miércoles, 4 de noviembre de 2015

Capítulo 47: Dolor y perdón.

Capítulo 47: Dolor y perdón.
Erika y Kazuo se sumieron en un tenso silencio, mientras ella, cabizbaja, solo sollozaba, él, esperaba la bofetada.
-Sabes Kazuo- dijo ella levantándose- has jodido por completo la cena.
Aquella frase sorprendió a Kazuo, mientras se levantaba lentamente.
-¿Eso es lo que realmente te preocupa?
-Me preocupa todo, pero más que nada, no puedo hacer algo para sanar su dolor.
-Ningún dolor, solo está asimilando lo que pasa, es demasiado para él saber que somos sus padres, y que nunca lo dejamos solo, será mañana, ¿o qué opinas cariño?
-Que mañana comerán recalentado.
Kazuo solo dio la vuelta, mientras suspiraba, no se esperaba esa reacción de parte de ella.
-¿A dónde vas?
-A hablar con él…
-¿No necesita estar solo?
-No, realmente.
-¿Cómo puedes saberlo?
-Porque soy su padre.
Y salió al atrio principal de su castillo, mientras Erika refunfuñaba, ya se las pagaría algún día.
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Kyoto solo se sentó, con una tenue sonrisa en su rostro, una sonrisa completamente humana, pero que se veía opacada por la incertidumbre de lo que realmente pasaba.
-Hola hijo…
-Hola.
-¿Qué tienes?
-Nada, es solo que, ni siquiera puedo culparlos por hacer algo que ustedes querían o debían hacer, estoy agradecido, sea como sea, tuve una buena vida, y pude conocer el amor, y los vínculos emocionales.
-Me alegro.
Pasaron unos segundos de silencio, hasta que Kazuo volvió a tomar la palabra.
-¿Y qué pasó con tus cuidadores?- preguntó el adulto.
-¿Mis padres adoptivos?
-Sí
-Los pulvericé, a los 7 años.
-¿Cómo?
-Humm, es algo que no quiero recordar, el pensar en ello, es algo malo.
-Dime.
-Bien, esa noche estaba cansado de cómo me trataban, que traté de hacer algo para darles una lección, así que tomé un cuchillo y maté a Edward Lence, posteriormente a su madre, y Víctor Lence me quemó la espalda.
-Bastardo.
-No supe qué paso, solo sé que desperté en un hospital por quemaduras de tercer grado.
-Oh, ya veo, lo despertaste, ¿cierto?
-¿Despertar qué?
-Nada- contestó Kazuo temiendo ser algo evasivo- Cuando llegue el momento lo sabrás, mientras tanto, cambiemos de tema.
-Perfecto, hay una duda que tengo, ¿cómo conociste a mamá?
-¿Mamá?
-Está claro que hablo de Erika, papá, es normal que lo haga, después de todo, no puedo culparlos por estar solo, ni puedo recriminarles que se quedaran a pelear.
-Oh, bien…
-Entonces, cuéntame.
-Verás, tenía 7 años, cuando visitábamos a los amigos de mi padre, y recorrimos el lugar, así que tuvimos que ir, de pronto, fue que la vi.
“La niña más linda que nunca había visto jamás, su hermoso cabello rojo y sedoso se balanceaba al compás de sus juegos, sus mejillas sonrojadas hacían de mi un idiota al verla, su piel tersa y color durazno me volvió loco, sabes cómo fue que caí en su enamoramiento con solo verla.
-Es hermosa papá, muy hermosa.
-Te decía, cuando la conocí, nunca supe qué decirle, hasta que supimos que la visita era para casarnos, entonces fue que vino a vivir a mi casa, desde los 8 años estamos viviendo juntos hasta lo que fue el final de la segunda Gran Guerra.
“Fue a los quince años cuando decidí por fin declararme, en 1826, a los 15 años, realmente estaba muy nervioso, y por ciertas causas del destino…
-¿Cómo qué?- preguntó Risueño el azabache.
-Mi madre nos hizo besarnos a los 7 años, desde ese día, éramos protagonistas de obras, participábamos juntos en concursos, nos vestíamos a la par, muchas cosas que mi madre hizo para que nos fuésemos enamorando el uno del otro.
“Nos casamos por 1931, una boda discreta, a la cuál su padre había asistido, y fue algo distinto lo que llamó la atención, que mi padre nunca reveló al autor de las esculturas de hielo que adornaron, y durante nuestros años de matrimonio, nunca tuvimos problemas…
-Pero todo acabó en 1945… ¿cierto?
-¿Conoces la teoría de los Multiversos?- Kyoto asintió- Bien, decidimos visitar varios lugares con un campo de teletransportación, que nos llevaría a nuestro destino final, Cydonia.
“Al llegar ahí, fuimos nombrados reyes, título que rechazamos puesto que debíamos recorrer aquel mundo, hasta que llegamos a Belladona, donde rápidamente nos enamoramos de ese lugar al prosperar.
“Desafortunadamente, este no es nuestro mundo, y tuvimos que abandonarlo, tratamos de llegar al final de la guerra, y vivir en un mundo de paz…
-Es decir, ¿programaron su partida al 6 de Agosto de 1945?
-Precisamente, nos enteramos en este mundo, que el nuestro estaba siendo azotado por la guerra, así que decidimos esperar, hasta que acabara, y criarte, los tratados decían que…
-Nos fuimos de aquí apenas tenía ocho meses de nacido papá, pudieron hacer algo que transmitiera el amor de una madre…
-Tanto fue el amor de tu madre, que no quiso que te quedaras con una imagen de ella, sino que la olvidaras, cuando tengas un sacrificio similar lo entenderás…
-¿Qué pasa si correspondes a esos sentimientos y te vas?
-Debo suponer que lo dices por ella, ¿no es así?- Kyoto asintió- Pues hiciste una promesa, un hasta pronto que es una verdad relativa, como el “pronto”, “próximamente”, “Luego”, pero un absoluto, “mañana”, requiere exactitud, entonces, hay una posibilidad mayor que se vean.
-Pero, ¿acaso no es malo lo que siento por ella?
-Para nada, es normal, amor es amor, los sentimientos nunca son dirigidos, simplemente llegan a donde deben llegar, Meredi, tu primer amor, es muestra de ello, dolió su perdida, a nosotros como padres nos dolió verte en aquel estado, pero piensa, que gracias a ese sacrificio de amor, es que tú estás vivo.
-Exacto- dijo Kyoto con alegría.
-¿Qué?
-Llegué a lo que quería llegar, simplemente no puedo perdonarlos por dejarme solo, ¿saben?
-¿No?- preguntó Kazuo.
-No, porque no hay delito ni acto malo que hayan hecho, más que el amor por el cual estoy con vida, y eso, eso es algo que está prohibido perdonar, porque no es pecado amar…
-Entonces tu escena de hace rato…
-Aún así, hay estatutos que la sociedad marca, si se llegasen a enterar que Melodi Inverna es mi prima, tratarían de separarnos, y sería más difícil para nosotros, solo haz memoria de cómo se puso Miyaah cuando lo supo, solo imagina que…
-Si son tus amigos, deben aceptarlo, al final de cuentas, Zentraedi está de novio con Natsuki, hija de otra renegada, a lo que voy, toma sus opiniones y lánzalas al mar, no haces daño amando, al contrario, haces felices a muchas personas, pero sobre todo, te haces feliz a ti mismo.
-Entiendo…
-Además, Miyaah nunca tuvo interés en separarte por la sangre que los unía, sino más bien por las raíces, supongo que aquella chica de la que te enamoraste también era una Inverna.
-Lo era papá, lo era, y sin embargo, no pude mantenerme ajeno al caos que ocasionaba el hecho de que Melodi y Meredi eran muy parecidas después del proceso.
-Bueno, Meredi llega siendo una especie de prima de Melodi, algunos de los Ryone establecidos en México cambiaron sus apellidos a Reyes, por eso no me sorprende el parentesco que puedan tener.
-Entiendo.
-Qué bien que lo entiendas, no sabes cuánto bien me haces.
-Es hora de entrar, supongo- dijo Kyoto poniéndose de pie.
-Sí, tu madre está enfurecida…
-Con que use tu cuerpo como saco de boxeo y no me haga nada, todo bien…
-No te salvarás, la dejaste completamente irritada al salir, inclusive me salve de que me dieran la golpiza de mi vida…
-¿Qué tanto miedo da mamá?- preguntó el joven.
-Pues, ¿qué tanto toleras?
-Como te dije, mientras no me use como saco de boxeo, todo bien…
-Entonces no creo que la toleres mañana, es más, trata de entrar sin hacer ruido, podrías despertarla.
-Bueno, realmente no quiero eso, ¿las mujeres suelen ser bastante agresivas?
-Solo las enamoradas, bueno, debo irme, hoy dormiré en el sofá.
-Claro padre, iré en cuestión de minutos.
-Bueno, espero no mueras mañana.
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A la mañana siguiente, Kyoto dormía perezosamente en su cama, dispuesto a no levantarse, no por las buenas.
-Kyoto, es hora del desayuno.
-Cinco minutos más, es domingo.
Eso era completamente cierto, pero…
-Vamos, se hace tarde, por favor levántate- volvió a decir la voz con dulzura.
-Deja de joder tan temprano, por favor.
Petición incorrecta, oración, en peor estatus.
-¡¡¡KYOTO KATEKYO BLAZER, ¿QUIÉN TE CREES PARA DECIRME MALAS PALABRAS!!!
Y se levantó, para correr por su vida.
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Bajó con pereza, cansancio, un golpe en la cabeza consecuencia de pegarse en la pared por correr desesperadamente y un ojo morado cortesía de su madre
-Todos listos- dijo Erika con dulzura.
A su lado, Kazuo estaba golpeado, con varios golpes en la cabeza y ligeramente magullado.
-¿También te despertaron padre?
-Sí.
-¿Qué pasó?
-Que tu mamá pateó el sillón, aventándolo a otro lado de la sala, por cierto, hay que comprar otro juego de sala y de comedor.
-Oh… ya veo.
-¿Y tú?, no me vas a decir que fue un golpe de suerte…
-Si eso existe, es de la mala, choqué contra la pared, y mamá me alcanzó, y el ojo morado, el chiste se cuenta solo.
-Mal chiste de hecho, ¿qué pasó?, ¿acaso se te pegaron las sabanas?
-No, peor, le dije que se jodiera, pensando que era Zentraedi.
Erika bajaba por las escaleras, y alcanzó a escuchar al mejor amigo de Kyoto, y su primo.
-Bueno, supongo que tienes un plan de respaldo para alguna clase de reencuentro.
-Sí- comentó el chico con sarcasmo- Algo así.

-Que bien, porque hoy iremos a la playa, por eso los levanté temprano.

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