Capítulo 82: Una
Humillante derrota
Kyoto recibió el
impacto brutal de Golittha con la pierna derecha, mientras sostenía el pie de
Eurekka con la mano izquierda, azotándola al suelo.
-Yo seré su oponente-
masculló el joven azabache con seriedad mientras se cubría de aura oscura.
-Excelente- dijo
Eurekka- Entonces esto será pan comido.
Dicho esto, juntó sus
palmas, que empezaron a irradiar electricidad.
-Atributo Eléctrico:
Palmas Chirriantes.
Ambas palmas arrojaron
relámpagos que se dirigían al joven azabache, que seguía entretenido con el
gigantesco Golittha.
Pero otras manos más
pequeñas desviaron hacia ellas la electricidad, permitiendo a Kyoto
concentrarse en la batalla contra el gigante.
Kyoto lanzó una esfera
de aura negra directo al suelo, provocando una nube de polvo que le permitiese
usar el elemento sorpresa.
-Atributo Oscuridad:
Paliza- dijo el azabache mientras cargaba aura oscura en sus manos.
Y dentro de la nube de
polvo se dirigió a Golittha, dando golpes aleatorios por todo el cuerpo del
gigante, mientras se transportaba con velocidad.
En una de tantas veces
que golpeaba el brazo, lo golpeó con la mano que tenía libre, dejando al joven
un poco aturdido.
Lo tomó con sus manos,
que abarcaban fácilmente la mitad del cuerpo del azabache, lo colocó en su
pierna y lo impulsó a los aires, mientras con sus manos tomaba una piedra
gigantesca.
-Probarás el poder de
lo que yo he rechazado- gruñó el gigante con ira, cargando la piedra
gigantesca- Atributo Roca: Ira de Gilgamesh.
Apretó la roca hasta
crujir, y la arrojó a los cielos con fuerza colosal, y al descender, se
cubrieron de fuego, amenazando con aplastar al azabache.
-Muere, mocoso
arrogante- gruñó nuevamente el gigante mientras arrojaba más rocas gigantes.
El azabache, algo
recuperado del estado de aturdimiento al que había sido sometido, se impulsó
poco a poco por las rocas que caían a la tierra para tomar una altura
considerable.
Una vez detrás del
último meteoro, se dejó caer en picada mientras más aura oscura le cubría.
-Atributo Oscuridad:
Meteoro Negro.
Se impulsó para tener
mayor velocidad y, por consecuencia, mayor fuerza de impacto.
Golittha sólo tomó uno
de los árboles que estaban tras él, y cuando calculó una altura suficiente, le
impactó con la misma fuerza usada para la creación de su técnica.
El azabache salió impulsado
con fuerza rompiendo 5 árboles gruesos antes de impactar con uno más grueso
aún, antes de caer fue impactado por un puñetazo de aquella entidad que tenía
una fuerza desmesurada, rompiendo el mismo árbol con el que el joven azabache
se había estrellado.
Kyoto absorbía los
impactos que recibía, uno tras otro, buscando alguna técnica que le hiciera
revertir la situación que atravesaba
-Atributo Oscuridad: V
de Vendetta- Gruñó el azabache- Ahora siente todo el dolor y el daño que me has
provocado.
La carga de aura con
forma en “V” comenzó a crecer en los brazos del azabache, concentrándola en un
centro, esperando el momento adecuado para usar esa técnica de represalia.
Al verlo de frente, se
arrojó con la poca fuerza que tenía, esperando el milagro de que el golpe le
diera de lleno.
-Atributo Bélico:
Contragolpe.
El gigantesco ente
esquivó el golpe de Kyoto, y con su propio puño lo recibió, volviendo a
impulsarlo con velocidad.
Sólo que esta vez,
Melodi alcanzó a recibirlo y empezar a curarlo.
-Kyoto-kun, detente-
dijo la chica una vez sintiendo a Golittha lo suficientemente lejos.
-Déjame Inverna, dije
que te protegería- contestó el azabache alzando sólo un brazo- Atributo
Oscuridad: Bola de Rencor.
Una esfera de aura
comenzó a salir de su brazo, mientras el otro aún estaba caído, la esfera poco
a poco comenzó a desestabilizar su forma.
-Kyoto-kun, usa tu otro
brazo- dijo la chica mientras seguía curando al joven.
-Está roto, me lo
rompió cuando usó ese árbol como bate e hizo un home run con mi cuerpo- se quejó
el azabache mientras seguía recostado.
Dicho esto, arrojó la
esfera de aura con gran potencia, pero la desestabilización de esta le
perjudicó, haciendo que se fuera muy desviada de su objetivo.
Golittha seguía
llegando, percatándose del origen de aquella esfera de aura oscura, para por
fin saber donde estaba su víctima.
-Podemos esperar a los
demás, Kyoto-kun- dijo la chica de cabello azul sosteniéndolo con fuerza- No
sigas más o, a este paso…
-¡¡¡CÁLLATE!!!, ¡¡¡CÁLLATE
Y SIGUE CURÁNDOME MALDICIÓN, ESTOY TRATANDO DE PROTEGERTE Y TÚ SÓLO SIGUES
HABLANDO!!!- gritó el azabache con enfado.
-Lo siento, pero no
puedo soportar que sigas sufriendo de esta forma, estás muy mal herido, si
hacemos una retirada estratégica…
-¡¡Tú si quieres
ríndete!!- volvió a alzar la voz el joven con la mirada demasiado pesada- ¡¡¡Yo
no voy a permitir que te pase algo!!!
-¿Estás dándome a
elegir, Kyoto-kun?- dijo la chica aplicando más aura.
-Sí, si quieres darte
por vencida, adelante, pero yo no me dejaré derrotar por estos fenómenos- gruñó
el joven mientras se levantaba- Llevate a Kazuha contigo, estará a salvo, y yo
seguiré peleando, me haré más fuerte, mucho más fuerte.
-Lo dudo- dijo una voz
muy gruesa llegando por fin a donde estaban ambos jóvenes- En tu posición
actual, eres el más débil de todos tus compañeros.
-¿Qué quieres decir con
eso?- preguntó el azabache frunciendo el ceño- Soy el único que pelea contra
ti, y he resistido el impacto de tus brutales técnicas- comentó el joven
mientras se tambaleaba.
-¿Brutales?- preguntó
el gigante antes de reír con fuerza.
-¿Qué es tan divertido,
idiota?- preguntó el azabache más molesto.
-Que esto no es la
mitad de mi verdadero poder, ¿De verdad creíste que te estaba tomando en
serio?, ¿Qué tan iluso puedes ser?, sólo eres mi carne de entrenamiento.
El gigante seguía caminado
hacia ellos, mientras se agachaba para estar al nivel de un muy golpeado Kyoto.
-¿Sabes algo?- preguntó
el gigante- Sólo estuve conteniéndome, mientras tú usabas todo tu miserable
poder, ese poder en tu técnica de “paliza” sólo eran como pequeñas moscas
alrededor mío.
-Maldito- gruñó el
joven azabache mientras trataba de ponerse en pie.
-No, no lo harás, te
ves algo cansado, ¿Por qué mejor no te sientas?- preguntó el gigante para
empujarlo hacia uno de los árboles- Eres patético, no puedes hacer nada sólo,
sé lo que pasó en Vacuum, nuestro Oráculo nos lo dijo, No venciste a Kyoga, de
hecho, no has ganado ninguna de tus peleas, contra Kyoga, aquella chica venció
a su clon, dando la victoria a tu equipo, contra tu padre, fuiste brutalmente
golpeado por él, pero estoy seguro que se contuvo para no matarte, tu pelea
contra Yusei, en realidad me atrevería a decir que él jugó contigo.
El chico ensombreció su
mirada, mientras agachaba el rostro.
-¡¿En verdad crees que,
con ese patético, miserable e insignificante poder puedes derrotarme?!, ¡¿A
mí?!, ¡¿AL GRAN GUARDIÁN DEL TEMPLO DE URANO?!- Gritó con burla el gigante- No
me hagas reír, idiota, eres una insignificante basura, sin tus amigos no eres
nada, ni nadie.
Tomó al azabache del
cuello de la gabardina, arrastrándolo por todo el bosque.
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Llegaron al punto de
reunión, donde los chicos estaban en el suelo, siendo pateados con fuerza por
los rivales con los que tenían que lidiar desde este momento.
Melodi estaba de pie,
tras Golittha y un muy golpeado Kyoto, pensando en qué debía hacer, mientras
buscaba a Kazuha, a quien vio escondida detrás de los arbustos.
-Kazuha-chan.
-Mami, Papi está, Papi
está…
-No hija, no sé…
Los secuaces de Shinnok
detuvieron la paliza en cuanto vieron a la niña asustada, orientando su
atención a la chica que estaba abrazándola.
-Hija, sería
problemático para nosotros de no ser porque esa mocosa no pertenece a este
tiempo, ¿No es verdad, muchacha?
-Shinnok, para esto por
favor, ninguno de ellos tiene qué pagar por…
-Claro que ninguno
tiene que pagar, pero eso es decisión tuya- dijo el ente con cara de arlequín.
La chica pensó
seriamente las posibilidades de un enfrentamiento en desventaja, sería ella
contra los 8 Drakengarr, además de tener que proteger a Kazuha, ahora estaba
pensando seriamente que dejarla en el orfanato no era tan mala idea al final de
todo.
-“¡¡Tú si quieres
ríndete!!”- recordó decir a su novio momentos atrás.
Melodi no dijo nada, y
se lanzó contra Lenora, que tenía a Natsuki de rostro al suelo, mientras con
una pequeña daga alcanzaba a rasgar el rostro de la mujer.
-Maldita perra- gruñó Lenora mientras tomaba la parte sangrante de su rostro.
Y de su mismo rostro congeló
la sangre saliente, convirtiéndola en una lanza.
-Acabaré contigo ahora
mismo, maldita estúpida- gruñó Lenora arrojando la lanza hacia la chica.
Melodi sólo cerró los
ojos, esperando el final inminente.
Cosa que no llegó, pues
al abrir los ojos, se encontró con un joven azabache delante de ella.
-Kyoto-kun- dijo la
chica con lágrimas en los ojos, mientras caminaba al frente.
Y la lanza que iba para
ella, fue interceptada por el pecho del muchacho, que evitaba moverse y hablar,
pues algo como eso terminaría por hacerlo sangrar intensamente.
-¡¿Por qué lo
hiciste?!- gritó Melodi con furia, congelando la hemorragia y sacando la lanza
del pecho.
-Dijiste… que… me
protegerías… y yo te …protegería- dijo el azabache con la voz entrecortada.
-Kyoto-kun, no tenías
por qué…
-Claro que… tenía por…
qué ha…cerlo- dijo el joven aún en la misma posición- Te… amo… y no… no quiero…
perder a… nadie más…
Dicho esto, cayó con
fuerza al suelo, mientras Melodi trataba de curarlo.
-La debilidad es una
molestia, ¡¿VERDAD PEQUEÑA?!- Preguntó Shinnok mientras colocaba su pie sobre
la cabeza del azabache, vámonos, y los dejaré vivir, también a la mocosa.
Melodi vaciló por un
momento, mientras pensaba en las posibilidades aún, de cualquier forma, era
imposible lograr algo más que salir apaleados, Kazuha saldría lastimada, y el
Oráculo que había visitado en secreto, le advirtió de que una mala decisión
cambiaría por completo el curso actual de la historia.
-De todas formas,
moriremos todos, supongo- dijo la chica de cabello azul mientras tomaba la mano
de Shinnok- Kyoto-kun, te lo dije, Yo también te protegeré.
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Despertó rápidamente,
para encontrarse dentro de una casa de campaña improvisada, con fuertes dolores
en todo el cuerpo.
Y esos dolores le
hicieron saber que todo, todo lo que había pasado, fue real.
La batalla, si es que
se le puede llamar así a la humillación que hicieron con ellos en el claro del
bosque, había sido real.
-¡¡¡INVERNA!!!- Gritó
con temor, mientras se arrastraba fuera de la casa.
Y encontró a sus amigos,
a excepción de Stella, golpeados pero en mejores condiciones que él.
-¡¿Dónde está
Inverna?!- Preguntó el azabache afuera de la casa de campaña.
Zentraedi y Natsuki se
acercaron a él tratando de hablarle con calma.
-Kazuha está en la
tienda de acampar junto con Stella, Melodi se fue con Olympiakos, no tenemos
idea de dónde puedan estar- se sinceró Zentraedi que tomaba sus costillas, un
par de ellas rotas a consecuencia de las patadas recibidas.
-Cometimos un grave
error al venir aquí, pero al menos estoy segura que lograremos vencer, si las
armas especiales que iban a tener para nosotros ya están listas, supongo que
saldremos de esta- dijo Natsuki.
En eso, un pequeño
espíritu morado llegó volando con velocidad, aterrizando en el hombro de la
pequeña Natsuki.
-Los vejestorios vienen
en camino, ama Natsuki, llegarán en un día máximo, y aún no tienen las armas
especiales, así que, en teoría, están solos, vienen con algunos aliados de los
grandes reinos, así que, como mínimo tendremos a algunas personas más con
nosotros.
-Oh carajo, estamos
perdidos- dijo Natsuki mientras suspiraba pesadamente.
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