Capítulo 75: Segundo encuentro con Yusei, la partida hacia Silkland.

-Oh ya veo, entonces todo fue una disputa por comida- se quejó el invitado- Y yo creí que algo había pasado, tengo malas noticias chicos.

-¿Por qué tengo la extraña sensación de que eres peor que un jodido gato negro?- preguntó Kyoto con enojo.

-Porque estas noticias le darán más sabor a nuestra misión, unos lunáticos invadieron Mythland, mejor dicho, la frontera norte de Mythland, en las cavernas Myth- dijo el joven con calma.

-Los Lunáticos fueron identificados como “Olympiakos”- continuó Sora- Estos seres buscaban a los MYTH, los dioses protectores de Mythland.

-Al no tener información sobre lo que buscaban, simplemente arremetieron contra la población local de las faldas de las Cuevas Myth, no hubo más que 3 sobrevivientes que nos proporcionaron información.

-Tengo enterado que Olympia es uno de los reinos menores- dijo Kyoto.

-Tuve la mala suerte de cruzar con ellos antes de llegar aquí, o mejor dicho, trate de convocarlos para la gran guerra contra Cydonia pero…

-Sí, me imagino que deben estar desesperados pero, la pregunta sería, ¿qué demonios planea Olympiakos con los Myth?- preguntó Riot alarmado.

-No lo sé, pero debemos mantener la distancia ante ellos y evitar cualquier confrontación posible, si están buscando los Myth para lo que creo, es que débiles no son.

-Una decisión poco prudente amigo mío- declamó Yusei viéndolo con calma.

-No es imprudencia… Es experiencia, no podemos enfrentarnos a ellos sin conocer el nivel de poder que tienen, tenemos que buscar más información sobre esa organización al respecto, desde sus atributos hasta…

-Hasta que estén preparados para pelear contra ellos, les va a tomar algo de tiempo, si gustas puedo ayudar a recabar esa información.

-No, no, no… Tienes en tu cuerpo a Hymir, el gigante de Hielo, no podemos arriesgar a que te capturen- dijo el azabache mirando al suelo- Tu deber es reclutar a los demás países menores, deduciendo que acabas de pasar por Olympia, ya tenemos a Kingslanding Antioquía, Biseland y Ur, ergo, irás por Kalos, Drakengard, Cluth, Liberty, Beta Nova y Alfa Nova, Alysio y Titanos.

-En efecto amigo mío, debo hacer varias escalas.

-Me parece prudente fijar un punto de reunión en Norwind para celebrar los contratos con los reinos menores, así como partir juntos hacia Cydonia, para firmar el pacto con el Rey de la gran nación del sur- comentó el azabache.

-¿No sería mejor fijar el punto de reunión en Titanos, para ir directamente a Cydonia?

-Tenemos que ir a Hefestos por nuestras armas, no podemos pelear una guerra sin armas- dijo el chico.

-Y entonces ese estuche de tu espalda.

-Es una guitarra, sólo eso, no tiene un uso adicional además de sólo tocar música.

-Las guitarras tienen alma, y…

-¿Tengo cara de tener alma?- preguntó el azabache con fastidio.

-Tú no, pero tu guitarra sí, y será mejor que la trates con más cariño- dijo el otro joven mientras se levantaba de su asiento- Tengo algo de prisa y me gustaría quedarme a pelear, pero los demás países aún no han sido llamados a la guerra, debemos apresurarnos, el tiempo apremia.

-Vaya, al fin alguien que comprende lo valioso que tenemos en este momento, el valioso tiempo.

-Kyoto-kun- interrumpió Melodi con una mirada de enojo- Sólo huiste de la responsabilidad paterna esta noche y…

-Inverna conducirá esta noche, iremos directamente a Silkland para firmar el pacto con el rey, lo que dure esta travesía, yo cuidaré a Kazuha, ¿estás de acuerdo?

-¿Será fácil para ti cuidar a Kazuha-chan?- preguntó Melodi.

-Por supuesto, estoy preparado para lo peor- dijo el azabache con calma-. Por otro lado, tenemos que aventar a Yusei y Sora a los límites con Mythland, por lo que nuestro viaje será más cansado de lo normal.

-¿Nos acercarán?- preguntó Sora.

-Claro, con un grupo de lunáticos religiosos rondando en este continente, no es recomendable que sigan a pie, iremos a dejarlos a los Reinos Menores, posteriormente será cuestión propia su camino.

-Estoy de acuerdo Kyoto- sonrió el azabache.

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Dos días extrañamente tranquilos de viaje habían pasado desde su desembarco de aquella isla en la que habían quedado varados, y Melodi al timón sólo se enfocaba en la ruta trazada por Kyoto en tierra, mismo que realizó los planes de emergencia que pudiesen surgir cuando algo o alguien quisiera hacer algo en contra de los chicos en pleno vuelo.

Kyoto, por su parte, dormía en el camarote, acompañado por Kazuha, quien estaba extrañamente tranquila, sin llorar, sin molestar a nadie, generando preocupación constante sobre el estado de la niña, tan preocupados estaban que llegaron a pensar que el azabache , en un estado de desesperación, había arrojado a la niña al mar.

-Fue preparado por sus padres para cuando este momento llegara- dijo Zentraedi- Un padre responsable, útil, que supiera como manejar a una bebé, es posible que sepas que estuve ahí cuando le enseñaron a cambiar pañales- finalizó el albino junto a Melodi.

-¿Es posible?, digo, supe que sus padres no tenían alma ni corazón, hasta que fue adoptado por otra familia que realmente lo quería, aunque su corazón ya estaba corrupto por la maldad de su antigua familia- dijo la chica manejando el barco- Y QUÍTATE DEL FRENTE QUE NO DEJAS VER EL PAISAJE.

-Pues, son cosas que sé porque, aunque él no lo recuerda, fui su único y mejor amigo desde niños, junto con su hermano mayor- continuó el albino.

-Sólo quería que él se hiciera cargo de una responsabilidad tan grande, no pensé que ya tuviera la suficiente preparación para hacerlo.

-Lo hará Melodi, a su modo, para él, tener a tu hija tranquila sin cumplir todos sus caprichos es vital para el desarrollo del bebé, y es mejor que haga ruido, porque así él sabe que la bebé está bien.

-Seguiré volando esta chatarra maldita sea- masculló Melodi con fastidio- Y será mejor que me sigas contando de Kyoto-kun o te lanzaré al vacío.

-Iba a hacerlo aunque no me lo hubieses pedido- dijo el albino tomando postura de flor de loto-. Lo único que recuerdo era que el primer día no lloró como los otros niños, por el contrario, se despidió de su madre con una sonrisa cálida, y entramos al colegio.

-¿Lo conociste ese día?

-Sí, pero te soy franco, mentiría si te dijera que le hablé desde el primer día, por el contrario, le quité su almuerzo, su dinero y su mochila nueva, pero me dijo que no tenía problema, que si se la hubiese pedido, me la hubiera dado- continuó el albino con nostalgia- Se las devolví y me presenté, y en tres semanas nos hicimos amigos, él y su hermano también.

-Ya veo, muy noble, y distinto a lo que conocemos hoy.

-Bueno, te decía que él, su hermano y yo nos hicimos grandes amigos, jugabamos carreras, peleas o Luchas, corríamos a la salida, nos escapábamos de los maestros, compartíamos mesa en aquel viejo colegio de San Bruto, donde tenían la más estricta disciplina, una vez él iba a ser azotado por el prefecto, pero su hermano mayor puso su espalda y recibió el castigo.

La chica sólo soltó un suspiro de sorpresa, un pasado muy distinto al que ella conocía del chico que ella quería.

-¿Y cómo fue que cambiaron tanto las cosas entre ustedes?- preguntó Melodi.

-No lo sé, después de la noticia del incidente en la fundidora de su padre, parecía como si se hubiese olvidado de mí- añadió el albino con calma.

-Entonces… ¿Su familia verdadera no era tan mala?

-Ser mala… bueno, si cuidarte como a su propio hijo es ser malvado… sí… lo eran… temibles desde esa perspectiva.

-¿Estás siendo sarcástico?- Preguntó Melodi enfadada.

-Oh, lo siento, olvidé que no lo conociste hasta la secundaria- dijo el chico con hartazgo.

-Bien, entonces… Kyoto-kun no es el cubito de hielo que conocemos y eso… porque su familia anterior era diferente a lo que sus registros mencionaban…

-Edward Lence, su hermano, el cuerpo no fue encontrado en el supuesto incendio de su casa, por lo que se sospecha sigue vivo- mencionó Riot interrumpiendo la plática- Además, vimos que Kyoto tiene en su interior al Myth del Fenix antes de llegar aquí, es demasiado sospechoso que sus padres hayan sido asesinados por el chico, si apenas y podía pelear solo.

-¿Qué quiere decir eso Riot-kun?- preguntó Melodi asustada.

-El regresar trastornado a la escuela, además de las lagunas mentales nos dan a indicar que su memoria fue modificada, y de ser así- dijo Zentraedi tragando saliva- Algo terrible mató a sus padres.

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La frontera con Mythland y los reinos menores era una realtiva calma, puesto que los países menores tenían buena relación con los gigantescos habitantes de Mythland.

Pero un par de gritos interrumpieron esa calma.

-AYUDAAAAAAAAAAAAAAAA

Yusei y Sora cayeron en el claro rumbo a los reinos menores, mientras el barco seguía flotando.

-A la próxima pedimos taxi- dijo Sora enfadada.

-No, es que me molesta que se tome sus propias palabras en serio, Es decir, literalmente nos aventó aquí.

-Lo siento chicos, pero debes entender que el tiempo apremia- gritó el azabache en el barco- Recuerden vernos en Norwind para la celebración de nuestros contratos.

Y el barco voló, lejos, alejándose lentamente en el horizonte.

-¿Te preocupa algo Yusei? Preguntó Sora con calma.

-Me preocupan ellos, si algo les pasa, se acabó Sora, y esta guerra sólo acabará con los 5 grandes reinos, y Citizen seguro seguirá haciendo lo que le apetece.

-Tienes razón Yusei, bueno, vamos allá, tenemos una guerra que pelear- dijo Sora con determinación.