Capítulo 13:
La Cápsula de Restauración.
Melodi y Zentraedi sobrevolaban la
zona en busca de la misteriosa cápsula, el peliblanco sabía solamente que en la
planta de Chernobyl estaba la dichosa cápsula, pero exactamente la posición era
otro asunto mucho más delicado.
-Oye Melodi, ¿recuerdas que una vez te
dije que te llevaría a una feria que te aterrara?- preguntó Zentraedi para
alivianar la tensión.
-Sí, esa vez me invitaste junto con
Natsuki-chan, recuerdo contestarte que no tenía…
-Vocación para violinista, recuerdo
bien esas frases, extraño ese mundo- dijo el peliblanco con una mirada de
añoranza al pasado.
-¿Qué fue de ustedes?- preguntó Melodi
intrigada, pues era la mejor amiga de Natsuki.
-Pues me le había declarado hace poco
más de tres años, llevábamos tres días de relación y no supimos más de uno ni
del otro- dijo el peliblanco tristemente.
-Lo lamento tanto- dijo Melodi tomando
su hombro- Pero basta de eso, explícame tu bromita a Kyoto- su mirada cambió de
compasiva a furica.
-Bien, mmm, te recuerdo que fue algo
embarazoso, así que por el amor de dios, no te rías- la peliazul asintió-
Bueno, llevábamos algo así como un mes de ir a la escuela, entonces un día
mientras estaba aburrido, decidí crear discordia entre dos chicos de mi salón,
Kyoto y Sara- la mención de la novia de Kyoto tensó a Melodi- y bueno,
empezaron a pelear a ver quien sacaba mejor promedio, hasta que un día, ella y
él fueron encerrados en el baño de mujeres, en el caso de ella pues era
bastante normal, pero él se sintió muy avergonzado, desde ese día todas las
chicas lo veían como un pervertido espía baños.
-Y luego, ¿qué pasó?
-Nada, Sara le explicó a sus amigas
acerca de lo ocurrido con Kyoto, al grado de que ya eran pareja, desde ese
incidente se destaparon varias cosas, entre ellas los sentimientos que
guardaban para cada quien- Melodi frunció el ceño- Me quise hacer el listo
inventando que gracias a mí, Sara y Kyoto ya eran novios, jajaja- finalizó el
chico.
-No sé si perdonarte- dijo Melodi con
tristeza.
-Vamos Melodi, lo hice feliz, eso
debería contar, ¿cierto?
-“pero si hubiese sido conmigo
idiota”- pensó Melodi resentida- Ok, te perdonaré la bromita, pero solo la
bromita, sus consecuencias las pagarás caro.
-¿De qué hablas Melodi?, él debería
agradecerme, está feliz con Sara, Oh, no me digas…
-Sí te digo.
Y ella se marchó molesta. Justo para
esperarlo en la Planta Nuclear en el centro de la localidad de Chernobyl
-Pero lo que es un misterio es lo de
la mudez de Sara, no entiendo cómo fue que le hicieron algo tan grande como
para enmudecerla- dijo Zentraedi para sí mismo.
Porque lo que sí era un misterio, solo
Kyoto lo sabía, Sara hablaba y por los codos, luego, Kyoto y Sara faltaron a la
escuela un mes y al regresar, nada, no había ni rastro de la dulce voz de Sara,
esa voz que le alegraba el día a Kyoto.
-Buenos
días amor- saludaba una chica castaña con los ojos avellanados.
-Hola
princesa, te estaba esperando- dijo un pelinegro risueño.
-Te
cambié el rostro, ¿verdad?
-Tú
siempre, ahora me acabas de sacar de una fuerte depresión.
El
equipo había fallado por primera vez quedando en segundo lugar en las
estatales, y en vez de ir a festejar esa posición con los otros tres Ases,
Kyoto fue a su salón para liberar la pésima derrota.
-Descuida
amor, ya sabes que puedo sacarte de un apuro siempre y cuando esté en mis
manos.
-¿Cómo
aquella noche?, ¿en mi habitación?
-C…cállate.
-¿Qué?,
¿acaso olvidaste que estuvimos jugando Palabras cruzadas?
-N…no,
d…de he…Cho fu…fue l…lo q…que p…pensaba- sin querer recordó el sueño erótico
que tuvo a sus dos semanas de novios
-Tan
pequeña y ya con…
-C…cállate-
y lo besó mientras se acariciaban frenéticamente.
Al
tiempo que una chica de cabello negro entraba al salón de clases.
-L…lo
s…siento- dijo la chica con tristeza- o…olvidé m…mi m…mochila.
La
ignoraron olímpicamente.
Despertó sudando, un sueño, un sueño
que faltaba poco para hacerlo realidad, en cuanto pisara nuevamente México,
sería para llevársela, se habían conocido de la forma más extraña, un sujeto
había creado cierta cizaña entre ellos, llevándolos a competir sanamente por
ser el mejor de la escuela, hasta que llegó el concurso de Ajedrez, donde
tuvieron una partida de 4 horas para definir a Kyoto como ganador, después de
eso, ella cambió sus sentimientos de competencia por admiración, y luego, al
mismo sujeto que creó cizaña, se le ocurrió encerrarlo en los baños de mujeres,
con ella, el momento más embarazoso de su vida.
Después de eso, se aliviaron las
tensiones, empezaron a salir juntos y a conocerse mejor, después, se hicieron
novios, y ella estaba a su lado para alegrarlo, solo ella conocía ese lado
sensible, humilde, romántico y emotivo de Kyoto, sus compañeros, no.
Al cabo de un año de relación ,
mientras el mundo criminal invadía las escuelas, los atraparon en un centro
comercial del cuál salieron, un par de macarras bajaron de un auto y se
llevaron a Sara, mientras a él, por resistirse, lo golpearon, solo esperaba que
ella estuviera bien, sus padres adoptivos dieron aviso a las autoridades, para
que ellos confirmaran la ubicación de la niña y del chico, el rescate fue 90%
exitoso, pues Sara fue recuperada, pero no podía hablar, había quedado un
trauma en ella y no pudo pronunciar palabra, y desde ese día, empezó a salir
más con ella, a entenderla, a más protegerla, como aquel fatídico día.
Pero el hecho de que el silencio de su
novia fuera causado por él, nadie se lo quitaba de la mente, nadie en absoluto.
-Debo ir a ver a ese par- dijo Kyoto
entre dientes para salir del hotel.
Mientras tanto en la sección cuatro de
la salda de maquinas de la Planta Nuclear Chernobyl.
-¿Ya lo encontraste?
-No- dijo la voz en el salón- ¿por qué
no me ayudas?
-Porque no quiero, además, aún no te
perdono el hecho de que esa bromita haya sido un empujón para que la muda y
Kyoto fueran novios.
-¿Y a ti qué te importa si son novios
o no?- susurró Zentraedi.
-¿Decías algo, Zentra-chan?- dijo
Melodi con una sonrisa macabra.
-Que seguiré buscando en este cuarto.
Y completamente pálido, siguió
buscando aquella extraña cápsula, ya habían recorrido las primeras tres
secciones de la planta.
-Siquiera busca en la siguiente
sección, si no haces nada, será inútil traerte, dije que necesitaba una persona
de atributo Agua para buscar la cápsula, pues su interior es completamente liquido,
y si no la encontramos pronto, Kyoto morirá.
Esa palabra hizo reacción en Melodi,
quien se fue a buscar velozmente por las dos últimas secciones de la planta
nuclear, en la cuarta sección bastante grande, encontró varios cuerpos que
murieron por la radiación, sin embargo, lo que más le aterró fue la vista hacia
un poblado fantasma.
-Pripiat, es ahí donde está la feria
tenebrosa, y eso es porque el poblado de Pripiat es ya una ciudad fantasma, si
volteas a tu derecha verás la Noria de Pripiat, es escalofriante, algo así como
esto- dijo una voz a les espaldas de Melodi.
-Bah, no te creo nada de eso- dijo
para voltearse.
Y vio a un cadáver que la saludaba con
emoción, mientras ella palidecía.
-K…Kyaaaa- gritó la chica para después
desmayarse.
-Oh Melodi, sigues siendo tan
susceptible a las bromas, JAJAJAJA- y se fue para buscar la dichosa cápsula.
Mientras tanto en el Hotel de Kiev.
-Oye Kyoto, tu comida- decía Mindy a
la puerta de la habitación del pelinegro.
-….
-Te estoy hablando idiota
-….
-Oye maldito emo vengador, si ya te
moriste debiste al menos dejar una nota de despedida
-……….
-Muy bien, ya me cansaste- y pateó la
puerta para encontrar la habitación completamente vacía- Ok, ese idiota no
entiende el significado de “reposo absoluto”
Y fue a informar a los gemelos acerca
de la desaparición del pelinegro.
-Muy bien, del hotel se pudo percibir
la gran emanación de aura tóxica que invade el territorio de Chernobyl y sus
alrededores, inexplicablemente también se pudieron percibir ciertos auras del
atributo Fantasma, debería ir a checar- dijo Kyoto mientras corría con rumbo a
la planta nuclear.
Aún no podía entender por qué
Zentraedi había decidido dejarle y llevarse a Melodi, en pocas palabras ella
era para él un total estorbo, pero si bien era cierto, él la había visto
pelear, y era buena combatiente, pero eso de nada servía si ella continuaba con
su trastorno obsesivo compulsivo.
-Sea como sea, ella morirá si sigue
con esa mentalidad- dijo fríamente el chico para acelerar y ganar más tiempo.
Mientras tanto en la Planta nuclear.
-Ok, ya encontré la cápsula, es hora
de despertar a la azulita- dijo Zentraedi con una pequeña piedra en la mano.
Melodi dormía profundamente sin saber
lo que acontecía a su alrededor, y Zentraedi se acercó a ella con una piedra,
la cual hizo flotar para arrojarla entre un montón de basura metálica.
-Ya desperté- dijo Melodi
completamente somnolienta pero algo sorprendida.
-Y yo ya encontré la dichosa cápsula,
así que debemos irnos, a menos que quieras padecer el fuerte impacto
radiactivo- dijo Zentraedi de forma enigmática.
Ambos chicos iban saliendo de la
sección cuatro para toparse con un aura totalmente oscura.
-Bueno, planeaban dejarme solo, y no
me permitieron acompañarles en el cumplimiento de nuestro deber, me siento
avergonzado, traicionado, ofendido- dijo el ente que emanaba el aura oscura.
-Pero lo hicimos por una buena causa,
sabíamos que….
-Silencio Schiffer, y tú Inverna…
-Me llamo Melodi
-Sé cuál es tu nombre, llevas
repitiéndome cada 5 minutos tu nombre, pero te he dicho que eso no te quita lo
Inverna, así que, INVERNA, deberías agacharte- dijo el chico preparando sus
manos- Garra Sombras.
Una serie de sombras salió de la mano
de Kyoto, impactando en un metal, sin embargo, aquel metal devolvió el golpe.
-Es la primera vez que alguien percibe
mis emanaciones áuricas- dijo una voz proveniente de la zona donde Kyoto
impactó.
-Bueno, querías algo de acción, supuse
que debía venir a enfrentarte, sin embargo, tus emanaciones áuricas no son
intensas, dudo que puedas derrotarme con solo eso- dijo el pelinegro con
seriedad.
Pero lo que no se esperaba fue que una
masa deforme de carne y vísceras comenzara a surgir de la tierra donde se
ubicaba la Sección Cuatro de la Planta nuclear.
-Oye Schiffer, supongo que por ser de
atributo Metal Puedes absorber el aura tóxico de aquel ser de atributos Veneno
y Agua
-Tienes razón Kyoto, por mi atributo
metal recibo un daño nulo, así que puedo pelear.
-¿Y tú Inverna?, ¿Qué tal te sientes?
-Fatal- y razón de sobra, si el frío
de Kyoto le había dejado en claro que no quería nada con ella.
-¿Entonces qué carajos haces aquí?,
LARGO- gritó el pelinegro.
-Pero Kyoto, la necesitamos y…
-Escúchame bien Schiffer, tú y yo
estamos mejor capacitados para pelear que ella, supongo que encontraron la
dichosa cápsula- Zentraedi Asintió- Pues bien, dámela.
El peliblanco dudó uno segundos, por
un lado estaba el hecho de que no iba a permitir que Kyoto muriera, pero por el
otro lado…
-No te daré ni mierda hasta que te
disculpes con Melodi- dijo el peliblanco para sorpresa de la peliazul.
-¿qué dijiste?- dijo Kyoto emanando
aún más aura oscura.
-Dije que no te daré ni mierda hasta
que te disculpes con Melodi, ¿así o más claro, Katekyo?
-Bien, entonces no te importa si
muero, así como ustedes y disfrutaré viendo como los cazan como bestias.
Dicho esto se arrojó sobre la masa de
carne que solo se preparó, logrando obtener por fin una forma antropomórfica.
-Armadura Ácida- gritó aquel ente de
vísceras- ahora podré resistir cualquier impacto.
-Te equivocas Cherno Alpha- dijeron
unas voces femeninas.
-Al fin llegan Mellizas aura- dijo
Kyoto con seriedad.
-Bueno, eres el capitán de este
escuadrón, y Zentraedi llega siendo tu teniente, sería una lástima perderlos a
ambos ya que son el motivador para cumplir nuestras misiones, bueno, Zentraedi
es nuestro motivador, tú Kyoto, bueno… ¿Tienes salud?
-Ni eso, el idiota del teniente no me
ha dado la dichosa cápsula- dijo Kyoto con la misma seriedad.
-Zentraedi, dale la maldita cápsula
ahora.
El peliblanco no dijo más y arrojó la
capsula al pelinegro, quien al recibirla la abrió y bebió un trago de aquel
líquido, acercándose a Melodi.
-Te dije una vez que me mostraras tu
fuerza, pues bien, hazlo ahora, para proteger y volver a ver a tus amigos- y
diciendo esto le dio a beber de la cápsula.
Cuando los cinco chicos recuperaron
sus energías, Kyoto sacó su juego de ajedrez, a lo que Zentraedi le vio con
sorpresa y enfado.
-¿Cómo carajos vas a jugar teniendo a
semejante monstruo delante de ti?- preguntó con una mirada de enfado.
Pero no hubo respuesta, hasta que...
-Schiffer, encárgate del ataque
ofensivo, yo iré al frente y desviaré el aura tóxico al mismo tiempo que
atacaré, las mellizas aura trataran de cristalizar todo ese aura tóxico que
emana de Cherno Alpha, mientras que Inverna nos curará alternadamente y por
lapsos de tiempo, ¿alguna duda?
-No capitán- dijeron los cuatro chicos
a la vez
-Muy bien, entonces, a luchar, hermano
teniente- dijo Kyoto con una sonrisa.
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