Capítulo 42: Luto

Capítulo 42: Luto

-No jodas- dijo Stella impactada.

-Dime que es una maldita broma Inverna- pidió Zentraedi.

-¿Y tú qué crees?- dijo Melodi con lágrimas en los ojos- ¿que jugaría con algo tan delicado como eso?

Atrás de ellos el domo de híper gravedad se desvanecía lentamente ante sus miradas atónitas.

-En cuanto se acabe el efecto- Dijo Destiny mientras se acercaba aprovechando el shock emocional- podrán ver los restos de Kyoto, al menos que el vórtice siga triturándolo en mil pedazos, tal y como deseé desde que nació ese maldito bastardo.

Hubo silencio mortal, algunas miradas de odio se plantaron en Destiny.

-Vamos chicos, no me miren así, era lo menos que pude hacer, al final de cuentas, mataron a 5 de mis hijos- dijo el ente mientras cargaba los cuerpos de Rush, Elesa, Ryotsu y Lírica en su hombro y un frasco con muestras de May en su brazo izquierdo.

-Pagarás por esto maldito traidor- dijo Riot con odio.

-Oh vaya, por fin lo supiste pequeño Oda, ¿pero dime como te enteraste?, según yo me deshice de las evidencias que tenía en mi contra, entre ellas, mi propia hija.

-Por esa misma razón, ¿Cómo fuiste tan imbécil como para matar a tu propia hija?, y no solo eso, traicionaste a Kiyoshi Katekyo, que te consideraba su hermano- dijo el chico con odio y enojo.

-Yo solo protegí lo que él consideraba correcto e incorrecto, sin embargo, su estúpido hijo se salió de mi control- se defendió Destiny.

-Se salió de tu control, con justa razón, si estabas apoyando las investigaciones para clonación de cuerpos, haciendo que el proyecto fuera solamente para una estúpida guerra- concluyó Riot.

-Sí, maldita sea, y estuve tan cerca de no ser porque esos malditos Schiffer lograron rescatar los cuerpos, ja, de haber sabido todo eso, hubiera acabado con el proyecto desde sus raíces- exclamó Destiny con una risa maniaca.

-Solo por eso eres idiota y más, ¿Qué creías?, ¿Acaso esperabas que Kazuo y Erika se quedaran de brazos cruzados viendo como tu odio hacia la familia Inverna te consumía?- Gritó Riot.

-Tenía que evitar que los errores del pasado se volvieran a repetir, al sacrificarse Sara, supe que la encarnación de Lira Inverna quedaba en pie, es decir- apuntó a la chica de cabello azul- TU, INVERNA MELODI.

Simplemente Melodi calló, era una encarnación de las personas que iniciaron la Primera Guerra Fría, mejor conocida como la Guerra de Clanes de hacía más de tres siglos, y que su vida significaba el inicio de otra guerra.

-Mierda- exclamó Destiny tomando su ojo derecho.

Los chicos aprovecharon la oportunidad para atacar a Destiny.

-¡Atributo Metal!- exclamó Riot- ¡Perforador!

Y sus manos se imbuyeron en aura plateada, y aquella aura comenzó a girar ferozmente, arrojando un rayo de luz plateada que alcanzó a perforar el hombro de Destiny.

-¡ATRIBUTO AGUA: TIFÓN!- Gritó Melodi.

Y un torrente de agua impactó de lleno en el abdomen del ente extraño, llevándolo al vórtice donde Kyoto había perdido la vida.

-¡PAGARÁN INSOLENTES, JURO QUE PAGARÁN!- Gritó Destiny mientras caía en el vórtice.

Y fue lentamente triturado, ante la vista de los miembros restantes de su grupo de clones, los cuales se vieron fijamente ante las miradas sombrías de Natsuki, Stella y Zentraedi.

Melodi, por su parte pensaba en lo que había dicho Destiny, ¿en verdad sería ella quien…?

-Ni lo pienses Inverna, Kyoto por fin te aceptó, de caso contrario, no confiaríamos en ti, debes saber que Kyoto no se sacrificó en vano, que por el contrario, Kyoto dio su vida para salvarte, ¿no es eso el verdadero amor?, porque si no lo es, he vivido todo este tiempo engañado- dijo Zentraedi con calma.

Pero ella se mantuvo en silencio, impotente ante lo que acababa de pasar, nuevamente Kyoto había dado todo por ella, si se daba por vencida, el sacrificio de su ser amado sería en vano.

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Llegó la noche, de acuerdo a la idea de Kyoto, debían partir esa misma tarde, más sin en cambio, Destiny y su equipo de clones llegaron a arruinar los planes del azabache, que había programado la partida y la estrategia de viaje, realmente era doloroso, verlo así.

El vórtice aún no se desvanecía, y Stella calculó que duraría aproximadamente 4 días, lo que restaba tiempo para esperar y, si era posible, rescatar el cuerpo del azabache.

Encendieron una fogata, pasar la noche sin duelo iba a ser un reto, pero debían estar fuertes, durar aquella noche, evitar que el dolor inundara los sueños de cada uno, orillándolos a un sacrificio masivo, y el sacrificio del chico azabache de mirada oscura iba a ser un completo desperdicio de vidas, había que salir de ahí a como diera lugar.

Natsuki abrazaba a Melodi, quien seguía impactada por el suceso que acababa de acontecer, el chico que ella quería estaba destrozado, y no había esperanzas de traerlo con vida, no de esa manera.

-Tranquila Melodi- habló Natsuki de manera maternal- Tenemos que salir, y debemos superarlo, debemos…

-Debemos nada pequeña amiga, hay que buscarlo, tenemos que encontrarlo, pero juro que en cuanto lo vea, me las va a pagar, juro que me las pagará- masculló Melodi entre lágrimas de tristeza y enfado.

-Entiende Inverna- interrumpió Riot- Él se sacrifico por ti, dio la vida por ti, ¿acaso es muy poco el sacrificio del amor que hizo por ti?

-¡¡TÚ NO SABES LO QUE PASÓ DENTRO DE AQUELLA MALDITA CÚPULA!!- Gritó Melodi con enfado.

-¡¡Y ME IMPORTA UN CARAJO, DEBES SABER QUE SE DIO UNA VIDA PARA DAR OTRA Y TÚ, PENSANDO EN CUALQUIER ESTUPIDEZ, ESTÁS A PUNTO DE DESPERDICIAR AQUELLA VIDA QUE TE DIO KYOTO!!- Explicó molesto Riot.

-¡¡ ¿Y TÚ QUÉ MIERDAS CREES QUE..?!!

Una fuerte corriente eléctrica recorrió su cuerpo, con la intención de no matarla, pero paralizar sus nervios para evitar algún enfrentamiento innecesario…

-Gracias Natsuki, te debo…

-No agradezcas, solo, evita enfadar a mi amiga, no quiero que pierda la poca cordura que le queda, perder o creer perdido al amor de tu vida no es sano, créeme, sé lo que te digo, casi me vuelvo loca pensando que Zentraedi estaba muerto.

Una vez se acabó el fuego, cada quien se metió en sus casas de oricalco, para tratar de dormir un rato.

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A la mañana siguiente, al salir todos de sus respectivas habitaciones, notaron que Melodi seguía viendo el vórtice, que aún seguía engullendo parte del acantilado, mientras los chicos veían la escena con dolor, las lágrimas que derramaba la chica tomaron un color totalmente azulino, mientras sus ojos miraban con enfado a su reflejo.

-Inútil- masculló enfadada con… ¿Kyoto?, ¿Destiny?, ¿Kyoga?, ¿Ella misma?

-Inverna, debemos irnos, toma tus cosas y vámonos- masculló Zentraedi con dolor.

-Espera, si no vamos por él… déjame mandar un beso.

Sin esperar respuesta, llevó sus dedos a los labios, los tocó con suavidad y arrastró por el aire aquellos sentimientos, anhelando con el alma que se borraran, sabiendo que nunca sería feliz, no si ella lo amaba y él ya no estaba en el mundo.

Tomaron la vuelta y vieron que las casas de oricalco comenzaron a sellarse dentro de tres pergaminos, a su vez que la comida, la bebida y los demás víveres salían de otro pergamino color dorado, al cual corrieron.

Vieron sobre él, aparte de los sellos de almacenamiento, un pequeño mensaje:

“Hola chicos, ¿pensaron que se habían librado de mí?, sabía que algo así pasaría, realmente estaba muy preocupado por las cosas que pasarían, pero no valía la pena solo preocuparse, sino hacer algo para estar preparado, lamento no decirles nada antes, pero no tenía por qué preocuparlos, realmente seré un idiota, pero un idiota que vive de sus amigos, de lo que considera valioso para sí y que debe luchar por ellos, lo siento, pero debo despedirme, hasta siempre, mis amigos”

Los chicos dejaron caer la nota, como sabiendo que no podrían hacer nada, para buscarlo, golpearlo, y abrazarle y decirle mil y un cosas, pero nada, nuevamente la palabra sacrificio surcó sus mentes, y decidieron tomar rumbo…

Rumbo a…

-Esperen, miren el maldito mapa- exclamó Riot viendo el papel encima de la mesa de la casa de Kyoto, que aún no se sellaba.

Y el mapa comenzó a iluminarse, mientras brillaba, hacía temblar la tierra, marcando una ruta consistente, segura y tranquila, fuera de riesgos y peligros, una ruta hacia una tierra que no estaba marcada en el mapa como territorio político, pero estaba marcado en ese mapa.

-¿Qué?, ¿ese territorio?- preguntó Riot- No sé realmente por qué está ahí en el mapa, es decir, no es realmente nuestro destino, se supone que debíamos ir a Cydonia, pero…

-Hubo un ligero cambio de planes chicos- habló Natsuki- Iremos a donde el destino nos lleve, ¿quién sabe?, a lo mejor muchas sorpresas nos topamos en el camino, lo importante es no decaer por la pérdida de Kyoto, y que se convierta en nuestra motivación.

Los chicos del equipo asintieron mientras tomaban el mapa en sus manos, cuidadosamente subieron al Invencible, dispuestos a salir de THE FANTASY haciendo lo mejor posible, y entrenando en el camino, para ser más fuertes y saber qué es lo que les espera, para afrontarlo nuevamente.

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Mientras el Vórtice devoraba el risco en Vacuum, y los chicos de Xtars armaban su partida de la isla, un portal se abría, dando paso a un hombre azabache y una pelirroja, con la total determinación de encontrar a su hijo.