viernes, 31 de julio de 2020

Capítulo 109: El fin de Olympiakos


Capítulo 109: El fin de Olympiakos.
Kyoto se colocó frente a Zentraedi, mientras sus oponentes se colocaban en posición de combate.
-Supongo que, por esta vez, seré yo quien tome el mando en este combate, así que…
Nuevamente cargó su espada, mientras comandaba al ejercito de los muertos.
-Einherjer, ataquen con todo…
Los muertos avanzaron hacia los entes frente a ellos, sacando sables, espadas, hachas de guerra, entre otras cosas más
-Usar el Shikai dos veces es agotador, tienes que entender si no estoy muy activo en estos momentos, amigo mío- dijo Zentraedi mientras se dirigía hacia Shinnok.
Kyoto sólo avanzó hacia Dommino, intentando rasgarlo de nueva cuenta, sin embargo, sus garras fueron detenidas por el báculo de Shinnok, quien sonrió hacia el ente.
-Murió tu niña frente a ti, sin que pudieses hacer nada, realmente eres patético- dijo mientras golpeaba el mentón del demonio negro.
Zentraedi saltó hacia Shinnok con la espalda en alto, esperando atacar a su rival, pero fue rechazado por un campo de fuerza.
-Tú, su amigo, no serías capaz de hacer nada, esa espada ni siquiera es tuya, no entiendo por qué te obedece.
-Esta espada ha pasado de generación en generación en la familia Schiffer, y con ella haré todos los destrozos que quiera hacer en esta torre de mierda, Atributo Bélico/Leyenda: Sable Místico.
Una luz blanca rodeó la espada, y Zentraedi arrojó aquella luz, haciendo mucho daño a ambas entidades.
-Tengo que hacer lo posible para salvar a mi amigo de ustedes dos, por culpa de ustedes es que mi amigo se olvidó de mí.
Guardó la espada, colocándose en una pose de combate, mientras Shinnok y Dommino se levantaban.
-El Muay Thai siempre ha sido mi arte marcial favorito, Atributo Bélico: Bendición de Syf.
Una luz rodeó al albino, mientras Kyoto se acercaba y creaba un escudo para evitar los daños a su amigo.
-Atributo Oscuridad- dijo Shinnok mientras sus palmas se elevaban.- 7 Pecados Capitales…
Dicho esto, se avalanzó sobre Kyoto, impactando un golpe que lo elevó hacia los cielos.
-Primer Pecado: Pereza.
Kyoto arrasó la zona con una explosión de aura negra, pero no pudo impactar a su rival, pues se había vuelto sorprendentemente rápido, siendo golpeado una gran cantidad de veces, ante su mirada confundida.
-Segundo Pecado: Gula.
Su cuerpo se rodeó de aura negra, formando unas fauces gigantes, esas fauces se cerraron con Kyoto y Shinnok dentro.
-Tercer Pecado: Lujuria.
Shinnok se convirtió en una chica de cabello y ojos azules, esa chica era…
Kyoto soltó un rugido, buscando atravesar al ente frente a él, sin embargo, no pudo acercarse más, pues fue detenido por unos brazos de sombras.
-Cuando tomo la forma de la persona que mi rival ama, es imposible atacarme, por lo que puedo empezar con el Cuarto Pecado: Envidia.
Apuntó sus manos hacia Kyoto, expulsando un haz de luz que borró el aura en el que estaban encerrados, mientras el aura de Kyoto se reducía.
-El cuarto pecado me permite robar parte del poder de mi contrincante, si tuvieses conciencia, te preguntarías sobre el Quinto Pecado, Codicia.
El aura que le rodeaba se hacía más grande, ante la mirada de Kyoto, que intentaba romper su prisión de sombras.
-Sexto Pecado: Ira.
Las nubes a su alrededor, así como el Monte Olimpo, hicieron erupción, una lluvia de meteoritos caía, impactando a Kyoto severamente en todo el cuerpo.
Una vez hecho esto, Shinnok se dedicó a golpear con fuerza el cuerpo del demonio.
-Séptimo Pecado Capital: ORGULLO…
Shinnok incrementó su aura, dirigiéndolo al interior de su cuerpo, ganando masa muscular, una vez hecho esto, golpeó a Kyoto, mandándolo a volar a una de las murallas.
-Supongo que eso debió dejarlo molido, nadie se resiste ante mis poderosos embates una vez logro ejecutar los 7 Pecados Capitales- dijo Shinnok mientras su cuerpo recuperaba la forma delgada que tenía antes.
-Se supone que esa era mi presa, Shinnok, estaba esperando a que dejaras algo para golpearlo…
-¡¡¡¿ENTONCES NO ATACASTE AL MOCOSO?!!!
No recibió respuesta, sino un terrible golpe que lo dirigió hacia Kyoto, quien ya estaba de pie, con el aura alrededor de su cuerpo incrementada.
Kyoto sólo lo tomó con una mano y lo azotó al suelo para, después, golpearlo con fuerza durante repetidas ocasiones.
-Atributo Bélico: Ultra Puño, una vez que la Diosa Syf me bendijera, incrementando mis stats de ataque gracias a mi maestría en artes marciales, pude usar mis mejores golpes a fondo, será mejor que se vayan de aquí, o no tendré piedad contra ustedes dos.
Zentraedi corrió hacia Dommino, buscando golpear nuevamente con varias esferas aurales, así como puños veloces, impidiendo que el
El ejercito de los muertos avanzó hacia Dommino, atacándolo por varios puntos sin dar tregua, Dommino intentaba aplastarlos, pero no servía, pues volvían a levantarse y seguían golpeando.
Shinnok, por su parte, volvía a pelear con Kyoto Oscuro, sacándo su bastón para protegerse de los golpes y el rasgueo del muchacho frente a él.
-Supongo que el dolor te ha hecho más fuerte, sí, aunque no espero…
Kyoto Oscuro volvió a dar un arañazo al espacio, golpeando a Shinnok con una onda de aura oscura, golpeó el suelo, rompiéndolo y haciendo que las rocas se elevaran, y golpeaba cada una, haciéndolas golpear a Shinnok.
Tras recibir varios golpes por cortesía del Kyoto Oscuro, decidió volver a curarse mientras pensaba que hacer para detener a su oponente.
Si no hacía algo, estaría muerto.
-Perfecto, en vista de que los 7 Pecados capitales no fueron suficientes, aún me queda el arma que planeé colocar por si, de alguna forma hipotética, no pudiera derrotarlos.
Kyoto volvió a rasgar el espacio, hiriendo de gravedad a un huidizo Shinnok que se acercaba peligrosamente hacia Zentraedi y Dommino.
-Atributo Yin Yang: Robo de Corazón.
Shinnok lanzó una esfera de energía directo al pecho de los combatientes, llenando de sangre a ambos peleadores.
Natsuki, desde el barco, se tomó las manos al pecho, mientras los demás evitaban que cayese desmayada.
Suficiente tenían en la tripulación con una chica en mal estado como para cargar con otra, aunque lo entenderían.
De pronto, Natsuki sintió el alma volver a su cuerpo, cuando vio a Zentraedi completo, caminando lentamente hacia atrás.
-No… No… ¡¡¡¿¿¿QUÉ MIERDA HICISTE, SHINNOK???!!!- gritó el albino con furia, mientras veía a Dommino con el agujero en el pecho.
Kyoto Oscuro no se detuvo, corrió hacia Dommino, buscando rematarlo con sus garras.
-¿Qué pasa, bestia?, ¿Te quité tu preciada venganza?, En serio que son patéticos, ustedes los seres Humanos quieren sólo saciar sus placeres, aún siendo igual de temibles que nosotros, es una pena…
Zentraedi iba a atacar a Shinnok con su espada en alto, pero fue repelido por un escudo de aura negra…
-Lenora, vámonos, ya está hecho, si salimos de aquí, seguiremos con nuestra alianza con Destiny- dijo Shinnok abriendo un portal, llevándose a Lenora consigo.
Huyó cobardemente, dejando a su subdito a merced de los oponentes.
Zentraedi miró atónito a su alrededor, intentando comprender lo que estaba pasando.
Hasta que vio al Kyoto Oscuro sosteniendo la cabeza de Dommino con una de sus garras inferiores, cargando una esfera de aura lo suficientemente grande como para destruir la torre.
Zentraedi lo golpeó con otra esfera aural, haciendo explotar la esfera en la cara de Kyoto.
-¡¡¡DIJE QUE TE DETENGAS!!!, ¡¡¡SI LO MATAS NO VOLVERÁS A SER EL MISMO!!!, ¡¡¡NO PERMITAS REBAJARTE A NIVEL DE ELLOS!!!
Kyoto avanzó hacia él, mientras mostraba una mirada furibunda.
-Matar… Al molesto… Pelo blanco…
Natsuki, desde el barco, veía con alerta lo que ocurría… Una pelea que no debía pasar…
Su novio contra el novio de su amiga.
-Si esto se descontrola…
-Sí, Natsuki- Interrumpió Kazuo tomándo sus hombros.- Es posible que uno de los dos muera, pero no podemos hacer nada para detener a mi hijo, está poseído por la ira.
Kyoto Oscuro avanzó hacia Zentraedi mientras preparaba sus garras tras él.
Zentraedi cerró sus ojos esperando el impacto, el cuál nunca llegó.
Abrió los ojos con lentitud, viendo a Kyoto golpear con sus garras el cuerpo de Dommino, después, lo levantó con una de sus garras por el cuello, mientras cargaba aura con su otra garra.
-Primero… Matar… A mi enemigo…
Y golpeó la cabeza de Dommino, arrancándola del cuerpo, provocando una fuente de sangre que salía del torso sin cabeza.
-Supongo que soy tu nuevo objetivo- dijo el albino mientras seguía al frente del ejército de los muertos.- No te la voy a poner fácil, mi volátil amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Capítulo 115: Dos semanas para la guerra.

Capítulo 115: Dos semanas para la guerra. -¿Habrá llegado ya el mensajero?- preguntó Kyoto mientras realizaba algunas abdominales. -Esto...