir tu duelo, y llegar a la guerra con todo tu poder, hija, sé que lo harás bien- dijo Myyah con voz dulce.

-Entiendo, es preciso tener todos los elementos para saber defendermes y responder como una guerrera- dijo la chica, aún con voz suave.

-Bien, comencemos el entrenamiento, tenemos un mes para fortalecernos, y que puedas manejar tus armas legendarias.

-Me gustaría practicar también con ustedes- dijo Erika, mientras tomaba su brazo.

-Por supuesto, eres más que invitada- dijo Myyah mientras se levantaba para tomar su hombro.- Kyoto estará orgulloso.

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Natsuki, por su parte, intentó pelear con un martillo de guerra, pero era demasiado pesado, por lo que no podía moverlo con precisión, por lo que el Rey Tymir intervino con ella.

-Muy flacucha, necesitas tonificar tu cuerpo, se supone que tu martillo es especial, pero si no eres digna, no podrás ni moverlo.

-Si funciona igual que el martillo del Dios Thor, supongo que no habrá problema con mi fuerza, simplemente debo aprender a manipular un martillo de guerra- dijo Natsuki con calma.

-Sí, ¿Qué propones hacer?- preguntó el rey con curiosidad.

-Dame el martillo, haré un cálculo de cuanto carga y entrenaré con un martillo del peso que sienta en el martillo.

El rey obedeció la orden llevándola hacia la almohadilla donde reposaba el martillo.

Era una fila corta, donde varios enanos intentaban levantar el martillo, sin éxito alguno.

Hasta que Natsuki tomó el martillo y comenzó a manipularlo, haciendo cálculos en su mente.

-Un peso aproximado de 20 kilogramos, supongo que podrán hacerme un martillo de ese peso.

El rey no dijo más, y se dirigió a la forja.

-Tenemos un mes, Natsuki…

-Estaré lista en menos tiempo.

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Mythland…

El puerto de transportación dio la imagen de Stella, Eglantine y Titania, siendo la última quien arrojó de una patada al suelo a ambas chicas.

-¡¡¡ENTRENARÁN SIN DESCANSO!!!, ¡¡¡5 DE LA MADRUGADA EMPEZARÁN CON MOVIMIENTO ARTICULAR DURANTE 20 MINUTOS!!!, ¡¡¡DESPUÉS DARÁN 5 VUELTAS ALREDEDOR DEL PALACIO!!!

-¿Cinco vueltas?, Madre, ¿te volviste loca acaso?- preguntó Eglantine asustada.

-¿Qué no el palacio es donde nos reunimos con ustedes?- preguntó Stella.

-No, donde nos reunimos es la sala del palacio, esta es el puerto del palacio, esta es la plaza del palacio…

-Eso… Eso quiere decir que…

-Sí, Stella, el palacio es toda la ciudad…

-¡¡¡Desayunarán en cuanto terminen y regresarán a entrenamiento de combate e intervención para, finalmente, ir practicando con combate en lanza!!!- dijo Titania mientras bajaba las escaleras con calma.- ¡¡¡Váyanse a dormir, ahora!!!

-Sí, Su Majestad- dijeron ambas chicas con voz temblorosa.

En cuanto las vio correr despavoridas, el séquito real se acercó a ella.

-¿No cree que ese entrenamiento es arriesgado, Majestad?

-Tenemos un mes para que empiece la guerra, pero dudo que Citizen decida esperar, atacarán en cuanto esten listos, espero que ellas lo estén cuando comience la guerra.

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Vacuum

Llegaron al continente vacío, lugar perfecto para comenzar a entrenar.

-Sus entrenamientos consistirán en fortalecer sus resistencias, por lo que en la madrugada se levantarán para hacer calentamiento, elasticidad y trotarán alrededor de la isla, desayunarán y comenzarán con combate cuerpo a cuerpo, manejo de armas y el Atributo Tierra.

-No esperen misericordia, chicos, dormiremos en una casa en cuanto ustedes puedan construir una casa sólo con atributo Tierra, comeremos hasta que logren cazar algo con sus atributos metal y hielo, de lo contrario, moriremos.

Yuusei lucía tranquilo, pero Riot estaba espantado.

-Si quieren comer, debe ser por decisión y voluntad suya, recuerden que esta guerra se trata de la supervivencia del más fuerte, aquel que quiera sobrevivir, tendrá que hacer meritos para poder lograrlo.

Yuusei asintió, mientras Riot alzaba la mano con temor.

-Sí, dime, hijo.

-¿Eso significa que no voy a comer nada y moriré de hambre?- preguntó con timidez.

-Eso depende de ti, hijo, la vida misma es una batalla, y debes buscar los medios necesarios para sobrevivir, no siempre estaremos tu madre y yo contigo, y con lo mal que cocina Stella…

-Entiendo, padre, gracias- dijo el castaño mientras comenzaba a caminar pesadamente hacia la casa, describiendo un cuadrado.

-La diosa Skädi proveerá, amigo- dijo Yuusei mientras seguía su paso.

-Si, lo sé, pisa más fuerte, remueve la tierra- contestó.- Mientras no manejemos las armas, podemos cultivar estas semillas, aprendí un movimiento interesante, y quiero ponerlo en práctica.

-Sí, a la orden- dijo el chico, aplastando más el suelo.

A lo lejos, Russell y Akashi veían la escena con calma.

-¿Crees que deberíamos detenerlos?- preguntó el más joven de los adultos.

-No, el labrar la tierra te pone en contacto con tu elemento, por ello está bien lo que hacen, les faltará arado y otras herramientas- contestó Akashi.

-Un mes, ¿cierto?- dijo Russell de nueva cuenta.

-Quizá menos, dudo mucho que el viejo Destiny se espere a que estemos listos en cuanto él esté listo, peleé durante la Segunda Guerra Mundial en mi mundo, Hitler tomó ventaja de la situación sociopolítica y económica para llegar al poder y hacer del gobierno algo Totalitario, por ello, no podemos esperar nada, de igual forma, en cuanto estemos listos, atacaremos con todo, y si ellos atacan, estaremos listos para retaliar.

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Zentraedi y Angel intercambiaban golpes de espada, ambos con una sonrisa.

Disfrutaban pelear con todo, ambos peleadores daban todo de sí para poder dar una gran pelea a su oponente frente a él.

-Eres fuerte, Zentraedi.

-Me ejercito, Angel…

La chica había sido muy condescendiente al pedirle que, en vez de llamarla Princesa, le dijera por su nombre, cosa fácil para el albino, quien no estaba muy acostumbrado a las formalidades.

-Tenemos un mes para estar listos, ¿verdad?- preguntó el albino.

-Si estamos listos antes, podríamos atacar antes, o bien, si ellos atacan, podemos hacer el contraataque.

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Salieron del campo de entrenamiento, anochecía, por lo que se habían duchado en las regaderas del campo de entrenamiento.

-¿Solían entrenar en sus viajes?- preguntó Angel con curiosidad.

-La verdad es que no, estábamos jugueteando, a veces entrenábamos y peleábamos, pero esperábamos a llegar aquí a Cydonia para entrenar de forma seria, aunque nunca esperamos que la invasión a Olympia fuese una mala decisión sin su ayuda, pero no íbamos a dejar que un aliado muriera.

-A pesar de desobedecer una regla que ustedes le dieron, ¿aún lo consideran aliado?- preguntó la chica con sorpresa.- Yo pediría que, si corro peligro, me dejen morir si es necesario.

-Es un amigo, igual, si estuvieras en la misma situación, yo desobedecería esa regla, mayor Falkner, ¿sabes algo?- preguntó Zentraedi mirando al cielo.- Hace tiempo, vi una serie, El Alquimista de Acero, había una mujer imponente, pensaba de forma similar a ti, te veo, y no puedo evitar verla, sólo que tu eres real, y eres igual de admirable, pero debes saber, mi equipo y, mucho menos, yo, dejaríamos que un amigo muera por causa nuestra.

El albino se fue, mientras dejaba a la chica con una mirada de sorpresa.

El corazón de aquella chica se aceleró.

-Debemos descansar, tenemos un mes para ponernos a tope de poder- dijo el albino.- Y tú también debes hacerlo, invadir un continente monumental no es cosa fácil.

El chico se fue al hotel de la capital de Cydonia, dejando a Angel con un potente sonrojo.

-Sólo un mes, más la guerra, y yo…- decía el albino mientras avanzaba.

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Entró a su hogar, con calma, mientras sostenía una veladora.

Dentro de ella, estaba iluminado, la sala tenía una pequeña repisa con una fotografía, mientras un Kyoto, algo agotado, se acercó y se arrodillo, con la veladora encendida para colocarla en la repisa.

-Un mes- dijo el chico arrodillado frente a la repisa.

Sobre una pequeña mesa se encontraba un jarrón con una docena de rosas blancas, y la foto de una niña pequeña. Era una ofrenda pequeña para Kazuha, encima de una carpeta de tela había un pequeño colgante, el cuál le iba a dar una vez saliendo de Olympia. Colocó la veladora cerca de la foto.

-Lamento no haberte protegido, pero por mi sangre, juro protegeré a tu madre, lo juro.

Juntó sus palmas, inclinó su cabeza y se puso a rezar.

Acto seguido, se levantó, dirigiéndose hacia la puerta, que daba directo a la playa.

-Atributo Fuego…

Tenían un mes para hacerse fuertes, en dos semanas tendrían noticias de él.

Capítulo 113: La Partida.

Capítulo 113: La Partida.

-Yuusei Hyutsuchi, Sora Hatake, son libres- dijo la voz del guardia en prisión.

-¿Eh?, Señor guardia, disculpe la molestia, pero ¿Por qué?- preguntó Yuusei con sorpresa.

-Al parecer sus cargos no fueron problema suyo, y lo necesitan en Vacuum- dijo el guardia mientras abría la celda de Yuusei.

Después se dirigió a la de Eurekka.

-Señora Eurekka, se le ha ofrecido la ciudadanía de Cydonia y la amnistía a cambio de su contribución a favor de “The Fantasy Association”, depende de usted seguir presa aquí o tomar la libertad a favor de pelear por la justicia.

-Le debo la vida a uno de esos chicos, por supuesto que iré- dijo la mujer con calma, mientras caminaba hacia la puerta de la reja.

-Su esposo está esperándola afuera, entrenadora- dijo el soldado mientras se alejaba.

Yuusei salió de la celda, seguido por Sora y Eurekka.

Salieron de aquella prisión, al parecer de máxima seguridad, y conforme salían, escuchaban ruidos cada vez más fuertes.

Los ruidos fueron haciendose más fuertes, al punto que supieron que era alguien gritándole a otra persona.

-¡¡¡¿¿¿Cómo demonios es que tú te quedas a solas con esa maldita princesa???!!!- rugía una chica hacia un albino que mantenía una postura serena.

-Hey, no grites pequeña, debo quedarme aquí a entrenar el arte de la espada, junto con mis padres y la Princesa Angel, y aquí no tienen maestros que puedan entrenarte en el arte del Martillo de Guerra- dijo el albino tomando la cabeza de la chica.

-No, no y no, me niego rotundamente, además…

-Es increíble que, ahora, muestres celos hacia mí, me siento halagado, pero no he hecho nada malo para que ahora saques esa fiera dormida- dijo el albino mientras tomaba su cabeza.- Confía en mí por favor, pequeña.

La chica miró enternecida a su novio, mientras asentía.

-Además, Melodi te necesita, quédate con ella, y cuídala, te pido esto por mi amigo- dijo el albino subiendo la maleta en el carretón.

Natsuki asintió, mientras abrazaba al albino.

-¿Cuántos días son de aquí a Hefestos?- preguntó Myyah a sus compañeros viajeros.

-Pues, por medio de este portal, estarán allá en 5 minutos, el tiempo apremia- dijo Angel mientras abría un agujero dimensional.- En cuanto lleguen allá, sumerjan a Melodi en las termas de Hefestos, y denle consuelo de forma inmediata, además de entrenarla en las termas, Kazuo, por favor te encargo…

-Sí, su majestad.

-Si tenemos noticias sobre el idiota, se los haré saber de forma inmediata, supongo que será un alivio para ella, por ello la búsqueda por espías de Cydonia es de máxima prioridad, además de ser un potencial de batalla.

Dicho esto, se giró hacia Stella, Sora y Eglantine, quienes estaban listas para partir.

-En cuanto a ustedes, Stella Blizzard, Sora Hatake, Eglantine, entrenarán en combate a manos de Titania y su ejército de Guerreros, el haber pisado los demás países nos ha facilitado la convocación de un portal, en cuanto estén listos pueden venir- dijo Angel viendo a la chica de cabello verde-morado.

-Sí, su majestad, será un entrenamiento intensivo- dijo Titania mientras veía a las chicas.

-Por favor, avísenme a mí también sobre Kyoto- dijo Eglantine.- Es un amigo de Stella, así que…

-Eglantine, entiendo, te daré toda la información que obtenga.

-Por su parte, Riot y Yuusei, manipularán el atributo Tierra en entrenamiento con Akashi y Russell Orwell, espero entrenen duro, por el bien de esta asociación, por el bien de El Gran Continente.

Stella y Riot se miraban con calma.

-Es la primera vez que dormiré sin ti, Riot- dijo Stella con pena, mientras tomaba la mano de su novio.

-Ten, te regalo esto- dijo el castaño mientras sacaba un corazón en su mano libre.

La chica tomó el colgante, el cual presentaba una línea en el costado, junto con un botón, el cual presionó.

Dentro, estaba una foto de ambos abrazados el primer día que se quedaron juntos…

-Esta foto…

-Sí, Kyoto la tomó, fue uno de nuestros viajes en el barco, y Melodi pilotaba.

Stella comenzó a sollozar, mientras abrazaba a Riot.

-¿Crees que Kyoto esté bien?

Riot correspondió su abrazo, mientras tomaba la cabeza de la chica.

-Él estará bien, tú lo dijiste antes, es tan idiota que se le olvidará morir, incluso si lo matan, te aseguro que tendremos noticias de él cuando menos lo busquemos, por lo pronto, esforcémonos en hacernos más fuertes.

-Riot, Stella, deben partir- dijo Angel.- Zentraedi, Natsuki, su entrenamiento, no lo olviden.

Los portales se abrieron, mientras cada grupo iba entrando, por primera vez, estarían solos.

-Nos veremos en un mes, espero tengan muy buen entrenamiento- dijo Angel mientras se despedía de los viajeros.

Poco a poco, todos desaparecían de su vista, mientras Zentraedi miraba confiado la escena.

-¿Existe algún avance en Citizen?- preguntó Angel una vez sola con Zentraedi.

-Ya escuchaste al tío Kazuo, Citizen del Este es libre, sólo falta que la parte Oeste sea liberada después de la guerra.

Zentraedi siguió avanzando, directo al hotel de Villa Real, pero…

-Zentraedi, no creo que quieras estar sólo, así que… ven al palacio Real, tenemos habitaciones de sobra.

El albino se detuvo, mientras volteaba mostrando una sonrisa radiante.

-Por supuesto- dijo el albino sin dejar de sonreir.

 La chica desvió la mirada, mientras caminaba hacia el palacio.

-Entonces sígueme, estoy segura que será mejor dormir en un palacio que en el hotel.

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Lejos de esa locación, se encontraba una isla muy particular, pues esa isla no permanecía fija en un solo punto, en cambio, se movía lentamente por las aguas, ignorando las corrientes oceánicas

Aquella isla había logrado crear una urbe capaz de un amplio desarrollo científico, tecnológico, eco-industrial y económico.

Así era la vida en una urbe localizada sobre el caparazón de una tortuga gigante, un caparazón cuya medida rondaba 250 kilómetros cuadrados, gigantesco, a decir verdad, pero diminuto, si se compara con algunos de los países menores.

En ella, la urbe se localizaba en el centro de la isla, con un total de 10,000 habitantes, lo que la hacía muy transitada, pero rodeada de mucha vegetación, áreas verdes, campos abiertos.

El motivo, la cantidad de tierra que se había albergado en la superficie del caparazón con forma de disco plano que pertenecía a la tortuga.

En una sala del hospital de la ciudad, justo en ella, había despertado un muchacho de cabello azabache, con un mechon tapando uno de sus ojos negros, mientras una mujer de piel blanca y cabello rojizo le veía emocionada.

-¡¡DESPERTASTE!!- gritó la mujer en cuanto le vio con los ojos abiertos.

El chico miró confundido hacia la mujer, su mente presentaba algunas lagunas, lo único que recordaba era haber lanzado una bola de energía hacia una nave voladora, que alguien lo había matado y…

-¡¡KAZUHA!!- gritó, deseando que…

-No, no, mi nombre es Pyrrah, te encontré en las playas, mientras nuestro hogar pasaba por Olympia.

Kyoto no prestó atención en nada, intentó activar su técnica ocular, pero…

-Caíste rodeado por una bola de fuego, no pudimos tocarte en un buen rato, al menos ya estás bien.

El chico quiso salir de aquella camilla que le retenía, pero fue detenido por un par de correas que ataban sus muñecas.

-Deben realizarte unos estudios, al parecer eres del interés de todos los científicos, aunque no los culpo, un sujeto que ha derrotado a Olympiakos y a los Drakkengar es algo tentador para la ciencia.

-No soy una maldita rata de laboratorio, soy una persona, por favor, ayúdame, necesito ir a Cydonia, mi equipo me está esperando- dijo el azabache, recostado contra su voluntad.

-Tienes que quedarte, la isla está pasando por una muy mala situación, necesitamos de tu ayuda, de lo contrario, Citizen podría…

-¡¿CITIZEN?!- gritó el muchacho.- ¡¿DIJISTE CITIZEN?!

-Sí, dije Citizen, ¿Por qué?- preguntó la chica con curiosidad.

-Si mis cálculos son correctos, mis amigos ya deben estar en Cydonia, mis amigos y yo estábamos creando una alianza como medida de atacar a Citizen, por lo que mis amigos y yo emprendimos un viaje por todo el Gran Continente, ya reclutamos a Mythland, Hefestos, Silkland, nuestro destino era Cydonia, pero…

-Sí, supongo que el incidente contra Olympia fue lo que impidió que su viaje continuara de forma correcta- dijo Pyrrah mientras volteaba a ver a los lados.- Doctor, creo que no necesitamos analizarlo, está de nuestro lado.

Un hombre de cabello castaño con algunas canas visibles, lentes redondeados, tez blanca y con una bata de médico entró en la habitación del muchacho.

-Supongo entonces que estará bien, los problemas que ocurrirán en este mundo serán terribles si dejamos que Citizen haga lo que quiere- dijo el hombre adulto.- ¿Manejas atributos elementales?

-Sí, sólo el Fuego, el incidente en la Torre Olímpica me quitó la posibilidad de usar el atributo Oscuridad.

-Bien, entonces Pyrrah se encargará de entrenarte, de momento, podemos decir que manejas unas técnicas básicas de atributo Fuego, por lo que necesitamos potenciar tu único atributo útil que posees.

-Estarás viviendo en el palacio de gobierno- dijo Pyrrah.- Quieren darte las mejores atenciones para luchar a favor de nuestra guerra.

-Me niego- dijo el azabache mientras dibujaba unos círculos en papel.- No quisiera ser una molestia para nadie.

-Bien, si cambias de opinión, me avisas dirante el entrenamiento.

-Entiendo- dijo el azabache.- Solo quiero pedir un favor más, antes de ponerme a entrenar.

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-¿Qué buscas haciendo una guerra contra Citizen?- preguntó Pyrrah mientras esquivaba los golpes del joven Kyoto.

-Es complicado para mí, quiero liberar este mundo del monstruo que es Destiny, mi abuelo, por ello es que decidí pelear en este mundo, liberarlo de la amenaza que es ese sujeto, y que sólo sea problema de nuestro mundo- dijo el azabache mientras seguía intentando golpear a Pyrrah.

Ella era ágil, además de fuerte y resistente, con tres movimientos, el azabache había acabado en el suelo.

-¿Enviaron el mensaje a Cydonia?- preguntó Kyoto con calma, mientras se levantaba ágilmente.

-Sí, el mensajero va a tardar un aproximado de 2 semanas, pues lo enviamos a pie, si lo enviábamos en una embarcación o con nuestros vehículos de correo, lo detectarían.

-Entiendo- dijo el azabache.- Sólo espero que el idiota de Zentraedi pueda recibir el mensaje.

-¿Quién es ese tal Zentraedi?- preguntó Pyrrah con desconfianza, mientras volvía a esquivar los golpes.

-Es mi primo, y mi mejor amigo…

-Oh, entonces esa Melodi…

-Es mi novia, y la madre de mi hija- dijo el azabache, lanzando sus mejores patadas y puños, cosa que la chica esquivaba o bloqueaba con agilidad.

-¿Qué fue de la pequeña?- preguntó Pyrrah mientras regresaba algunos golpes.

-Quítate…

-¿Eh?

Pyrrah alcanzó a desviarse del frente, mientras una poderosa llamarada salía con velocidad de las manos del chico, ascendiendo al cielo, hasta extinguirse, Pyrrah volteó a ver el origen de esa llama, y vio al muchacho con la mirada baja.

-Ella murió, por mi inutilidad murió, no pude proteger a mis seres queridos, y por eso ella ya no está conmigo, ni con mi novia…

Pyrrah miró con tristeza al muchacho frente a ella, le era imposible pensar en él como un inútil, cuando fue él el que derrotó al ente más poderoso de Olympiakos y los Drakkengar.

-¿De verdad piensas eso de ti?- preguntó la chica con curiosidad, tomando su hombro.

-No es lo que pienso, es la realidad, es lo que ocurrió, mi poder no es suficiente para proteger a mis seres queridos, por eso es que acepté entrenar contigo, Pyrrah.

La chica miró con sorpresa.

-Después de todo, la razón por la que no puedo usar mi atributo Oscuridad, fue porque quería tener más poder y poder proteger a mi familia, aunque sólo pude salvar a mi novia- dijo el azabache con la mirada agachada.

-¿Sabes algo?- preguntó Pyrrah.- Posiblemente te sientas de ese modo por lo recién vivido, pero sólo piensa en esto, va a doler lo que te voy a decir, pero tienes que agradecer la vida por la cual tu hija se sacrificó, sin ese sacrificio, ni tu novia, tus amigos, ni siquiera tú pudiste sobrevivir, tienes que dar el todo por el todo para que ella no haya muerto en vano.

Kyoto se sentó en una de las piedras, mientras sacaba un papel con un dibujo circular. Canalizó aura hacia ese papel, y salió la casa de oricalco.

-¿Sigues con la negativa de usar nuestros cuartos?- preguntó Pyrrah con amabilidad.

-Quiero estar solo, necesito sacarme esto de la mente, necesito llorar, y suelo ser demasiado ruidoso cuando lo hago, así que, con tu permiso- dijo el chico entrando a la casa.

Pyrrah, por su parte, suspiró con pesadez, regresando al palacio de gobierno.

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-¿Cuál es el avance del proyecto?- preguntó un adulto con cabello castaño, en su rostro redondo una barba de candado y del color de piel de la misma Pyrrah.

-Está muy mal animicamente, supongo que las vivencias previas le han puesto en este estado- dijo la chica con voz irritada.

-Algo te ha molestado del chico- dijo el adulto frente a ella.

-Sí, es sólo que se ve muy decaído, supongo que, hasta tener noticias de sus amigos, seguirá con ese estado anímico, por el momento requiere…

-Sí, dale lo que necesita.

-Bien, con su permiso, majestad- dijo la chica haciendo una reverencia.- Yo me retiro.

Al dar la vuelta, se dirigía hacia su propia habitación, cuestionándose si debía hacer que el chico durmiera en palacio.

-¿Cuándo fue que me importaba tanto la decisión de alguien?, bueno, supongo que no debo preocuparme tanto, en cuanto su novia esté informada, vendrá de forma inmediata, entonces dejará de ser mi problema.

 

Capítulo 112: La Unificación.

Capítulo 112: La Unificación.

-¡¡¡Ese imbécil se atrevió a coquetear con alguien más frente a su novia!!!

-Sí, ya oímos esa historia… así como otras 13 veces que nos lo has dicho.

Stella, Natsuki y Riot estaban en un restaurant del palacio real de Cydonia.

La capital se llamaba Villa Real, en el país que era casi tan grande como la mitad de Citizen, si se juntaban los países menores del sureste de “El Gran Continente” con Cydonia, seguro podrían alcanzar a tener la misma extensión que Citizen.

Cydonia presumia de una amplia diversidad en climas, dada su extensión que alcanzaba el círculo polar austral y uno del trópico austral, dando una variedad entre climas fríos, templados y cálidos, además de tener al río más largo de todo el mundo alterno, “El río Arcoiris”, que se alimentaba del gran Oceano del Oeste de Mythland, gracias al “Río Mítico” que atravesaba Mythland, y el mismo río Arcoiris alimentaba a los siete ríos que llevaban los colores del arcoíris por nombre.

Al noroeste de Cydonia, entre los ríos Azul y Rojo, se encuentra la capital, Villa Real, en el centro estaba el palacio real, justo donde tres de los héroes intentaban comer.

Y decir “intentaban” era porque la pequeña Natsuki no había podido sentirse más ofendida.

Habían aislado a Zentraedi, era el último en ser visitado, y las charlas se prolongaban por horas.

Lo peor, es que ni él ni la princesa sabían la razón.

Él sabía que se convertiría en parte vital de la guerra, en ausencia de su mejor amigo, por lo que las cosas platicadas desde su aislamiento pasaban a ser un secreto de guerra.

Y la princesa sabía que tenía que hablar con él sobre el plan intensivo de entrenamiento.

Pero los soldados la notaban cada vez más motivada cuando salía de esas pláticas, cosa que ellos pagaban, pues lejos de mostrarse alegre, simplemente seguía siendo ella, pero cada vez más “Ella”, poniéndose más ruda en los entrenamientos.

-Hoy es el último día de la reunión, supongo que estarán ahí los altos cargos militares, así como sus majestades, ¿saben algo sobre Melodi?- preguntó Riot con calma.

-Supe que ella estaba en un estado mental decadente, pero hoy fue la gota que derramó en vaso, ella estaba completamente cubierta en una esfera de hielo, hoy decidirán que ocurrirá con ella- dijo Stella con calma.- Yo no pude hacer nada por ella, no quiso escuchar a nadie.

-Descuida, incluso Natsuki falló en su misión de intentar animarla, al parecer, lo ocurrido con Kazuha y el hecho de que Kyoto esté en paradero desconocido, hacen que las cosas no vayan tan bien para ella- dijo Riot apretando los puños.

-Bueno, lo de menos es qué harán con ella, supongo que sus padres estarán acompañándola, además de Kazuo- dijo Riot con calma.

-Sí, Kazuo sería una buena opción si Melodi llega a perder el atributo Hielo, ambos podrían entrenar a Melodi, pero…

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Sala de juntas, mesa redonda de los caballeros de Cydonia.

Estaban reunidos Kazuo, Zentraedi, el Rey Tymir, la Reina Titania, el Rey Gabanna, los embajadores de los reinos menores y la princesa Angel Falkner.

-Muy bien, los tópicos del día serán los siguientes- dijo Angel sacando un laser, a lo que una pantalla se mostró ante los espectadores.- La situación con Melodi Inverna, La situación con Yuusei y Sora, La situación con Drakkengar, La alianza y, finalmente, la estrategia de guerra, ¿Podemos empezar?

Todos asintieron, a lo que Angel mostró la diapositiva de Melodi dentro de la esfera de hielo.

-Esta mañana, a las 8:00, las enfermeras que atienden a Melodi encontraron esto en su habitación, por lo que creemos necesario sacarla de ahí, no por ella, sino por los demás residentes, las temperaturas han empezado a bajar gradualmente en el hospital, pero también tenemos casos de neumonía, todos en salas aledañas a los de la chica, por lo que necesitamos hacer algo con ella.

-Hefestos es una zona volcánica- dijo Tymir con seriedad.- Creo que llevarla a las termas podría ser de mucha ayuda.

-Sí, su madre y su padre podrían acompañarla para absorber la temperatura que emane de su cuerpo- dijo Titania.- Ella necesita a sus figuras paternas más que nunca, por ello…

-Sí, entiendo- dijo el embajador de Cluth.- Supongo que las termas de Hefestos podrán curar sus heridas corporales y sus padres ayudarán a sanarla mentalmente.

-Hablaré con ellos, además de que necesitamos un psicólogo, le diré a un amigo de Belladona que nos apoye con eso, si nos permite, su majestad- Agregó Kazuo.- Si algo llegase a pasar respecto a su atributo Hielo, me gustaría entrenarla en el manejo de su atributo Agua.

-Hagan todo lo posible- dijo Angel.- Espero su mente y su cuerpo tengan alivio, ella es una soldado fuerte, y sería de mucha utilidad en el campo de batalla.

Dicho esto, pasó a la siguiente diapositiva.

-Tópico dos, tengo en prisión a Yuusei Hyutsuchi y a Sora Hatake bajo el cargo de alta traición, ellos desobedecieron la orden de no buscar a Olympiakos, lo que tiene a Melodi en esa situación.

Los embajadores de los reinos menores se sorprendieron.

-Sí, podríamos decir que ellos son los culpables indirectos de la muerte de Kazuha Katekyo, de la desaparición de Kyoto Katekyo y del estado mental de Melodi Inverna, claro está, Dommino Caricci ya fue asesinado por Kyoto cuando este tuvo su enfado, pero debemos comprender que la muerte, la desaparición y la situación con Melodi pudieron evitarse.

La mesa redonda asintió con pena, excepto Kazuo.

-Pero Yuusei no tenía malas intenciones, él buscaba atacar Olympiakos para…

-Para quitar problemas al equipo, lo entiendo, sin embargo, las palabras de la declaración de Sora Hatake demuestran que Yuusei buscaba vanagloriarse en el hipotético caso de que él derrotase a Olympiakos, por ello es que están en prisión, él por desobedecer la orden y ella por permitirlo, no necesito posibles traidores en el ejercito, o peor, personas que busquen la gloria personal y pongan en riesgo nuestra victoria.

Kazuo se sentó, no lo había visto de esa forma, sin embargo…

-Considero que llevarlo a Vacuum a entrenar sería buen castigo, uno de los Drakkengar, Russell Orwell podría entrenarlo de forma intensiva- agregó en defensa del chico.

-Sí- dijo el embajador de Kingslanding.- Es posible que el joven Yuusei quisiera la gloria personal, pero si lo llevamos a un entrenamiento y meditación, es posible que podamos traer un guerrero de confianza.

-Apoyo esa moción- dijo casi el resto de la mesa redonda.

-Sí- dijo Angel.- Pero entonces eso nos lleva a nuestro siguiente tópico- agregó pasando la diapositiva.

En ella se podía ver a Eurekka en prisión, además de los cargos imputados.

-La terrorista de Drakkengar, Eurekka Quagga, así como Russell Orwell, son los únicos miembros vivos de la organización, así como de Olympiakos, aunque ella en la tripulación de El Invencible II…

-Sí- esta vez fue el turno de Zentraedi.- Eurekka venía con nosotros e, incluso, intentó evitar que Dommino se llevara a Kazuha, cosa que no pudo lograr por la diferencia de poder, sobre los cargos que se le imputan, menciona ahí que es parte del gremio de los cazarrecompensas, mi amigo también pertenece a ellos, si él estuviera aquí, diría que podríamos ofrecerles la amnistía a cambio de sus servicios como cazadores profesionales.

-Tienes razón- dijo Angel.- La había colocado en prisión preventiva bajo sospecha por pertenecer al grupo terrorista, sin embargo…

-Todos los asesinados por Eurekka Quagga y por Russell Orwell eran criminales de alta peligrosidad en cada uno de nuestros países, por lo que podríamos ofrecer la amnistía- añadió Gabanna y Titania.

-Entiendo, bueno, se ofrecerá la amnistía, y se encargarán de entrenar a los reclutas, ellos pasarán a ser ciudadanos de Cydonia- dijo Angel mientras pasaba la diapositiva.- Tópico Cuatro, la Alianza, por lo visto, Kyoto logró reunir a los reinos mayores y Yuusei a los reinos menores, solamente falta mi firma, lo que me lleva a lo siguiente: ¿Qué beneficios tendría Cydonia en una alianza con los demás reinos?

-Yo tengo la respuesta- dijo Kazuo.- Primero que nada, todos los países tendrán libre visa, pudiendo pasar de un país a otro únicamente con una identificación, esto ahorraría dinero en tramites, segundo, las rutas comerciales no estarían cerradas por no pertenecer a cierto territorio, además del intercambio cultural, comercial, tecnológico, educativo, militar y muchas prestaciones que benefician a todos los países.

-Entiendo, pero siento que buscan algo más que sólo una alianza social, comercial y política.

-Bueno, mi amigo no está aquí para decirlo, de hecho, es inútil que sea él un estandarte, pero yo me ofreceré en su lugar- dijo Zentraedi.- Yo viviré o moriré como baluarte de la paz y la hermandad, para hacer de The Fantasy un lugar pacífico, una alianza, no, mejor dicho, un pacto de amistad, esto podría segurar la paz a largo plazo en este continente, y podrían hacer frente a otros peligros adversos.

Angel veía a Zentraedi con una sonrisa, extrañamente estaba de acuerdo con él siempre, como con Eurekka, se sorprendió de que no lo contradecía sólo a él, había veces en las que él sí soltaba alguna estupidez y ella lo corregía.

Y verlo hablar de su muerte le provocaba cierta molestia, ¿Sería por su madre?, ¿Sería por ver a Melodi en ese estado luego de perder a dos personas tan preciadas?, no lo sabía, pero temía perder ese lazo que había formado.

-Tomaré en cuenta eso, y espero que todos los países puedan hacerlo a largo plazo, para evitar más pérdidas lamentables- dijo Angel con calma, mientras se calmaba.- Y es un acto noble el tuyo, Zentraedi, pero ten en cuenta que tu amigo dijo eso, y murió.

-¡¡¡ÉL NO ESTÁ MUERTO!!!- gritó el albino golpeando la mesa.

Toda la mesa redonda guardó silencio, mientras Zentraedi apretaba los puños.

-Lo… lo siento… yo…

-Te entiendo, no tenemos su cuerpo aquí para comprobarlo, mis disculpas, Zentraedi- dijo Angel con pena, mientras pasaba a la siguiente diapositiva.- Visto el hecho de que se me ha convencido firmar el pacto, aparece el método, no sabemos cuanto tiempo tenemos para la guerra, por lo que necesitamos ser eficaces para conseguir la victoria, para empezar, en números, ¿Con cuantos soldados juntamos?

-Podríamos recomendar una cita de Sun Tzu, él ha dicho que mandar a muchos es igual que mandar a pocos, todo dependerá de las formaciones y el conocimiento que tengamos de la zona- dijo Zentraedi, a lo que Angel asintió.

-Considero que entre todos los países mayores y menores se formen 3 ejercitos- dijo Kazuo.- Chang Yu dijo que 3200 personas son un ejercito, formando tres podríamos tomar los tres palacios que existen en Citizen, El palacio Boreal, El Palacio Austral y, finalmente, el Palacio Ecuatorial, que es donde se encuentra el mando del ejército.

-Sí, entiendo- dijo Angel mientras bajaba sus manos.- Ahora bien, embajador de Kalos.

No le dijo nada, simplemente ensartó la espada entre ceja y ceja del embajador, que tenía una mirada aterrada.

-Dije que los traidores no servían, esto es la muestra de que hablo completamente en serio- dijo la chica mientras sacaba la espada.- Guardias.

Cinco guardias ingresaron a la sala, colocándose en posición firme.

-Llévenselo, Kalos nos ha traicionado a favor de Citizen, así que podríamos seguir.

-Si mis cálculos son exactos- dijo el embajador de Antioquía.- Supongo que Citizen espera los ataques en sus palacios emblema, una vez tomados, nos habremos apoderado del país.

-Sí, y Citizen esperaría que nosotros estemos atacando directamente, por lo que…

-Sí, dos ejércitos podrían apoderarse del Oeste, eso se debe a que el Oceano que comprende entre Citizen del Oeste y el este de “El Gran Continente” es muy peligroso, no podrían atacar frontalmente por aquí- dijo Kazuo apuntando los países que comprendían Mythland, Slikland y los reinos menores del Sureste.

-Olvidan la capacidad de “El invencible- dijo Angel.- Actualmente está en reparaciones, por lo que esperamos poder cruzar con velocidad el océano entre Mythland y Citizen del Oeste, lo que nos queda el este.

-En el este hemos enviado espías, guerreros, entre otras herramientas, y hemos librado toda la zona Este de presencia militar, incluso nos han proporcionado información sobre el terreno- dijo Kazuo con calma sacando los gráficos.

-Bueno, eso hubiese sido útil si el Este no estuviese libre, hoy se ha convertido en una amenaza menor- dijo Angel apurando las diapositivas.- Respecto al número, un grueso de 9600 soldados distribuidos al norte, centro y sur de Citizen para acabar con sus palacios y apoderarnos del control, estaremos bien.

-Si, supongo que el tópico que sigue es el tiempo de preparación- dijo Zentraedi.- Propongo un plan de entrenamiento intensivo, de un mes, todo esto con efectos de practicar todo lo posible, además, el Rey Tymir dijo que…

-Sí, por fin están listas las armas, es una pena por Kyoto y por Melodi, pero las otras cuatro armas están listas dijo el Enano sacando los maletines.

Tymir puso cuatro maletines sobre la mesa, los cuales se abrieron revelando una espada blanca con rojo, a su lado había un martillo que lucía bastante pesado, detrás de ese martillo se encontraba una lanza verdosa con vivos en color morado, y tras ella se encontraban dos revólveres platinados.

-Necesitan entrenar arduamente para poder usarlas, joven Zentraedi- dijo Tymir hacia el albino.- Cada arma tiene un nombre, el cuál despertará su verdadero poder, descubrirla en su primera forma será tarea de este entrenamiento.

-Zentraedi, tú tienes experiencia en espada, podrías ayudarme a entrenar a los soldados, ¿cierto?- dijo Angel con calma.

-Por supuesto, nada que no haría por el bien de este mundo- dijo el albino con inocencia.

-En lo que respecta a Natsuki, Riot y Stella, bien podrían irse a entrenar a Vacuum con Yuusei, Sora , Drakkengar y sus padres, Takeshi, Akashi y Crista, en cuanto a ti, te quedarás a entrenar conmigo en el arte de la espada- dijo Angel golpeando la mesa

-Yo propongo que Natsuki vaya a entrenar a Hefestos en el arte del martillo de guerra, además estará mejor si está junto a su mejor amiga y podrían apoyarse, además de llevar a Takeshi Inoue y Eurekka Quagga para que la entrenen en su atributo eléctrico- dijo Tymir mientras cerraba el maletin con el martillo.

-Del mismo modo- dijo Titania.- Propongo que sea Stella quien vaya a Mythland, para entrenarla en el arte de la lanza, los elfos tenemos maestría en este arte, además de que Crista Diamanta podría entrenarla en el atributo cristal- dijo la reina elfa tomando el maletin con la lanza.- Del mismo modo, Sora podría ir a entrenar con mi hija Eglantine, dado que ambas manipulan la misma combinación de atributos.

-Cierto, cierto… entonces los únicos que irán a Vacuum son Riot y Yuusei, junto con Russel Orwell y Akashi Oda, por lo que no habrá más modificaciones en esta misión de entrenamiento, se levanta la sesión- dijo la princesa antes de salir del lugar.

-“Esto no le va a gustar para nada a Natsuki”- pensó Kazuo con nervios de sólo imaginarse a la chica con un ataque de celos.