Capítulo
47: Dolor y perdón.
Erika
y Kazuo se sumieron en un tenso silencio, mientras ella, cabizbaja, solo
sollozaba, él, esperaba la bofetada.
-Sabes
Kazuo- dijo ella levantándose- has jodido por completo la cena.
Aquella
frase sorprendió a Kazuo, mientras se levantaba lentamente.
-¿Eso
es lo que realmente te preocupa?
-Me
preocupa todo, pero más que nada, no puedo hacer algo para sanar su dolor.
-Ningún
dolor, solo está asimilando lo que pasa, es demasiado para él saber que somos
sus padres, y que nunca lo dejamos solo, será mañana, ¿o qué opinas cariño?
-Que
mañana comerán recalentado.
Kazuo
solo dio la vuelta, mientras suspiraba, no se esperaba esa reacción de parte de
ella.
-¿A
dónde vas?
-A
hablar con él…
-¿No
necesita estar solo?
-No,
realmente.
-¿Cómo
puedes saberlo?
-Porque
soy su padre.
Y
salió al atrio principal de su castillo, mientras Erika refunfuñaba, ya se las
pagaría algún día.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Kyoto
solo se sentó, con una tenue sonrisa en su rostro, una sonrisa completamente
humana, pero que se veía opacada por la incertidumbre de lo que realmente pasaba.
-Hola
hijo…
-Hola.
-¿Qué
tienes?
-Nada,
es solo que, ni siquiera puedo culparlos por hacer algo que ustedes querían o
debían hacer, estoy agradecido, sea como sea, tuve una buena vida, y pude
conocer el amor, y los vínculos emocionales.
-Me
alegro.
Pasaron
unos segundos de silencio, hasta que Kazuo volvió a tomar la palabra.
-¿Y
qué pasó con tus cuidadores?- preguntó el adulto.
-¿Mis
padres adoptivos?
-Sí
-Los
pulvericé, a los 7 años.
-¿Cómo?
-Humm,
es algo que no quiero recordar, el pensar en ello, es algo malo.
-Dime.
-Bien,
esa noche estaba cansado de cómo me trataban, que traté de hacer algo para
darles una lección, así que tomé un cuchillo y maté a Edward Lence,
posteriormente a su madre, y Víctor Lence me quemó la espalda.
-Bastardo.
-No
supe qué paso, solo sé que desperté en un hospital por quemaduras de tercer
grado.
-Oh,
ya veo, lo despertaste, ¿cierto?
-¿Despertar
qué?
-Nada-
contestó Kazuo temiendo ser algo evasivo- Cuando llegue el momento lo sabrás,
mientras tanto, cambiemos de tema.
-Perfecto,
hay una duda que tengo, ¿cómo conociste a mamá?
-¿Mamá?
-Está
claro que hablo de Erika, papá, es normal que lo haga, después de todo, no
puedo culparlos por estar solo, ni puedo recriminarles que se quedaran a
pelear.
-Oh,
bien…
-Entonces,
cuéntame.
-Verás,
tenía 7 años, cuando visitábamos a los amigos de mi padre, y recorrimos el
lugar, así que tuvimos que ir, de pronto, fue que la vi.
“La
niña más linda que nunca había visto jamás, su hermoso cabello rojo y sedoso se
balanceaba al compás de sus juegos, sus mejillas sonrojadas hacían de mi un
idiota al verla, su piel tersa y color durazno me volvió loco, sabes cómo fue
que caí en su enamoramiento con solo verla.
-Es
hermosa papá, muy hermosa.
-Te
decía, cuando la conocí, nunca supe qué decirle, hasta que supimos que la
visita era para casarnos, entonces fue que vino a vivir a mi casa, desde los 8
años estamos viviendo juntos hasta lo que fue el final de la segunda Gran
Guerra.
“Fue
a los quince años cuando decidí por fin declararme, en 1826, a los 15 años,
realmente estaba muy nervioso, y por ciertas causas del destino…
-¿Cómo
qué?- preguntó Risueño el azabache.
-Mi
madre nos hizo besarnos a los 7 años, desde ese día, éramos protagonistas de
obras, participábamos juntos en concursos, nos vestíamos a la par, muchas cosas
que mi madre hizo para que nos fuésemos enamorando el uno del otro.
“Nos
casamos por 1931, una boda discreta, a la cuál su padre había asistido, y fue
algo distinto lo que llamó la atención, que mi padre nunca reveló al autor de
las esculturas de hielo que adornaron, y durante nuestros años de matrimonio,
nunca tuvimos problemas…
-Pero
todo acabó en 1945… ¿cierto?
-¿Conoces
la teoría de los Multiversos?- Kyoto asintió- Bien, decidimos visitar varios
lugares con un campo de teletransportación, que nos llevaría a nuestro destino
final, Cydonia.
“Al
llegar ahí, fuimos nombrados reyes, título que rechazamos puesto que debíamos
recorrer aquel mundo, hasta que llegamos a Belladona, donde rápidamente nos
enamoramos de ese lugar al prosperar.
“Desafortunadamente,
este no es nuestro mundo, y tuvimos que abandonarlo, tratamos de llegar al
final de la guerra, y vivir en un mundo de paz…
-Es
decir, ¿programaron su partida al 6 de Agosto de 1945?
-Precisamente,
nos enteramos en este mundo, que el nuestro estaba siendo azotado por la
guerra, así que decidimos esperar, hasta que acabara, y criarte, los tratados
decían que…
-Nos
fuimos de aquí apenas tenía ocho meses de nacido papá, pudieron hacer algo que
transmitiera el amor de una madre…
-Tanto
fue el amor de tu madre, que no quiso que te quedaras con una imagen de ella,
sino que la olvidaras, cuando tengas un sacrificio similar lo entenderás…
-¿Qué
pasa si correspondes a esos sentimientos y te vas?
-Debo
suponer que lo dices por ella, ¿no es así?- Kyoto asintió- Pues hiciste una
promesa, un hasta pronto que es una verdad relativa, como el “pronto”,
“próximamente”, “Luego”, pero un absoluto, “mañana”, requiere exactitud,
entonces, hay una posibilidad mayor que se vean.
-Pero,
¿acaso no es malo lo que siento por ella?
-Para
nada, es normal, amor es amor, los sentimientos nunca son dirigidos,
simplemente llegan a donde deben llegar, Meredi, tu primer amor, es muestra de
ello, dolió su perdida, a nosotros como padres nos dolió verte en aquel estado,
pero piensa, que gracias a ese sacrificio de amor, es que tú estás vivo.
-Exacto-
dijo Kyoto con alegría.
-¿Qué?
-Llegué
a lo que quería llegar, simplemente no puedo perdonarlos por dejarme solo,
¿saben?
-¿No?-
preguntó Kazuo.
-No,
porque no hay delito ni acto malo que hayan hecho, más que el amor por el cual
estoy con vida, y eso, eso es algo que está prohibido perdonar, porque no es
pecado amar…
-Entonces
tu escena de hace rato…
-Aún
así, hay estatutos que la sociedad marca, si se llegasen a enterar que Melodi
Inverna es mi prima, tratarían de separarnos, y sería más difícil para
nosotros, solo haz memoria de cómo se puso Miyaah cuando lo supo, solo imagina
que…
-Si
son tus amigos, deben aceptarlo, al final de cuentas, Zentraedi está de novio
con Natsuki, hija de otra renegada, a lo que voy, toma sus opiniones y lánzalas
al mar, no haces daño amando, al contrario, haces felices a muchas personas,
pero sobre todo, te haces feliz a ti mismo.
-Entiendo…
-Además,
Miyaah nunca tuvo interés en separarte por la sangre que los unía, sino más bien
por las raíces, supongo que aquella chica de la que te enamoraste también era
una Inverna.
-Lo
era papá, lo era, y sin embargo, no pude mantenerme ajeno al caos que
ocasionaba el hecho de que Melodi y Meredi eran muy parecidas después del
proceso.
-Bueno,
Meredi llega siendo una especie de prima de Melodi, algunos de los Ryone
establecidos en México cambiaron sus apellidos a Reyes, por eso no me sorprende
el parentesco que puedan tener.
-Entiendo.
-Qué
bien que lo entiendas, no sabes cuánto bien me haces.
-Es
hora de entrar, supongo- dijo Kyoto poniéndose de pie.
-Sí,
tu madre está enfurecida…
-Con
que use tu cuerpo como saco de boxeo y no me haga nada, todo bien…
-No
te salvarás, la dejaste completamente irritada al salir, inclusive me salve de
que me dieran la golpiza de mi vida…
-¿Qué
tanto miedo da mamá?- preguntó el joven.
-Pues,
¿qué tanto toleras?
-Como
te dije, mientras no me use como saco de boxeo, todo bien…
-Entonces
no creo que la toleres mañana, es más, trata de entrar sin hacer ruido, podrías
despertarla.
-Bueno,
realmente no quiero eso, ¿las mujeres suelen ser bastante agresivas?
-Solo
las enamoradas, bueno, debo irme, hoy dormiré en el sofá.
-Claro
padre, iré en cuestión de minutos.
-Bueno,
espero no mueras mañana.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
A
la mañana siguiente, Kyoto dormía perezosamente en su cama, dispuesto a no
levantarse, no por las buenas.
-Kyoto,
es hora del desayuno.
-Cinco
minutos más, es domingo.
Eso
era completamente cierto, pero…
-Vamos,
se hace tarde, por favor levántate- volvió a decir la voz con dulzura.
-Deja
de joder tan temprano, por favor.
Petición
incorrecta, oración, en peor estatus.
-¡¡¡KYOTO
KATEKYO BLAZER, ¿QUIÉN TE CREES PARA DECIRME MALAS PALABRAS!!!
Y
se levantó, para correr por su vida.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Bajó
con pereza, cansancio, un golpe en la cabeza consecuencia de pegarse en la
pared por correr desesperadamente y un ojo morado cortesía de su madre
-Todos
listos- dijo Erika con dulzura.
A
su lado, Kazuo estaba golpeado, con varios golpes en la cabeza y ligeramente
magullado.
-¿También
te despertaron padre?
-Sí.
-¿Qué
pasó?
-Que
tu mamá pateó el sillón, aventándolo a otro lado de la sala, por cierto, hay
que comprar otro juego de sala y de comedor.
-Oh…
ya veo.
-¿Y
tú?, no me vas a decir que fue un golpe de suerte…
-Si
eso existe, es de la mala, choqué contra la pared, y mamá me alcanzó, y el ojo
morado, el chiste se cuenta solo.
-Mal
chiste de hecho, ¿qué pasó?, ¿acaso se te pegaron las sabanas?
-No,
peor, le dije que se jodiera, pensando que era Zentraedi.
Erika
bajaba por las escaleras, y alcanzó a escuchar al mejor amigo de Kyoto, y su
primo.
-Bueno,
supongo que tienes un plan de respaldo para alguna clase de reencuentro.
-Sí-
comentó el chico con sarcasmo- Algo así.
-Que
bien, porque hoy iremos a la playa, por eso los levanté temprano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario