Capítulo 17: Vuelta a Japón.
-Natsuki-chan- dijo en un murmullo.
-Porque es mi amiga, y sabes lo que ha
sentido por ti…
-Natsuki-chan- dijo con tono de voz
ligeramente más alto.
-… Idiota, eso es lo que eres, tu
papel de hombre frío y asocial no te llevará a nada…
-NATSUKI-CHAN- trató de gritar, pero
solo habló.
-… Bueno, eres el peor hombre que he
conocido, ni siquiera tienes la más….
-¡¡¡NATSUKI-CHAN!!!- por fin gritó.
Y es que iba a evitar derramamiento
inútil de sangre, ambos eran fuertes, y muy listos, pero una pelea entre ellos
los llevaría a la muerte misma.
-Olvídalo, ¿vale?, yo solo, me rindo.
-Ok amiguita, gracias, solo esperaba
que…- momentos de asimilación- ¿…Qué dijiste?
-Que lo olvides, yo… bueno… se supone
que ni siquiera debería estar aquí- dijo la peliazul con un dejo de tristeza
mientras se iba corriendo del avión.
Natsuki miró a los novios con
desaprobación y salió a consolar a Melodi.
-¿Te he buscado problemas?- preguntó
Sara con timidez.
-No, para nada, creo que si pasa algo
es mi problema, no sería tuyo, es decir, los problemas que yo tenga con el
equipo no deben de afectarte- dijo el chico con una mirada de idiota enamorado.
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Natsuki corrió hasta alcanzar a Melodi
en la pista de aterrizaje, mientras veía como sus azuladas hebras se removían
al compás del viento.
-Melodi- dijo con tristeza.
-Natsu-chan, yo, yo- la chica no
alcanzaba a explicarse.
-Calma amiga, solo tienes que…
-¿Olvidarlo?, ¿cómo lo haría?, el se
convirtió en mi voluntad, en mis energías, en todo lo que quiero para vivir, el
día que desperté, dije claramente que había un destino que tenía que cumplir, y
que con esa nueva oportunidad que se me daba por fin podría, pero… pero…- la
chica lloró amargamente.
-Bueno, Kyoto es Kyoto, al final de
cuentas nunca conocimos su verdadero nombre, así que no sabemos qué oscuro
secreto oculta ese maldito emo vengador.
-Cierto, pero cambiando de tema, ¿qué
haces tú aquí Natsu-chan?- preguntó Melodi.
-Oh, bueno, escapé de mi zona pues
antes de que llegaran descubrí los misterios de esos lugares, La Isla Hashima,
Nara Dreamland ambos en Japón, Disneylandia abandonado en China, las Casas Ovni
de San Zhi en Taiwán, cosas mínimas, y la verdad había escuchado que Kyoto se
había vuelto bastante fuerte, además de que mi estúpido novio estaba de…
-¿De qué Natsu-chan?- preguntó una voz
masculina.
-De compras, a lo mejor te acordaste
de mí y te fuiste a comer a ese lugar tan hermoso al que siempre me llevabas-
dijo la rubia con ternura.
-Oh, te creeré, y hola Melodi- vio
triste a la peliazul- ¿Pasa algo Melodi?
-Pregúntale a tu mejor amigo, Kyoto
hizo llorar a mi amiguita, así- dijo con completa furia la pequeña rubia.
-Ah, ese idiota, bueno, es mejor a
nada, y bueno, ¿tú que haces aquí?... espera…- Momentos de asimilación que se
convertían en lágrimas- ¿Eres parte del equipo?- preguntó con voz quebrada.
-Bueno, yo…- un sonrojo enorme cubría
el rostro de la chica- la verdad es que… yo… no me… Te amo- fue lo que dijo la
chica.
-Sabes, durante los 3 días que
llevábamos de relación nunca me lo dijiste- dijo el chico con sorna.
-Cállate, para ti es fácil decir te
amo…
-Porque lo siento pequeña.
-Es ese “pequeña” el que causa
conflictos entre nosotros…
-Pero me gusta decirte pequeña, porque
me das la seguridad de que puedo protegerte, de que puedo abrazarte y amarte…
-¡¡¡YA CÁLLENSE PAR DE IDIOTAS
INSENSIBLES!!!- Gritó Melodi con llanto terrible- ¡¡¡SABEN POR LO QUE ESTOY
PASANDO Y USTEDES DEMOSTRANDOSE SU AMOR!!! ¡¡¡¡ESTOY HARTA!!!!- y se fue
corriendo del aeropuerto…
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Sara y Kyoto percibieron los Gritos
que Melodi había disparado, dándose cuenta de que fuera lo que fuera, ellos no
tenían culpa de nada.
-Estuvimos a punto- dijo Sara
sonrojada.
-Estuvo cerca- contestó Kyoto sin…
¡¿¡¿Gabardina?!?!
-La verdad es que iba a ser mi primera
vez- dijo Sara cubriéndose el rostro.
-La mía también.
La gabardina de Kyoto estaba tirada
junto con la blusa de Sara, quien no tenía pena alguna, estaban totalmente
solos, pero Kyoto, el sí estaba nervioso, pues resulta que debajo de su famosa
gabardina no había más que la ropa de la cintura para abajo.
-Y dices que no eres coqueto- dijo
Sara.
-Este… yo… bueno… la… la gabardina me…
me da calor… y pues… bueno… yo… si uso… uso otra ropa… me sofocaré…
-¿Pero te sientes bien?
-Sí… todo bien…
-Sabes a lo que me refiero, date
vuelta.
Kyoto suspiró resignado mientras se
volteaba dejando ver lo que le aquejaba.
-¿Sigo siendo la única que lo sabe?-
pregunta la chica.
-No, ahora son dos personas, Tú e
Inverna.
-Esa tipa…
-Lo hice para que sintiera
repugnancia… para que se alejara de mí…
-Lo mismo me hiciste… ¿acaso también
era tu plan alejarme de ti?
-No, lo que pasa es que tú al verlas,
me diste una muestra de amor incondicional, al decirme que no importaba mi
pasado, sino…
-El presente, ¿y ella sintió algo?
-Lástima…
-¿Seguro?
-¿Me crees tan idiota como para mentir
a la mujer que amo?
-si… bueno no… te amo tontito… ¿Y cómo
te sientes?
-Extraño, aún no recuerdo…- a su mente
vino la anécdota que le había contado a Melodi- pero empecé a recordar qué fue
lo que pasó ese día…
-Te las hizo tu padre adoptivo, el
primer padre…
-¿Cómo…?
-¿…Lo supe? Amor, los ojos son las
ventanas del alma, al conocer a tu familia me di cuenta de que conversabas con
ellos de forma natural, sin conflictos, así que mi mente empezó a trabajar, y
pensé que ellos no te habrían hecho algo así… nuestras miradas se complementan,
y sé claramente lo que piensas con solo mirarte a los ojos, tus hechos y tu
mirada me confirman que se lo dijiste a ella, lo entiendo, fue muy repulsivo si
me lo hubieses contado, eres muy detallista en cuanto a sangre se trata… Aún
recuerdo tu historia en línea…
-La Sangre de los Inocentes Llena un
Vaso, La Sangre de Los Pecadores, Llenan los Oceanos…
-Fue muy descriptivo, la muerte de
todos ellos…
-Cálla y bésame…
-¿INTERRUMPO ALGO?
Un peliblanco entraba casualmente a la
habitación…
-Eres un reverendo Idiota
Zentraedi...- Se quejó Kyoto.
-Hola Sara- lo ignoró.
-Hola Soren…
-Por favor… hazme dos favores… uno…
llámame solamente Zentraedi, también cambié en todo, estoy seguro de que soy
más maduro…. Y dos… toma tus cosas… Y LARGATE DEL AVIÓN- gritó al final el
peliblanco.
-¿Quién te crees que eres para
correrme del avión?- preguntó Sara con furia pero calmada.
A Zentraedi le dio miedo esa reacción,
solo era de Kyoto… bueno… antes de que le gritara a Sara…
-No me creo, soy el mejor amigo de
Kyoto, y si quieres que…
-¿Que qué Schiffer?- preguntó Kyoto.
-Nada importante- dijo dando vuelta y lanzando
una mirada cómplice a Sara quien solo asintió- Se le permitirá seguir en el
avión… pero bajo las ordenes de Ride y Rode.
-Entiendo, espero obedezcas las
ordenes de los primeros comandantes, Ride y Rode, bueno, aún no se asignan
rangos, así que podríamos seguir con lo nuestro, pero ellos son buenas
personas- dijo Kyoto dando un aliviane a Sara.
-Ok amor, gracias, ahora si me
disculpas- dijo la castaña para retirarse de la habitación dentro del avión.
Al ir paseando e ir husmeando, notó un
interruptor rojo, el cual le dio mucha curiosidad.
-Yo no haría eso si fuera tú- dijo
casualmente una voz femenina leyendo un libro.
-¿Por qué?
-No estás para saberlo, pero ese botón
anuncia una pérdida fatal, es decir, que alguno de nosotros ha muerto, en pocas
palabras, el proyecto fracasó y nosotros seremos exterminados- dijo la misma
chica dejando al descubierto su cabello verde.
-Oh, lo siento señorita…
-Me llamo Windy, soy la compañera de Kyoto,
Windy Blizzard para servirte…
-Sara, Sara Reyes, un placer, ¿Oye, tú
no eres otra acosadora de Kyoto?
-No, ese emo vengador no me llama la
atención ni a mi hermana, así que es todo para ti, señorita Reyes… bueno, debo
irme, pero deberíamos jugar algún día…
-SI no toman en serio su trabajo
alguien morirá…
-Preferentemente que sea Inverna, debo
suponer que no comprendes el significado de lo que decimos- Sara negó- bueno,
en mi caso, todo es un juego, así que como todo juego tiene sus leyes y reglas,
entre ellas ponerse serio es una regla en el juego del combate- dijo la peliverde.
-Cierto, bien dicho hermana- felicitó
una peli morada.
-¿Hermana?- preguntó Sara con cara de
confusión.
-Claro, las Mellizas Aura a sus
ordenes señorita, en estos momentos deberíamos estar de vuelta a Japón, a las
islas Hashima por Natsuki Inoue…
-Ella ya está aquí en México
señoritas- interrumpió Sara.
-Ok, entonces llamemos a los gemelos,
para mover este armatoste y largarnos de aquí- dijo Mindy.
-Tienes razón purpurita, en un momento
llamamos a todos para trepar el avión e irnos a Japón…
-De hecho- interrumpió una voz
masculina- acabamos de subirlos, ya están todos, señorita, por favor pase al
camarote de Kyoto, que si algo le pasa, nosotros pagaremos las consecuencias de
no cuidarla ni advertirle, por favor, señorita Reyes- Dijeron los chicos dirigiéndose
a la cabina de pilotaje.
-Claro chicos, bueno, un placer,
¿ustedes están a favor de que yo esté aquí?- preguntó Sara con temor.
-Claro, de hecho, nos haces un favor a
todos, esperamos puedas convertirte en una gran esposa- y levantaron el vuelo, para
irse a Japón, el verdadero comienzo de la aventura
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