sábado, 22 de septiembre de 2018

Capítulo 84: Planeando el ataque


Capítulo 84: Planeando el ataque
Al salir todos de las casas de Oricalco, la escena mostrada era, cuando menos, tierna.
Kyoto y Koresh estaban sentados, espalda con espalda, mientras los huesos de la carne estaban regados en el suelo.
Miyaah se sorprendió y Kazuo miraba con celos la escena.
-Oh claro, todo bien con el padre de su novia, pero a mí me rechazó el día que le confesamos que era nuestro hijo- dijo el adulto azabache mientras era abrazado por Erika.
-Calma hermanito- dijo Miyaah con una sonrisa- Al menos Koresh ya aceptó a tu hijo como novio de Melodi, ahora lo que queda es…
Al acercarse, vieron que el aura azulina de Koresh rodeaba al cuerpo de Kyoto, cuyas heridas, además de la más grave, estaban curadas, y los huesos habían recuperado su forma.
-Impresionante- dijo Miyaah- El aura de Koresh es muy abundante y creí que sería difícil para él poder manipularlo, y de hecho lo es, pero sus efectos no son tan destructivos, por el contrario, creo que servirá mucho tenerlo como miembro del escuadrón Médico.
-En efecto hermanita- dijo Kazuo con una sonrisa- Te corresponderá a ti enseñarle, porque dudo mucho que los chicos tengan experiencia en técnicas curativas.
-Alguien debería despertarlos- dijo Takeshi- Entre más tiempo pase, más tiempo le daremos a Olympiakos para hacer lo que quieren.
-El rubio tonto tiene razón- contestó Ashura- Kazuo, los mapas de Olympia que sacamos hace años nos pueden servir.
-Cierto- dijo el azabache- Es hora de que Kyoto muestre lo que puede hacer, y también ustedes.
-¿Por qué no simplemente la dejamos morir?- dijo una chica de orejas largas y puntiagudas- Quiero decir, estamos arriesgando la vida por una chica, sólo una persona, ¿Qué tiene de especial ella que no tenga yo?
-A mí, señorita Eglantine- dijo una voz joven tras ella- ¿Eres virgen?
-Por supuesto, si quieres consumar el acto…
-No, es posible que te usemos como moneda de intercambio, por ser una princesa, vales más que Melodi- contestó el azabache con sarcasmo- Entonces el plan es escoltar a Eglantine hasta con Shinnok, hacer el canje de personas y dejarla morir.
La princesa elfa retrocedió asustada.
-K… Kyoto, si me usas como moneda de intercambio…
-Diremos a tu madre que moriste en combate- dijo el azabache con calma mientras le miraba con furia- Si no te parece estar en esta misión, puedes huir como la princesita llorona que eres, sólo considera que el pacto con Mythland terminará, y tú serás la única responsable, mocosa malcriada y caprichosa.
-¿Y qué ganaría si me quedo?- preguntó Eglantine enojada.
-Te convertirás en la mejor chica de este cuarto arco y posiblemente una cita conmigo- dijo el azabache convincente.
-Bien, acepto.
-“Jaja, tuve los dedos cruzados todo el tiempo”- pensó Kyoto con una sonrisa maligna.
-Perfecto- interrumpió Koresh con determinación- ¿Cuál es la estrategia?
-Padre, los mapas- dijo el azabache mientras acomodaba la mesa.
-Aquí tienes hijo- dijo Kazuo entregando la estructura de Olympia.
-Al parecer no ha cambiado en nada, el territorio de Olympia tiene 5 templos en todo su territorio, además de una isla donde se encuentra la torre Olímpica- dijo el azabache.
-Lo que más importa son los templos- dijo Miyaah- La torre olímpica sólo es un faro de luz que guía las embarcaciones.
-Estupendo, ahora bien, los que estamos aquí somos los vejestorios- apuntó a los adultos que los acompañaban- El Príncipe Dani de Hefestos, a la malcriada caprichosa de Eglantine, un par de idiotas que vinieron aquí cuando se les pidió que NO lo hicieran, 2 guerreros de Silkland, y un guerrero por cada Reino Menor y nosotros los Xtars, en total somos 32 personas aquí, más Kazuha- dijo el azabache contemplando a su hija.
-¿Cómo nos vamos a dividir?- preguntó Natsuki con impaciencia.
-La misión es simple, los dioses están encerrados en los templos, dentro de estatuas de ellos- dijo el azabache con calma mostrando un esquema de los templos- Ellos están ahí contra su propia Voluntad, pero mantienen a flote la tierra de Olympia, sin ellos, el país entero se hundirá.
-¿Qué propones hacer?- preguntó Kazuo.
-Los templos son Afrodita, Ares, Atenea, Gaia y Urano- dijo Kyoto mostrando un mapa de los templos- Vamos a cada templo, destruimos al ídolo del dios o la diosa dentro de cada estatua y rescataré a Melodi, que es fijo que está en el templo de Urano.
-¿Cómo estás tan seguro de eso?- Preguntó Dani intrigado
-Porque el más fuerte es Golittha, él está como guardián del templo de Urano, es lógico que sabrán nuestros planes, saben que buscaremos salvar a Melodi, por ello estará en resguardo del más fuerte de los Drakkengar- Contestó Kyoto mientras recordaba la paliza que había recibido.
-Y entonces… ¿Qué haremos?
-Natsuki, Tú con Sofía y Sora, además de 4 soldados de los reinos menores irán al templo de Afrodita y harán lo posible por destruir el templo y tomarán rumbo al templo de Urano que será nuestro punto de reunión.
-Equipo Natsuki, enterado.
-Zentraedi, tú con Ashura, Takeshi y 3 soldados de los reinos menores irán al templo de Ares, ahí destruirán la estatua del dios y se dirigirán al templo de Urano.
-Equipo Zentraedi, enterado.
-Stella, tú con Crista y Eglantine, además de 4 soldados de los reinos menores irán al templo de Atenea, destruirán la estatua de la diosa e irán al punto de reunión.
-Equipo Stella, enterado- dijo la chica con decisión.
-¿Por qué me metiste al equipo de esta chica y no al tuyo?- dijo Eglantine con furia.
-Porque me apetece, porque quiero y porque puedo- contestó el azabache con risa antes de seguir- Riot, Akashi, Yusei y 4 soldados de los países menores irán al templo de Gaia, lo mismo destruir al dios, punto de reunión, bla, bla, bla- dijo el azabache.
-Enterado capitán.
-YO IRÉ SOLO AL TEMPLO DE URANO PORQUE GOLITTHA ME LAS DEBE, LE HARÉ PAGAR LA HUMILLACIÓN DE NUESTRO COMBATE…
-Golpiza, querrás decir- dijo Zentraedi con burla.
-Tú te callas idiota o pondré a tu padre como tu capitán.
-Lo siento.
-Espera, Zentraedi me generó una duda- dijo Kazuo- Si ese Golittha fue quien te propinó la golpiza de tu vida, ¿por qué irás sólo?, ¿Acaso tienes una estrategia?, ¿por qué tus padres y los de Melodi no estamos en ningún equipo?
-Primera pregunta: Golittha me las debe, tengo que derrotarlo papá, no después de lo humillado que fui, además que proteger a otra persona además de Melodi sería problemático, Segunda pregunta: Sí, el poder de Golittha depende de los templos anteriores, si destruimos los templos, podré debilitarlo y así ganaremos, porque la energía de los templos alimenta al guardián del Templo de Urano, y Pregunta Tres: Por Kazuha, ella aún es pequeña, no puede pelear y no dudo que Olympiakos quiera secuestrarla, por lo que significa para Melodi y para mí, por eso no están en ningún equipo, serán guardias de Kazuha lo que dure en esta misión, ¿Alguna otra duda?
-No hijo, ninguna- contestó Kazuo abrazando a su nieta.
-Perfecto, debemos descansar para invadir en la noche, ¿Trajeron el invencible?- preguntó Kyoto.
-Dani se aseguró de no darle ningún rasguño hijo- contestó Kazuo- ¿De ahí a donde partiremos?
-Iremos de una vez a Cydonia.
-Entonces le diré a mi padre que envíe las armas legendarias para Cydonia- Propuso el enano.
-Excelente Dani, una vez resuelto esto, partiremos a la guerra contra Citizen, a descansar- dijo el azabache aplaudiendo para separar al grupo.
Todos comenzaron a dispersarse, en sus respectivos equipos, para organizar la planeación adicional del día siguiente, a excepción de una persona.
Eglantine se quedó parada frente a él, esperando un momento oportuno.
La oportunidad estaba sobre la mesa, sabía que Olympiakos y los Drakkengar eran un peligro para todo el continente, pero habían secuestrado a la chica que le había propinado una paliza en Alfheim.
Justo cuando se sintió sola, se acercó a hablarle, para empezar a conquistarlo.
No, no iba a convencerlo de que ambos hicieran equipo, puesto que saldrían victoriosos, lo que implicaría que Melodi sería rescatada, lo que daría el adiós a la oportunidad que hoy tenía, y que no iba a desaprovechar.
-Kyoto- dijo una voz femenina tras ella.
Una mujer adulta de cabello azulino, la mujer con la que compartió varios momentos en el trayecto rumbo a Cydonia, y a quien le había confesado los sentimientos por el joven azabache.
-¿Pasa algo señora?- preguntó Kyoto con interés.
-Dime tía o mamá, como te acomodes- dijo la mujer.
-Mande tía- dijo el azabache mientras hacía la planeación.
-Melodi es una chica fuerte, pero ella está ahora en una situación poco favorable- dijo la mujer con calma.
-Lo sé, tía, sé la situación que hoy atraviesa Melodi, por eso voy a pelear, por traerla de vuelta.
-Lo sé, lo sé, es sólo que, vamos, ella tiene algo dentro de su cuerpo, y no dudarán en extraerle aquello necesario para revivir al Monte Olimpo, pero de hacerlo, morirá, ¿Has pensado en la idea de o que puede pasar si la misión fracasa?- preguntó la mujer.
-El señor Koresh confió en mí, ¿Usted no confía en mí para traer de vuelta a MI NOVIA?, si ella muere, yo entregaré mi vida, por protegerla daré lo que sea, no importa cómo ni qué pierda, sólo si mis seres queridos están a salvo, por que amo a su hija, y si fracaso, si fracaso pueden disponer de mi vida como sea, sólo les pido ser enterrado junto a ella, si no podré estar con ella en esta vida, al menos en la otra vida será- dijo el azabache con determinación- No hay nadie más a quien pueda amar, que no sea Melodi Inverna, a Nadie más en este mundo, por ello daré mi vida, por proteger aquello que amo.
-Entiendo- dijo Miyaah- Si mi esposo confió en ti, yo haré lo mismo, y quiero una nieta así de hermosa como Kazuha.
-Tenga por seguro que lo haré, tía, que daré mi vida por un futuro junto a ella.
El chico se fue a su habitación para descansar, mientras la mujer también se dirigió a su casa de Oricalco, cuando notó la presencia de Eglantine.
-Ese chico sólo es de mi hija- le susurró al oído a la chica- Y si intentas algo por las malas, por las malas te haré cambiar de parecer, así que ve buscando a alguien más.
Y siguió avanzando, dejando a la pelirroja sorprendida.
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El amanecer pintaba cierto matiz entre rojizo, morado y azulino, lo que anunciaba la salida del sol.
Todos los equipos, integrados como se había planeado con anterioridad, vieron al mismo amanecer.
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Un pequeño resplandor de luz iluminó la habitación donde estaba recluida, aquella habitación donde había sido marcada con el símbolo de Urano.
El resplandor la sorprendió, ya que el cuarto no recibía luz del exterior, sino de las antorchas en la pared además del fuego del pequeño horno donde calentaban los metales para el ganado.
-Ky…oto…kun- dijo la chica sollozando.
Sí, ese resplandor le había dado la fuerza necesaria para seguir adelante, para no dejarse morir, para ser paciente y esperar la oportunidad de escapar, o de ser rescatada del templo de Urano.
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-Melodi, sé que no he sido la mejor persona para ti, pero después de todo esto, voy a mostrarte lo que genuinamente soy, mi verdadero yo, mis verdaderos sentimientos.
El sol iluminó su mirada.
-Te juro por mi alma, que daré la vida por ti si es necesario, que no importa qué ni cómo, te traeré de vuelta conmigo, y en el amargo final de todo, seremos los únicos que quedaremos de pie.
Y todo el pequeño ejercito empezó a correr por el enorme país menor, mientras el sol iluminaba a todos los participantes en la guerra.
-Por eso te pido, por favor Inverna ¡¡¡ESPERAME!!!

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