viernes, 8 de abril de 2016

Capítulo 55: Planeación de Ruta.



Capítulo 55: Planeación de Ruta.
Tardaron una semana en despertar, ambos en camillas blancas y limpias, de hospital, totalmente aburridos.
El cuerpo de Kyoto se encontraba cubierto de vendajes para evitar que las heridas, producto del Remolino Gigante de Kazuo, se abrieran, mientras que Kazuo tuvo que ser llevado a quirófano para reparar los huesos que Kyoto había roto.
-Al menos no perforé tu corazón- dijo aliviado el azabache.
-Eso es lo de menos, por un momento creí que perforaría tus huesos
-Las nanomáquinas trataron de ayudarme recomponiéndose velozmente, pero los detuve, quiero que sea algo justo, padre.
-Lo sé, oye… me duele la entre pierna- dijo con dolor.
-A mí también, lo curioso es que nunca nos golpeamos en esa parte del cuerpo- masculló el joven.
-Enfermera- dijo Kazuo.
-Dime cariño.
Los ojos de Kazuo se abrieron enormemente ante la sorpresa que se llevó, una hermosa mujer de cabello rojo dio la vuelta, mirándole con sus ojos violetas llenos de amor.
-E…Erika, t…tú.
-Yo- dijo la mujer haciendo la señal de victoria.
-¿Pero qué haces aquí?
-¿Qué más amor?, pues te cuido, la pelea te dejó totalmente molido- comentó la pelirroja- Afortunadamente Riot, con sus poderes del control de minerales, restauró tus huesos al cien, por lo que puedes abandonar este hospital, que parece más un burdel barato- comentó la mujer con pesar viendo a las enfermeras.
Kyoto solo desvió la mirada, incómodo con lo inmadura que podría llegar a ser su madre.
-Tienes razón Erika-san- comentó una dulce voz- Este hospital es más un burdel de bajo costo, fue bueno cuidar personalmente de Kyoto-kun.
La chica, dueña de la voz, se volteó dejando volar su largo cabello azul, y sus hermosos ojos azules, miraban llenos de amor al azabache.
-¿Me….Melodi?
-Kyoto- dijo la chica abrazándolo- Despertaste- dijo con alegría.
-Mamá, ¿por qué ella…?
-¿Está aquí?- comentó la rubia- Bueno, digamos que se dio cuenta de este hospital, así que no pudo evitar venir, después de todo, son novios y tiene derecho a cuidar a su novio, ¿no?
-Mamá…
-Ya los imagino en la boda… su hermoso vestido blanco…
-Mamá…
-Y llegando al altar…
-Mamá…
-Sus hijos serán hermosos…
-MAMÁ… ELLA NO ES MI NOVIA…
Después del grito, hubo un silencio lleno de tensión, mientras Kazuo trataba de levantarse con lentitud.
-Erika, como mi enfermera personal, ¿crees que pueda dar un paseo? - comentó el adulto.
-Oh, claro, traeré tu silla de ruedas, espera aquí y no te vayas a mover.
Melodi se tomó el pecho buscando un calor que le evitara llorar, mientras el joven azabache desviaba la mirada, incapaz de verla llorar, incapaz de hacer algo.
O tal vez sí era capaz de hacer algo.
-Melodi, escucha…
-Lo siento, supongo que debí preguntarte sobre tus sentimientos.
-No, no es eso…
-Bueno, supongo que es muy poco tiempo, en verdad poco tiempo…
-Estás malinterpretando las…
-No malinterpreto nada, Kyoto-kun, es un hecho, no has podido olvidarla, ¿verdad?, sigues pensando en Sara.
-Yo no…
-Olvida todo esto, ¿vale?, sigamos como amigos, nada más, tus sentimientos no puedo tomarlos en serio cuando tú mismo no te tomas en serio…
-Déjame hablar de una buena vez, llorona.
Melodi alzó la mirada llena de lágrimas, algo que sorprendió a Kyoto, pues su voz nunca se quebró.
-Es justamente lo que temía, que pensaras que mis sentimientos son una broma cruel por parte mía, desde ya, te dijo que no es así, lo que siento… es raro… es… es…
-Amor es amor Kyoto-kun, francamente, creí que era un remplazo de Meredi-chan- dijo la chica con dolor.
-No eres un remplazo de ella, me costó mucho tiempo saber que eras tú la chica que había salvado aquella noche, y que caí perdidamente enamorado de ella, pero, en la secundaria, traté de buscar a aquella chica, sin saber que estaba tan cerca de mi lado, que no lo noté, y ahora más que nunca, sé que está aquí a mi lado, dándome una nueva oportunidad…
-Kyoto-kun…
-Melodi, estando aquí te besé, te abracé, y vivimos tantas aventuras, pero hoy…- se levantó lentamente de la camilla, con ligero dolor en el cuerpo por las heridas profundas de la batalla- ¿Quisieras ser mi novia formal?
La chica se llevó las manos a su rostro, tratando de evitar que las lágrimas salieran de sus ojos, sin embargo, la inundación de emociones de aquel día eran más que suficientes para hacerla desbordar en llanto.
-A…acepto…
El chico sonrió mientras veía con calma a su, ahora, novia llorando de felicidad, sin embargo, sus ojos no mostraron ninguna expresión, solo la sonrisa de sus labios, pero eso le bastó a la chica para abalanzarse sobre el chico y abrazarle fuertemente.
-Te amo, te amo…
-Y yo a ti- comentó el azabache casi sin aire- Pero por favor, mis heridas se abren.
-Oh, lo siento, lo siento…
La chica soltó al joven, mientras se quedaba a lado de la camilla.
-Descuida, me pregunto cuándo saldré de aquí.
-¿C…cómo le diremos a los chicos?
-Descuida- con aura oscura tomó el picaporte de la puerta- Ya se enteraron.
Y todos los chicos, que estaban detrás de la puerta, cayeron encimados, y rojos de la vergüenza.
-¿Cómo supiste que…?- preguntó el albino.
-Tengo una palabra para ti: Catalyst…
-La envidia me corroe- masculló Zentraedi.
-¿A qué vienen?- Preguntó Kyoto.
-Bueno, la enfermera de ustedes, la verdadera enfermera- comentó Riot haciendo que Melodi inflara sus mejillas- Comentó que su cuerpo se estaba restableciendo desde que llegaron al Hospital, y que tardarían dos semanas en recuperarse del todo.
-Que es el tiempo que ya pasó, Kyoto- comentó Stella- O debo decir, líder de The Fantasy Association.
-Entonces…
-Solo esperamos a que te despertaras para firmar el alta médica, por lo que solo tienes que dar ese dato, y BAM, eres libre- Comentó Zentraedi.
-Puff, bien, el plan sigue en pie, mañana tomaremos el primer rumbo…
-¿A dónde iremos, capitán?- Preguntó Natsuki
-A Hefestos, la tierra de los herreros- finalizó Kyoto tomando de la mano a Melodi.
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“La locura nunca tuvo maestro, para los que vamos a rodar sin rumbo perfecto”
La música de los audífonos rezaba aquella canción popular en los ochentas, sin embargo, le hacía sentar en la realidad, precisamente iban sin rumbo fijo, a Hefestos, a la tierra de los herreros.
-El nombre del país surge en honor al Dios Griego de la Herrería, Hefestos, quien forjaba los rayos con los que Zeus peleaba en contra de sus enemigos- dijo Riot viendo su cuaderno de notas.
-Es por eso que iremos ahí, ¿crees poder pelear sin armas de alto poder? francamente las armas hechas por simples son, redundando, simples.- Comentó Kyoto- Si somos una asociación debemos dar lo mejor que tenemos, y para dar lo mejor, necesitamos empezar por tener lo mejor de lo mejor, ¿están de acuerdo?
-Sí, de acuerdo- dijeron los demás.
-Muy bien chicos, el mapa- pidió el joven azabache.
Zentraedi le entregó el pergamino que contenía la descripción de Belladona y el resto de The Fantasy.
-Muy bien muchachos, Hefestos está al norte de este país, Cydonia se encuentra al sur, daremos un rodeo a Toda Belladona, para acabar en Cydonia, pasando por los países con los que hagamos tratados de amistad.
-¿Tratados de amistad?- Preguntó Kazuo.
-Si les ofrecemos alianzas, se pueden romper de un lado o de otro, pero si hacemos una vinculación afectiva, compartiendo intereses y objetivos, podremos sacar adelante este proyecto- explicó el azabache con calma.
-Si se supone que firmaremos tratados de amistad, ¿por qué diablos haremos armas? - preguntó Riot confundido.
-Pues verán, no solo estaremos cumpliendo la misión “Firma de la Alianza Mundial”, Riot, habrá alguien que querrá impedirnos el proceso de Pacificación, además, entraremos a los Reinos Menores para liberarlos de Citizen Kingdom y hacer de Belladona su representante en la corte de los 5 Grandes Reinos de The Fantasy- comentó el azabache mientras metía el mapa a su mochila.
-Perfecto- masculló Kazuo- Ahora mi hijo cargará armas hechas por los mismos enanos que forjaron armas legendarias y míticas.
-Bueno, hay que armarnos de lo mejor que tengamos a nuestro alcance, Y como verás padre, tenemos que dejar a un encargado de este lugar.
-Claro, en un momento lo busco- comentó Kazuo saliendo por la puerta.
Tras salir el adulto, Kyoto volteó los papeles que tenía.
-Muy bien chicos, perdimos al viejo- exclamó Kyoto- Ahora, Zentraedi, esta misión será peligrosa, quiero que estemos juntos, como un equipo, como una familia, quiero declarar una guerra contra Citizen antes de salir de este lugar, para pacificar el mundo de The Fantasy.
-¿Una guerra para alcanzar la paz?- Preguntó Zentraedi asustado.
-Si quieres paz, prepárate para la guerra, no son intereses personales, la simple presencia de Citizen complica nuestra misión principal, por eso nuestra misión “secundaria” será la destrucción de Citizen.
-¿Y con qué objetivos?- preguntó Riot.
-Liberar a las naciones menores de manos de Citizen Kingdom, ¿y cómo vamos a hacerlo?, por medio de una guerra.
Sacó un pergamino dorado que estaba amarrado con un lazo color negro, al desenrollarlo, un mapa topográfico de los 5 Grandes Reinos, y de Citizen Kingdom.
-Si los cinco nos aliamos, podríamos hacer frente a Citizen, hasta desaparecerla, sin dejar piedra sobre piedra- exclamó el chico- Pero por si las dudas, me encantaría encargarme personalmente de Citizen.
-No creo que sea sano meternos con un reino militar- comentó Riot.
-Estamos locos, así que lo insano es nuestro fuerte, mañana a primera hora saldremos a Hefestos, crear nuestras armas, y ser sus amigos.

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