viernes, 7 de septiembre de 2018

Capítulo 82: Una Humillante derrota


Capítulo 82: Una Humillante derrota
Kyoto recibió el impacto brutal de Golittha con la pierna derecha, mientras sostenía el pie de Eurekka con la mano izquierda, azotándola al suelo.
-Yo seré su oponente- masculló el joven azabache con seriedad mientras se cubría de aura oscura.
-Excelente- dijo Eurekka- Entonces esto será pan comido.
Dicho esto, juntó sus palmas, que empezaron a irradiar electricidad.
-Atributo Eléctrico: Palmas Chirriantes.
Ambas palmas arrojaron relámpagos que se dirigían al joven azabache, que seguía entretenido con el gigantesco Golittha.
Pero otras manos más pequeñas desviaron hacia ellas la electricidad, permitiendo a Kyoto concentrarse en la batalla contra el gigante.
Kyoto lanzó una esfera de aura negra directo al suelo, provocando una nube de polvo que le permitiese usar el elemento sorpresa.
-Atributo Oscuridad: Paliza- dijo el azabache mientras cargaba aura oscura en sus manos.
Y dentro de la nube de polvo se dirigió a Golittha, dando golpes aleatorios por todo el cuerpo del gigante, mientras se transportaba con velocidad.
En una de tantas veces que golpeaba el brazo, lo golpeó con la mano que tenía libre, dejando al joven un poco aturdido.
Lo tomó con sus manos, que abarcaban fácilmente la mitad del cuerpo del azabache, lo colocó en su pierna y lo impulsó a los aires, mientras con sus manos tomaba una piedra gigantesca.
-Probarás el poder de lo que yo he rechazado- gruñó el gigante con ira, cargando la piedra gigantesca- Atributo Roca: Ira de Gilgamesh.
Apretó la roca hasta crujir, y la arrojó a los cielos con fuerza colosal, y al descender, se cubrieron de fuego, amenazando con aplastar al azabache.
-Muere, mocoso arrogante- gruñó nuevamente el gigante mientras arrojaba más rocas gigantes.
El azabache, algo recuperado del estado de aturdimiento al que había sido sometido, se impulsó poco a poco por las rocas que caían a la tierra para tomar una altura considerable.
Una vez detrás del último meteoro, se dejó caer en picada mientras más aura oscura le cubría.
-Atributo Oscuridad: Meteoro Negro.
Se impulsó para tener mayor velocidad y, por consecuencia, mayor fuerza de impacto.
Golittha sólo tomó uno de los árboles que estaban tras él, y cuando calculó una altura suficiente, le impactó con la misma fuerza usada para la creación de su técnica.
El azabache salió impulsado con fuerza rompiendo 5 árboles gruesos antes de impactar con uno más grueso aún, antes de caer fue impactado por un puñetazo de aquella entidad que tenía una fuerza desmesurada, rompiendo el mismo árbol con el que el joven azabache se había estrellado.
Kyoto absorbía los impactos que recibía, uno tras otro, buscando alguna técnica que le hiciera revertir la situación que atravesaba
-Atributo Oscuridad: V de Vendetta- Gruñó el azabache- Ahora siente todo el dolor y el daño que me has provocado.
La carga de aura con forma en “V” comenzó a crecer en los brazos del azabache, concentrándola en un centro, esperando el momento adecuado para usar esa técnica de represalia.
Al verlo de frente, se arrojó con la poca fuerza que tenía, esperando el milagro de que el golpe le diera de lleno.
-Atributo Bélico: Contragolpe.
El gigantesco ente esquivó el golpe de Kyoto, y con su propio puño lo recibió, volviendo a impulsarlo con velocidad.
Sólo que esta vez, Melodi alcanzó a recibirlo y empezar a curarlo.
-Kyoto-kun, detente- dijo la chica una vez sintiendo a Golittha lo suficientemente lejos.
-Déjame Inverna, dije que te protegería- contestó el azabache alzando sólo un brazo- Atributo Oscuridad: Bola de Rencor.
Una esfera de aura comenzó a salir de su brazo, mientras el otro aún estaba caído, la esfera poco a poco comenzó a desestabilizar su forma.
-Kyoto-kun, usa tu otro brazo- dijo la chica mientras seguía curando al joven.
-Está roto, me lo rompió cuando usó ese árbol como bate e hizo un home run con mi cuerpo- se quejó el azabache mientras seguía recostado.
Dicho esto, arrojó la esfera de aura con gran potencia, pero la desestabilización de esta le perjudicó, haciendo que se fuera muy desviada de su objetivo.
Golittha seguía llegando, percatándose del origen de aquella esfera de aura oscura, para por fin saber donde estaba su víctima.
-Podemos esperar a los demás, Kyoto-kun- dijo la chica de cabello azul sosteniéndolo con fuerza- No sigas más o, a este paso…
-¡¡¡CÁLLATE!!!, ¡¡¡CÁLLATE Y SIGUE CURÁNDOME MALDICIÓN, ESTOY TRATANDO DE PROTEGERTE Y TÚ SÓLO SIGUES HABLANDO!!!- gritó el azabache con enfado.
-Lo siento, pero no puedo soportar que sigas sufriendo de esta forma, estás muy mal herido, si hacemos una retirada estratégica…
-¡¡Tú si quieres ríndete!!- volvió a alzar la voz el joven con la mirada demasiado pesada- ¡¡¡Yo no voy a permitir que te pase algo!!!
-¿Estás dándome a elegir, Kyoto-kun?- dijo la chica aplicando más aura.
-Sí, si quieres darte por vencida, adelante, pero yo no me dejaré derrotar por estos fenómenos- gruñó el joven mientras se levantaba- Llevate a Kazuha contigo, estará a salvo, y yo seguiré peleando, me haré más fuerte, mucho más fuerte.
-Lo dudo- dijo una voz muy gruesa llegando por fin a donde estaban ambos jóvenes- En tu posición actual, eres el más débil de todos tus compañeros.
-¿Qué quieres decir con eso?- preguntó el azabache frunciendo el ceño- Soy el único que pelea contra ti, y he resistido el impacto de tus brutales técnicas- comentó el joven mientras se tambaleaba.
-¿Brutales?- preguntó el gigante antes de reír con fuerza.
-¿Qué es tan divertido, idiota?- preguntó el azabache más molesto.
-Que esto no es la mitad de mi verdadero poder, ¿De verdad creíste que te estaba tomando en serio?, ¿Qué tan iluso puedes ser?, sólo eres mi carne de entrenamiento.
El gigante seguía caminado hacia ellos, mientras se agachaba para estar al nivel de un muy golpeado Kyoto.
-¿Sabes algo?- preguntó el gigante- Sólo estuve conteniéndome, mientras tú usabas todo tu miserable poder, ese poder en tu técnica de “paliza” sólo eran como pequeñas moscas alrededor mío.
-Maldito- gruñó el joven azabache mientras trataba de ponerse en pie.
-No, no lo harás, te ves algo cansado, ¿Por qué mejor no te sientas?- preguntó el gigante para empujarlo hacia uno de los árboles- Eres patético, no puedes hacer nada sólo, sé lo que pasó en Vacuum, nuestro Oráculo nos lo dijo, No venciste a Kyoga, de hecho, no has ganado ninguna de tus peleas, contra Kyoga, aquella chica venció a su clon, dando la victoria a tu equipo, contra tu padre, fuiste brutalmente golpeado por él, pero estoy seguro que se contuvo para no matarte, tu pelea contra Yusei, en realidad me atrevería a decir que él jugó contigo.
El chico ensombreció su mirada, mientras agachaba el rostro.
-¡¿En verdad crees que, con ese patético, miserable e insignificante poder puedes derrotarme?!, ¡¿A mí?!, ¡¿AL GRAN GUARDIÁN DEL TEMPLO DE URANO?!- Gritó con burla el gigante- No me hagas reír, idiota, eres una insignificante basura, sin tus amigos no eres nada, ni nadie.
Tomó al azabache del cuello de la gabardina, arrastrándolo por todo el bosque.
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Llegaron al punto de reunión, donde los chicos estaban en el suelo, siendo pateados con fuerza por los rivales con los que tenían que lidiar desde este momento.
Melodi estaba de pie, tras Golittha y un muy golpeado Kyoto, pensando en qué debía hacer, mientras buscaba a Kazuha, a quien vio escondida detrás de los arbustos.
-Kazuha-chan.
-Mami, Papi está, Papi está…
-No hija, no sé…
Los secuaces de Shinnok detuvieron la paliza en cuanto vieron a la niña asustada, orientando su atención a la chica que estaba abrazándola.
-Hija, sería problemático para nosotros de no ser porque esa mocosa no pertenece a este tiempo, ¿No es verdad, muchacha?
-Shinnok, para esto por favor, ninguno de ellos tiene qué pagar por…
-Claro que ninguno tiene que pagar, pero eso es decisión tuya- dijo el ente con cara de arlequín.
La chica pensó seriamente las posibilidades de un enfrentamiento en desventaja, sería ella contra los 8 Drakengarr, además de tener que proteger a Kazuha, ahora estaba pensando seriamente que dejarla en el orfanato no era tan mala idea al final de todo.
-“¡¡Tú si quieres ríndete!!”- recordó decir a su novio momentos atrás.
Melodi no dijo nada, y se lanzó contra Lenora, que tenía a Natsuki de rostro al suelo, mientras con una pequeña daga alcanzaba a rasgar el rostro de la mujer.
-Maldita perra- gruñó Lenora mientras tomaba la parte sangrante de su rostro.
Y de su mismo rostro congeló la sangre saliente, convirtiéndola en una lanza.
-Acabaré contigo ahora mismo, maldita estúpida- gruñó Lenora arrojando la lanza hacia la chica.
Melodi sólo cerró los ojos, esperando el final inminente.
Cosa que no llegó, pues al abrir los ojos, se encontró con un joven azabache delante de ella.
-Kyoto-kun- dijo la chica con lágrimas en los ojos, mientras caminaba al frente.
Y la lanza que iba para ella, fue interceptada por el pecho del muchacho, que evitaba moverse y hablar, pues algo como eso terminaría por hacerlo sangrar intensamente.
-¡¿Por qué lo hiciste?!- gritó Melodi con furia, congelando la hemorragia y sacando la lanza del pecho.
-Dijiste… que… me protegerías… y yo te …protegería- dijo el azabache con la voz entrecortada.
-Kyoto-kun, no tenías por qué…
-Claro que… tenía por… qué ha…cerlo- dijo el joven aún en la misma posición- Te… amo… y no… no quiero… perder a… nadie más…
Dicho esto, cayó con fuerza al suelo, mientras Melodi trataba de curarlo.
-La debilidad es una molestia, ¡¿VERDAD PEQUEÑA?!- Preguntó Shinnok mientras colocaba su pie sobre la cabeza del azabache, vámonos, y los dejaré vivir, también a la mocosa.
Melodi vaciló por un momento, mientras pensaba en las posibilidades aún, de cualquier forma, era imposible lograr algo más que salir apaleados, Kazuha saldría lastimada, y el Oráculo que había visitado en secreto, le advirtió de que una mala decisión cambiaría por completo el curso actual de la historia.
-De todas formas, moriremos todos, supongo- dijo la chica de cabello azul mientras tomaba la mano de Shinnok- Kyoto-kun, te lo dije, Yo también te protegeré.
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Despertó rápidamente, para encontrarse dentro de una casa de campaña improvisada, con fuertes dolores en todo el cuerpo.
Y esos dolores le hicieron saber que todo, todo lo que había pasado, fue real.
La batalla, si es que se le puede llamar así a la humillación que hicieron con ellos en el claro del bosque, había sido real.
-¡¡¡INVERNA!!!- Gritó con temor, mientras se arrastraba fuera de la casa.
Y encontró a sus amigos, a excepción de Stella, golpeados pero en mejores condiciones que él.
-¡¿Dónde está Inverna?!- Preguntó el azabache afuera de la casa de campaña.
Zentraedi y Natsuki se acercaron a él tratando de hablarle con calma.
-Kazuha está en la tienda de acampar junto con Stella, Melodi se fue con Olympiakos, no tenemos idea de dónde puedan estar- se sinceró Zentraedi que tomaba sus costillas, un par de ellas rotas a consecuencia de las patadas recibidas.
-Cometimos un grave error al venir aquí, pero al menos estoy segura que lograremos vencer, si las armas especiales que iban a tener para nosotros ya están listas, supongo que saldremos de esta- dijo Natsuki.
En eso, un pequeño espíritu morado llegó volando con velocidad, aterrizando en el hombro de la pequeña Natsuki.
-Los vejestorios vienen en camino, ama Natsuki, llegarán en un día máximo, y aún no tienen las armas especiales, así que, en teoría, están solos, vienen con algunos aliados de los grandes reinos, así que, como mínimo tendremos a algunas personas más con nosotros.
-Oh carajo, estamos perdidos- dijo Natsuki mientras suspiraba pesadamente.

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